Podemos usa a Garzón de trampa para involucrar a Yolanda Díaz en la campaña de Castilla y León
El líder de IU es un aliado de la gallega, así que Podemos centra se relato en los ataques del PSOE para forzar a la ministra a una presencia más activa en los comicios
La polémica de la carne tras las declaraciones del ministro de Consumo Alberto Garzón no será efímera. Los estrategas y otros miembros de Podemos han llegado a la conclusión que el Partido Popular convertirá el asunto en el tema central de la campaña de las próximas elecciones autonómicas en Castilla y León. Y su plan es cabalgar la polémica para tener, en el caso de una derrota, el chivo expiatorio de Garzón, y al mismo tiempo buscar el apoyo de los ecologistas. Pero, mientras tanto, creen que se ofrece la oportunidad de forzar a Yolanda Díaz a tener más presencia en la campaña electoral. Los morados saben que las declaraciones de Garzón son intempestivas y poco acertadas, pero pueden servir de trampa para atar a la gallega.
Después de dos días de silencio, Podemos centró su relato a partir del pasado viernes en una defensa cerrada de Garzón. La cúpula morada no suele defender a Garzón, entre otras cosas porque las relaciones entre Irene Montero y Pablo Iglesias con el coordinador federal de IU no son buenas. Pero saben que después de la salida de Iglesias, Díaz se ha aliado con Garzón y los morados quieren elevar la tensión con los socialistas para obligar a Yolanda Díaz a defender a su compañero en los comicios autonómicos.
En las elecciones madrileñas del 4 de mayo, Podemos intentó marcar la agenda política a través de una batalla entre derecha e izquierda como si se tratara de fascismo contra democracia. La estrategia se demostró equivocada, puesto que Isabel Díaz Ayuso dio la vuelta a ese argumento y fijó el eje político en mantener abierta la hostelería y la actividad económica a pesar de la pandemia. Podemos acusó a Díaz de irresponsable, y Pablo Iglesias quedó como cuarta fuerza después de Vox. Una derrota sin paliativos.
Involucrar a Yolanda Díaz
Ahora, con las elecciones en Castilla y León detrás de la esquina, Podemos cambia su discurso político. Su plan es huir de los temas pandémicos y relanzar una apuesta verde que sirva, entre otras cosas, a frenar la abstención de su electorado. Cabe señalar que para Podemos la región castellano-leonesa representa un territorio históricamente difícil. Pero estas elecciones tienen mucha importancia para los equilibrios internos de Unidas Podemos y la negociación con Yolanda Díaz. Aunque la deriva de esta estrategia se centra en forzar a la gallega a intervenir personalmente en la campaña.
Podemos ha tardado en reaccionar a las palabras de Garzón. El ministro se quedó solo durante 24 horas después de que se estallara la polémica sobre su entrevista al The Guardian. Díaz intentó rebajar la tensión hablando personalmente con Pedro Sánchez, a la vez que los portavoces del Gobierno afirmaban que Garzón habló a título personal. Es a partir de ese momento que Podemos vio la oportunidad de respaldar a Garzón para forzar a Díaz a entrar en la polémica, y así acabar atrapada en la campaña electoral de Castilla y León.
Podemos afronta en Castilla y León unas elecciones muy complicadas. Los sondeos vaticinan entre uno o dos escaños, lo que confirmaría la caída y debilidad del partido. Los morados quieren que Díaz participe activamente en la campaña, pero hasta ahora la ministra se ha mantenido de perfil. Sus afines creen que la gallega deberá estar cuanto más lejos de estas elecciones para evitar que se manche su proyecto político y sus expectativas de cara a las generales. Los morados quieren invertir esta dinámica.
Tres objetivos de Podemos
La ausencia de Íñigo Errejón en estas elecciones facilita, por otro lado, la concentración del voto verde en las listas moradas. Como ya publicó THE OBJECTIVE, Garzón hizo sus declaraciones para dirigirse al votante ecologista en una estrategia planificada desde hace tiempo. En Unidas Podemos esperan que el ecologismo pueda servir para recuperar fuelle en las encuestas y atraer el voto de los menores de treinta años. Miran a otros países europeos, como Alemania y Francia, donde los partidos ecologistas han crecido mucho en las encuestas.
Yolanda Díaz hace lo mismo y es por eso que Podemos cree que puede atrapar a su candidata in pectore para que entre en la campaña de Castilla y León. Los morados recuerdan que Díaz hizo incluso una introducción al Manifiesto de Karl Marx en clave ecologista, y saben que sus aliados como el partido de Ada Colau ha estrechado una alianza con los verdes europeos, superando a los competidores errejonistas. Díaz hasta ahora solo escribió un mensaje en las redes sociales para debatir sobre las llamadas «macrogranjas» pero sin citar directamente a Garzón.
La defensa cerrada de Podemos a Garzón ofrece así la oportunidad para enfilar una serie de objetivos. En primer lugar, intentar activar el voto ecologista para frenar la sequía electoral prevista. En segundo lugar, dejar que Alberto Garzón quede como el protagonista de esta campaña, evitando en caso de derrota que se cuestione a Pablo Fernández, el barón regional del partido que es uno de los más fieles de Irene Montero y Pablo Iglesias. Y, finalmente, obligar a Yolanda Díaz a entrar en campaña enfocando la polémica en una batalla ecologista.