Cataluña es la segunda región con más ‘macrogranjas’, pero el Govern evita defenderlas en público
ERC y JxCat, socios en el Ejecutivo catalán, empatan en votos en Lérida, la zona con el mayor actividad económica dedicada a la ganadería
El Gobierno de la Generalitat no ha querido entrar en la polémica suscitada por Alberto Garzón sobre las macrogranjas, pese a que se trata de la segunda región de España con más instalaciones destinadas a la cría intensiva de aves de corral o de cerdos (856 frente a las 922 de Aragón, según los cálculos de Efe recabados de los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación así como del Ministerio para la Transición Ecológica) y ser la primera en vaquerías (con un total de 32).
Si el presidente de Aragón, Javier Lambán, fue el primero en censurar las palabras del ministro de Consumo, la Generalitat ha mantenido un perfil muy bajo que ha sorprendido incluso a los propios ganaderos. «Las palabras de Garzón fueron muy desafortunadas y nos sorprendió que desde Cataluña nadie saliera al paso», explica un portavoz de la Coordinadora de Asociaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) a instancias de THE OBJECTIVE.
El único pronunciamiento del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, fue el pasado sábado 8 de enero, y se limitó a señalar a la «derecha» de confeccionar una «polémica artificial»: «Estamos ante una nueva polémica artificial en la que se quieren sacar declaraciones de contexto por parte de la derecha española. Estamos muy acostumbrados a que cuestiones como esta, que son serias y que deben ser objeto de análisis y discusión, se pasen a discutir en plan populista por intereses electorales y no voy a contribuir a ello».
Colau y las macrongranjas
La última vez que el sector se reunió con la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, fue el 21 de diciembre, es decir, antes de que estallara la polémica. La Asociació de Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) recibió el apoyo de la consejera para impulsar una asignatura de alimentación y producción agroalimentaria en las escuelas. En esa reunión, los representantes del sector también transmitieron a Jordà su preocupación por la iniciativa de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de que en los menús de los centros escolares solo se incluyera comer carne roja una vez al mes.
En este sentido, el silencio de Colau también es revelador. La alcaldesa de Barcelona no ha salido en defensa del ministro Garzón pese a ser del mismo espacio político y mantener en su consistorio una política muy crítica con el alto consumo de carne. Asimismo, en Europa, Podemos ha tejido alianzas con los verdes en asuntos de sostenibilidad y medioambiente, en especial gracias a la labor del eurodiputado Ernest Urtason, pero Colau no ha querido verse salpicada por la polémica ni blandir la bandera del ecologismo contrario a este tipo de explotaciones intensivas.
Cabe destacar que desde COAG insisten en que España no tiene «macrogranjas» como afirma Garzón. Como informó este medio, algunas regiones usan el concepto para nombrar a instalaciones que superan los 400 animales, pero otras lo hacen cuando alcanzan los 2.000. Según los datos ofrecidos por la asociación, en Soria hubo un proyecto hace unos cuatro años para crear una instalación con más de 20.000 vacas, pero que no salió adelante gracias a la oposición del sector. Y que actualmente la de mayor dimensiones se encuentra en Caparroso, Navarra, con 6.000 vacas.
ERC empata con JxCat en Lérida
En petit comité, ERC ha mostrado mayor comprensión con los ganaderos del que exhibe públicamente. El partido, que en la legislatura pasada pasó a tener por primera vez la cartera de Agricultura, es muy consciente de sus dos almas, la urbana y la rural, y que hay discrepancias entre ellas en este asunto.
Un caladero importante de votos, en el que empatan con Junts per Catalunya, es el de la provincia de Lérida, la zona catalana con mayor actividad económica dedicada a la ganadería. El municipio de Alcarrás, a seis kilómetros de Lérida capital, es donde se halla el censo de porcinos más alto de toda Europa, con más de 250.000 cerdas nodrizas y gorrinos. En la actualidad, el gobierno municipal está en manos de JxCat.
Por esta razón, ninguno de los dos partidos quieren irritar a los ganaderos, aunque se guardan mucho de defenderlos públicamente. Algunas fuentes consultadas también dejan caer que, si se esquiva el tema, es para evitar abrir una nueva polémica como la de la ampliación del Aeropuerto del Prat, donde el Govern perdió una inversión millonaria por la división en el seno del Ejecutivo -entre ERC y JxCat- así como por las presiones de los ecologistas para no tocar el delta de La Ricarda.
El único dirigente de ERC que ha abordado el asunto de forma pública ha sido Gabriel Rufián. El portavoz de ERC en el Congreso ha hablado en una entrevista en Onda Cero de este miércoles del «impacto nocivo de las macrogranjas» y en su objetivo de «intentar cambiar inercias» para que «no haya actividades empresariales que vayan en contra del medioambiente». El Govern, sin embargo, no se moja.