Las reclamaciones a Transparencia se disparan y en 2021 alcanzaron su máximo histórico
El número de peticiones de información desestimadas por el Consejo de Transparencia también batió un nuevo récord el pasado año
El presidente del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, José Luis Rodríguez Álvarez. | Congreso
Las reclamaciones al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno se dispararon en 2021, marcando así un nuevo máximo histórico. De acuerdo con los datos que recoge el propio órgano independiente, el número de peticiones de información -formuladas por particulares insatisfechos con la respuesta de las administraciones públicas, tanto del Gobierno central como de las comunidades autónomas, se elevó hasta un total de 2.145.
Esta cifra marca un nuevo récord de reclamaciones, que desde la creación de este organismo, en 2015, ha ido creciendo prácticamente año a año: 517 (2015), 890 (2016), 1.067 (2017), 1.338 (2018), 1.780 (2019), 1.704 (2020) y 2.145 (2021). Previsiblemente, el dato de este último ejercicio aumentará aún más, dado que solo se han contabilizado las peticiones desde enero hasta noviembre.
Estos datos comprenden el número total de reclamaciones que han entrado a lo largo de un año en el Consejo de Transparencia, pero no refleja el proceder de este órgano con respecto a cada una de ellas, puesto que las peticiones pueden ser admitidas a trámite, desestimadas o archivadas. También en este caso, la cifra de reclamaciones rechazadas marca un nuevo máximo.
Transparencia admite casi tantas reclamaciones como rechaza
El pasado año, el Consejo de Transparencia rechazó casi tantas peticiones como las que admitió a trámite: frente a las 830 (el 46,9%) que fueron aceptadas, inadmitió o desestimó 772, lo que representa el 43,6% del total. Las 161 restantes (el 9,1%) fueron archivadas y ocho fueron suspendidas por estar relacionadas con causas judiciales o se tuvieron que retrotraer las actuaciones.
Las cifras de 2021 contrastan con las de años anteriores. En comparación, de acuerdo con los datos consultados por THE OBJECTIVE, el Consejo de Transparencia desestimó en 2021 muchas más reclamaciones: en 2020, aceptó el 62,6% de las peticiones, mientras que rechazó el 35%, y en 2020, dio por admitidas el 61,42% y rechazó el 36,71%. La comparativa evidencia una paulatina reducción del número de reclamaciones satisfactorias para los solicitantes.
La opacidad del Consejo de Transparencia
Esta situación se produce después de que el Gobierno nombrara en 2020 como presidente del Consejo de Transparencia a José Luis Rodríguez Álvarez, quien a su llegada al cargo viró la política de comunicación en el organismo. Desde su nombramiento, el nuevo presidente no ha admitido entrevistas y Transparencia ha dejado de dar declaraciones a nivel oficial, rompiendo de este modo con su tradición y vocación aperturista.
Álvarez también decidió cesar a dos importantes cargos del Consejo de Transparencia, los cuales han llevado las riendas de la institución durante los últimos años: Javier Amorós y Esperanza Zambrano. Expresidente y exsubdirectora, respectivamente, eran los máximos responsables del organismo cuando Transparencia instó al Gobierno a aclarar cuestiones sensibles para el presidente Pedro Sánchez, como sus vacaciones, sus vuelos en Falcon o la documentación sobre la gestión del coronavirus.
Antes de ser cesados Amorós y Zambrano, cuando aún estaban en su cargo de forma interna desde el fallecimiento en 2017 de la exdirectora fundadora del Consejo de Transparencia, Esther Arizmendi, ambos concedieron una entrevista al diario ABC en la que denunciaban la falta de personal en el organismo: «Somos 22 y deberíamos ser unos 60». Una atípica estampa de funcionarios de carrera abriendo las puertas de un organismo público para hablar de sus problemas.
