Cientos de marroquíes vuelan a diario a la Península por la avalancha migratoria en Lanzarote
Desde que comenzó 2022, los equipos de emergencia han auxiliado aproximadamente a 1.800 personas en aguas del archipiélago
Cientos de marroquíes han viajado a diario en avión desde la isla de Lanzarote a distintos aeropuertos de la España peninsular, tras la llegada masiva de inmigrantes a las costas canarias en las dos últimas semanas, según aseguran distintas fuentes policiales a THE OBJECTIVE. En lo que llevamos de año, los equipos de emergencia han auxiliado aproximadamente a 1.800 personas en aguas del archipiélago, la mayoría procedentes de Marruecos, que trataban de llegar a las islas a bordo de una cuarentena de embarcaciones.
Tras ser identificados por la Policía Nacional, según precisan las mismas fuentes, los agentes incoan un expediente de expulsión a los inmigrantes que nunca se ve completado por el cierre de la frontera marroquí desde el comienzo de la pandemia. Por lo que, ante la falta de Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE), son ingresados en un Centro de Atención Temporal de Inmigrantes (CATE) donde pueden permanecer un máximo de 72 horas, según establece la legislación migratoria.
Tras quedar en libertad, los inmigrantes toman distintos vuelos comerciales con destino a la Península, bien con billetes comprados por ellos mismos o bien ayudados por distintas oenegés afincadas en la isla lanzaroteña, quienes les prestan asesoramiento en todo el proceso. También para conseguir la documentación necesaria para viajar, sostienen las fuentes consultadas. Desde el Ministerio del Interior, aseguran a este periódico, «no tienen constancia de estos vuelos» e insisten en que «las cifras de ocupación que ha tenido el CATE de Arrecife —en Lanzarote— durante la última semana no revelan una saturación de las infraestructuras disponibles».
Un campamento cerrado
La realidad, sin embargo, es que los más de 400 inmigrantes, entre ellos varios menores, que llegaron a aguas de Lanzarote y Gran Canaria el pasado miércoles permanecieron hacinados en una nave sin duchas ni ventilación. Un espacio del que dispone la Policía Nacional en Arrecife para detener a los migrantes durante las primeras 72 horas. Los detenidos, no obstante, deberían estar en el campamento de dos millones de euros —financiado por fondos europeos—, construido desde hace más de tres meses en la parte trasera de las dependencias policiales, en el centro de la capital lanzaroteña.
El Ayuntamiento de Arrecife mantiene un pulso con el Ministerio del Interior y ha bloqueado la apertura de este espacio alegando que no es un lugar adecuado y que el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska no ha cumplido con todos los trámites para abrirlo. De hecho, el consistorio exigirá que se proceda al desmantelamiento de las instalaciones, compuestas por 20 estructuras desmontables, tres contenedores y un vallado metálico perimetral, si Interior no cumple con lo exigido a corto plazo por el estatuto municipal.
Según manifestó el Concejal de Urbanismo, Eduardo Placeres, «la Dirección General de la Policía no ha presentado ninguna de la documentación requerida desde noviembre del año pasado, ni la tasa por expedición de licencia junto con el justificante, ni tampoco la garantía para cubrir los costes de demolición de la infraestructura en caso de incumplimiento». Para este edil, Interior «es consciente de la ilegalidad que está cometiendo» y hasta que no se subsane «el campamento permanecerá cerrado». Fuentes policiales, en cambio, solicitan la apertura del espacio «a la mayor brevedad posible» para garantizar mejores condiciones a los llegados y evitar que se produzcan futuros colapsos ante la llegada de más inmigración.
El archipiélago canario sigue soportando el mayor flujo migratorio y se ha convertido en la puerta de entrada irregular a Europa. En 2021, más de 20.700 migrantes llegaron a Canarias, un 4% menos que en 202o, según datos del Ministerio del Interior. No obstante, el escenario ha cambiado sustancialmente. Ahora, el foco migratorio se concentra en las islas orientales: Fuerteventura y Lanzarote, al tratarse de las islas más cercanas a la costa marroquí. A una distancia de 100 y 150 kilómetros, respectivamente, la ruta puede recorrerse en 24 horas de navegación a bordo de lanchas. Prueba de ello es que Lanzarote ha pasado de recibir a 924 personas en 2020 a las 4.691 el pasado año, en base a los datos de la Cruz Roja.