THE OBJECTIVE
Cataluña

Cataluña se queda atrás en los grandes proyectos de descarbonización

En Zaragoza, Madrid, Burgos, Vitoria, León, Córdoba o Santiago de Compostela hay proyectos en marcha para la transformación energética

Cataluña se queda atrás en los grandes proyectos de descarbonización

Mapa de Entsog sobre los proyectos en marcha de energía verde. | ENTSOG

Cataluña ha renunciado a liderar la transformación ecológica en España. El mapa de Entsog, la red europea de operadores de gas, muestra algunos de los principales proyectos que se han puesto en marcha en Europa, y no aparece ninguno de los que se prevén para Cataluña. Además, la región ha visto pasar de largo el gran proyecto de hidrógeno verde Catalina, promovido por la catalana Naturgy junto a Enagas, Fertiberia y Vestas, con la colaboración del fondo danés Copenhagen Intrastructure Partners (CIP) y que, según los primeros cálculos, permitirá la creación de 5.000 puestos de trabajo.

El proyecto Catalina tiene como objetivo crear un hidroducto entre Aragón y Valencia para producir 200.000 toneladas de amoníaco verde y la emisión de hasta 2,5 millones de toneladas de dióxido de carbono al año. Este amoníaco verde sirve para producir fertilizantes sostenibles para descarbonizar el sector agrícola.

Las fuentes consultadas por THE OBJECTIVE aseguran que «la gran industria del camp de Tarragona sigue todo este asunto con mucha atención», esto es, Repsol, Naturgy o Iqoxe . No obstante, la parálisis del Gobierno de la Generalitat en este ámbito les hace mirar hacia Aragón y otros puntos del territorio. Como se observa en el mapa de Entsog, en Madrid, Burgos, Vitoria, León, Córdoba o Santiago de Compostela hay otros proyectos de características similares (ya sea solo producción o de consumo).

Dependencia energética de Aragón

Como informó este medio, Cataluña no supera los 17 megavatios instalados desde 2015. «De 2009 a 2019 solo se instaló un molino de viento», explica Pau Vila, del think tank Institut Ostrom para dar ilustrar ese conservadurismo del poder público catalán a la hora de apostar por otro modelo energético. Aragón, en cambio, en energía fotovoltaica instaló 1.266 megavatios desde 2019, mientras que en energía eólica fueron 2.476 megavatios desde 2015. 

Respecto al hidrógeno verde, la autonomía catalana está pendiente del proyecto H2 Valley, que no aparece en el mapa de Entsog por ser más reciente, pero que, si finalmente se pone en marcha y no se paraliza por decisiones políticas, podría ser un pequeño revulsivo para no perder más terreno en la transformación energética. «La petroquímica de Tarragona sigue con mucha atención los desarrollos del hidrógeno porque son una vía para la descarbonización de la economía», añaden fuentes conocedoras del sector.

La situación actual hace que Cataluña cada vez más dependa de Aragón en materia energética. El proyecto Catalina optará a las ayudas de los Fondos Next Generatión de la Unión Europea a través de un PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica).

Si finalmente llega a buen puerto, la capacidad de producción de energía eólica y solar fotovoltaica cubrirá el 30% de la demanda de hidrógeno de toda España. «Hay una carrera entre regiones y ninguna quiere quedar aislada sin proyecto de hidrógeno. Si no sales en el mapa europeo, no eres nadie», abunda Vila.

Patronales catalanas

Las patronales catalanas Foment del TreballPimec también han mostrado su preocupación en reiteradas ocasiones. Ambas entidades presentaron un manifiesto conjunto en el que solicitaban impulsar las energías renovables y dejar de aplicar moratorias para alcanzar la soberanía energética.

Los partidos independentistas acordaron una moratoria para las grandes infraestructuras de energías renovables que tengan «un impacto negativo» sobre el territorio. Pese a esta particular lucha contra el lobby energético y las empresas del Ibex-35, Institut Ostrom asegura que la mayoría de proyectos proceden de pequeñas empresas, lejos de «oligopolios». 

Gráfica de empresas que apuestan por las renovables en Cataluña. Fuente: Institut Ostrom

Las licencias de proyectos eólicos han sido solicitadas por parte de 446 empresas distintas –tan solo cuatro empresas han solicitado 10 o más licencias, y 19 empresas han solicitado entre tres y 10 licencias-. Así pues, no parece que exista una elevada concentración en pocos operadores.

Pujol y la Cataluña NIMBY

Sin embargo, la mayoría de ayuntamientos catalanes están incluyendo la moratoria en sus planes urbanísticos, algo que afecta a todas estas empresas que invierten en una transición hacia las renovables. 

Curiosamente, Cataluña tiene una estructura de generación enormemente intensiva en energía nuclear por la presencia de tres de los siete reactores actualmente operativos en España (Ascó I, Ascó II y Vandellòs II). 

Las corrientes de Junts per Catalunya procedentes de la extinta Convergència, con el consejero de Territorio y Sostenibilidad Damià Calvet a la cabeza, cuestionan este «bloqueo». Las fuentes consultadas recuerdan cómo Jordi Pujol combatió la cultura NIMBY (acrónimo de Not In My Back Yard, es decir, «no en mi patio trasero») y que se usa para describir la reacción producida entre determinados grupos de ciudadanos que se organizan para enfrentarse a la instalación de ciertas actividades. 

Desde Institut Ostrom también alertan contra este fenómeno y constatan como Aragón y el resto de España, y de Europa, toman la delantera.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D