Casado pacta con los barones del PP seguir hasta el congreso a cambio de no presentarse

La crisis en el Partido Popular no remite, sino que se agrava. Pablo Casado se resistió a dimitir tras una maratoniana reunión de casi cinco horas en Génova que acabó de madrugada y consiguió pactar por «unanimidad» con los barones seguir al frente de la formación hasta el congreso extraordinario, que se celebrará el 2 y 3 de abril. A cambio, el presidente de los populares se comprometió a no concurrir a ese cónclave, por lo que se abre formalmente la sucesión.

Además, se nombró coordinadora general del partido hasta la celebración del congreso a la portavoz del grupo parlamentario en
el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, y el próximo martes se propondrá a la Junta Directiva que Esteban González Pons sea el presidente del comité organizador del citado congreso y que éste quede compuesto «por al menos un miembro designado por cada organización territorial».

El eurodiputado valenciano es una persona de la máxima confianza del presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien recabó el apoyo de los barones -inclusive Casado- para que se presente al congreso extraordinario, si bien no le salió el plan que tenía en la cabeza ante la resistencia del líder del PP a echarse a un lado, según fuentes populares consultadas por THE OBJECTIVE.

En este sentido, Feijóo reveló su temor a someterse al escrutinio de los afiliados en unas primarias internas. Casado se dio cuenta que varios líderes territoriales querían hacer al barón gallego presidente de facto en la misma sala de la reunión en Génova y sin que se hubiese secado la firma de su dimisión, pero torpedeó la maniobra.

El presidente del PP no estuvo solo en la sala cuando varios barones le acorralaron con la exigencia de que dimitiese. Las citadas fuentes señalan que el plan de Feijóo y sus más próximos era lograr la dimisión de Casado, para de forma inmediata convocar un Comité Ejecutivo en 48 horas que nombrase al nuevo presidente en virtud del artículo 40m de los Estatutos.

Ese nombramiento de Feijóo se ratificaría luego en la Junta Directiva del próximo martes y una vez ungido, ya no sería necesario convocar un congreso extraordinario, sino que el presidente de Xunta tendría tiempo hasta julio para preparar el congreso ordinario desde el puesto de mando de Génova.

La resistencia de Casado y varios barones aliados a ese plan llevó a Feijóo a descartar su idea de ser nombrado allí mismo «por aclamación» y subrayar, al filo de la medianoche, que «en ningún caso» aceptaría ser designado presidente del Partido Popular la misma noche de la dimisión del primero.

«El respeto por los Estatutos del partido es total. Y el compromiso con dar la voz a la militancia, inequívoco. El futuro del partido pasa por un congreso abierto, extraordinario y urgente», se indicó en fuentes próximas al mandatario gallego en un intento por calmar las aguas.

De esta forma, Feijóo aceptó seguir el camino que marca los Estatutos sin llegar a presentar su candidatura, aunque tiene el apoyo tácito de los barones y no se espera ninguna candidatura de peso contra él. «Agradezco que piensen que soy una persona adecuada para presentarse. Pero seguro que hay otras personas también adecuadas», dijo el mandatario gallego a los periodistas a las dos de la mañana.

La reunión a solas entre Casado y Feijóo

Feijóo fue el primero en llegar a la sede nacional de Génova para la reunión de los líderes autonómicos en la que se quería resolver la crisis interna en la que se ha visto sumido el partido desde el pasado miércoles. «Vengo a una reunión convocado por el presidente de mi partido. Me ha convocado a las 19:00 horas y por tanto acudo a la convocatoria del presidente de mi partido. Después tendremos otra reunión conforme a lo establecido», señaló a su llegada a la sede del PP.

Casado y Feijóo estuvieron reunidos más de una hora y media. Al filo de las 21:00 horas empezó la reunión tras la llegada del presidente de la Región de Murcia, Fernando López-Miras. La mayoría de los barones desean que la candidatura de Feijóo sea la única que se presente al congreso extraordinario que la próxima semana aprobará la Junta Directiva Nacional y, por ello, presionarán en sus respectivos territorios para que no haya ningún militante que reúna el centenar de firmas de afiliados que se necesita para oficializar una candidatura.

La necesidad de recoger un mínimo de 100 firmas entre la militancia para aspirar a la presidencia del PP puede parecer un trámite sencillo a primera vista, pero con la oposición de los cuadros dirigentes se complica sobremanera ya que cualquier movimiento de un afiliado en contra de Feijóo para recabar apoyos se intentará desactivar rápidamente a nivel municipal o provincial.

Una vez que se convoque el 20º Congreso Nacional extraordinario, los Estatutos establecen en el artículo 35.2.a un plazo obligatorio para que los candidatos presenten su precandidatura ante la comisión organizadora que presidirá González Pons. Todos aquellos que se presenten con el centenar de firmas deberán hacerlo «entre los siete y los quince días siguientes» a la convocatoria.

Después, en 24 o 48 horas máximo se proclamará oficialmente a los candidatos. A priori, este plazo es inamovible, por lo que, si Feijóo es el único aspirante a presidir el PP, podría ser proclamado como nuevo líder en apenas 16 días desde la Junta Directiva Nacional del 1 de marzo.

Ayuso no competirá contra Feijóo

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se fue al fútbol, concretamente al Atlético de Madrid-Manchester United, ya que fue excluida del cónclave con la excusa de que el presidente del PP de Madrid es Pío García Escudero, quien ejerce como presidente interino desde mayo de 2018 cuando dimitió Cristina Cifuentes.

La mandataria madrileña no contempla presentarse al congreso de su partido, puesto que asume que su sitio actual está en la capital y el único cargo orgánico que le interesa por ahora es el de presidenta del PP de Madrid. Y las fuentes consultadas por este periódico coinciden en que no ha habido movimientos en otros territorios en contra de Feijóo.

«Tiene que ser un congreso de unidad. Tenemos que lograr esa unidad, no más divisiones», insistió un barón autonómico a este diario antes de entrar en Génova. «Si Feijóo dice (este miércoles en Génova) que sí, entramos en ese escenario y no hay más debate», hizo hincapié.