El hermano de Ayuso vendió material sanitario a empresas del sector hasta finales de 2020

Tomás Díaz Ayuso realizó gestiones para vender material sanitario a empresas privadas y siguió vinculado a Priviet Sportive SL al menos hasta el último trimestre de 2020, según confirman fuentes del sector y documentos a los que ha tenido acceso THE OBJECTIVE. El material, importado desde China y otros países de Asia, era ofrecido a distribuidores por el hermano de la presidenta regional junto a Miguel Alcázar, amigo de la infancia de la familia Díaz Ayuso y hermano del dueño de Priviet Sportive SL, la empresa a la que el Gobierno autonómico adjudicó el polémico contrato de 1,5 millones de euros en abril de 2020.

El hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid y Miguel Alcázar utilizaron para ello otra marca diferente a Priviet Sportive SL, como desvela hoy este diario. Y lo hicieron tras la adjudicación del contrato por el que Tomás Díaz Ayuso habría percibido como retribución 55.850 euros, según la presidenta regional madrileña. Sus gestiones para vender material sanitario a empresas del sector durante el resto del año avalarían la versión de Isabel Díaz Ayuso de que su hermano recibió otros tres pagos de esa empresa -un total de 227.000 euros- por trabajos ajenos a la administración madrileña.

«Tomás presentaba a Miguel como su socio en aquella época y dejaba claro que tenían que ser muy pulcros con este tipo de actividades para no salpicar a su hermana», afirma un profesional del sector que mantuvo reuniones comerciales con el hermano de la presidenta madrileña y con Miguel Alcázar. «Al inicio de la pandemia, todo el que tenía contactos y redes de distribución para traer material sanitario de China estaba en disposición de hacer negocios. Tomás trabajaba en el sector desde hace 20 años y a partir de 2008, cuando entró a trabajar en Mindray -la mayor compañía china del sector-, creó muchos vínculos con empresas de ese país», añade.

Miguel Alcázar y su hermano Daniel, dueño de Priviet Sportive SL, son amigos de Tomás Díaz Ayuso desde la infancia. Veraneaban juntos en Sotillo de la Adrada, algo que ha reconocido incluso la presidenta regional y que confirman las fuentes del sector consultadas por este diario. «Eran amigos de toda la vida. Ellos se dedicaban también al comercio, tenían un negocio que era de productos textiles, pero como tantas otras empresas pudieron aprovechar el contexto y traer material sanitario de China. Eso lo hicieron miles de empresas y no es ilegal», señala una persona que trabajó con Tomás Díaz Ayuso en MC Infortécnica, empresa de la que era accionista el padre de la presidenta regional, entre 2004 y 2008.

Un e-mail como prueba

Tras el contrato de las mascarillas adjudicado por la Comunidad de Madrid, Tomás Díaz Ayuso siguió importando material de Asia junto con Miguel Alcázar. Este último era quien se encargaba de enviar los presupuestos y cotizaciones a los comerciales de empresas del sector con los que se reunían para ofrecerles material sanitario. Así consta en un e-mail, al que ha tenido acceso este diario, enviado por Alcázar a una empresa del sector, con copia a Tomás Díaz Ayuso. El correo electrónico incluía una oferta económica y un catálogo donde se detallaban las distintas modalidades de pago y de financiación, así como los precios y plazos de envío del material sanitario que traían desde Asia.

El padre de Miguel y Daniel Alcázar constituyó Priviet Sportive SL en 1994. Su hijo Daniel le sustituyó en 2001 como administrador único de la empresa familiar, en la que su hermano no aparece como apoderado ni como directivo. Miguel Alcázar es en la actualidad administrador único de la sociedad Outstyle SL, creada en mayo de 2021. El 17 de marzo de 2020, antes de empezar a reunirse con empresas del sector sanitario junto a Tomás Díaz Ayuso, cesó como administrador de la sociedad SHE SL, dedicada a la «confección de prendas de vestir y accesorios».

Las evidencias apuntan a que Tomás Díaz Ayuso y Priviet continuaron trabajando juntos. Unos trabajos que explicarían el pago de las otras tres facturas abonadas

En total, según ha admitido la Comunidad de Madrid, Tomás Díaz Ayusó cobró de Priviet Sportive 283.000 euros correspondientes a cuatro facturas. Esa cifra ronda los 300.000 euros que el todavía presidente del PP, Pablo Casado, atribuyó a una comisión por el contrato de las mascarillas en exclusiva. Los partidos de la oposición mantienen sus sospechas sobre el concepto del montante. Creen que los cuatro pagos podrían responder al troceamiento de una única comisión. Ninguna de las cuatro facturas se ha hecho pública.

La Fiscalía Anticorrupción investiga el contrato. En el escrito de incoación de diligencias de investigación, el fiscal jefe de Anticorrupción señaló que hasta el momento no se han encontrado «indicios razonablemente verosímiles» de que Isabel Díaz Ayuso hubiese influido en la adjudicación del contrato de las mascarillas a la empresa de la familia Alcázar. Las evidencias obtenidas por este diario apuntan a que Tomás Díaz Ayuso y Priviet Sportive SL continuaron trabajando juntos y mantuvieron una actividad económica real hasta finales de año. Unos trabajos que explicarían el pago de las otras tres facturas abonadas.

«Tomás nunca se desvinculó del sector»

Profesionales del sector confirman que Tomás nunca se ha desvinculado del sector y que siempre trabajó como autónomo para las empresas a las que ha prestado sus servicios comerciales. «Su hermana no era presidenta ni estaba en política cuando Tomás empezó a dedicarse al sector sanitario. Lo ha hecho toda la vida y es totalmente legítimo que haya cobrado comisiones por hacer su trabajo. No me parece raro. Hay gente que ha hecho el agosto con el material sanitario durante el inicio de la pandemia sin ser hermano ni primo de nadie», añade una persona que trabajó durante años con Tomás Díaz Ayuso en MC Infortécnica.

El hermano de la presidenta, hijo de un empresario del sector y dedicado desde hace 20 años al suministro de material sanitario a hospitales madrileños, fue uno de tantos. Las fuentes consultadas recuerdan que en los primeros momentos de la pandemia negociar con China «era imposible». Solo empresas y profesionales con contactos y liquidez podían conseguir traer del país asiático las mascarillas y demás equipos de protección necesarios para los hospitales.

«Los chinos pedían dinero por adelantado. Las administraciones no pueden pagar anticipadamente y en aquellos momentos solo ofrecían cartas de pago que ni los bancos internacionales ni las empresas chinas daban por válidos», añade un distribuidor de una de empresa del sector sanitario. «Necesitábamos proveedores y los intermediarios se llevaban su parte de forma legítima. Nadie trabaja por amor al arte», añade otra profesional del sector.