Yolanda Díaz pretende sustituir a Pablo Iglesias como referente en América Latina
La ministra lanza una ofensiva en el tablero internacional: se reúne con Boric, Lula y otros mandatarios. Podemos responde buscando alianzas en Argentina
Yolanda Díaz y la cúpula de Podemos pugnan por el control de los aliados de América Latina. El núcleo duro del partido de Irene Montero detecta cómo desde hace meses la ministra de Trabajo ha activado una campaña para afianzarse en los círculos de poder de la izquierda de América Latina. El choque que se vive en España ha estallado también por estos movimientos. En esta ofensiva, Díaz se apoya en figuras cercanas al errejonismo, tal y como ha podido saber THE OBJECTIVE. La cúpula de Podemos teme perder su influencia en la región. Una cuestión esencial porque de ella dependen los negocios de algunos dirigentes, entre ellos el propio Pablo Iglesias. «Dinero y dinero», sugiere un alto cargo del partido.
La reunión de Yolanda Díaz con el papa Francisco fue uno de los movimientos de esta estrategia. Pero hubo más. El 19 de noviembre Díaz aprovechó el viaje del expresidente de Brasil Lula de Silva para citarse a solas con él. Hizo lo mismo en enero con el senador colombiano y candidato progresista a las próximas elecciones del país, Gustavo Petro, con el que habló sobre «los vientos de esperanza que recorren América Latina», como explicó la propia ministra en las redes sociales.
Después de la victoria de Gabriel Boric en Chile, Díaz buscó acercarse a él. Irene Montero pidió a Pedro Sánchez poder viajar en marzo con la delegación oficial del Estado para la toma de posesión del nuevo mandatario. Montero y Pablo Iglesias conocen a Boric desde los años del activismo universitario. La propia Montero vivió en Chile, y fuentes de su entorno explican que mantiene «amigas» en este segmento político.
A partir de este momento, Díaz se sumó a esta petición. Ella también quiso viajar a Chile, a pesar de que Montero ya representaba a Unidas Podemos en dicho traslado. Semanas después, la Moncloa aceptó la petición de Yolanda Díaz, que para varias fuentes de Podemos sirve para contraprogramar a Montero, tal y como desveló este diario.
Brasil, Argentina y Chile
La lucha interna por el control del llamado «espacio de Unidas Podemos» alcanza por lo tanto una dimensión internacional. Se trata concretamente de América Latina, el lugar donde Podemos nació incluso antes de su fundación, gracias a la acción de entidades como la CEPS y el CELAG, que sirvieron para el arranque del proyecto. Ahora, ocho años después de la presentación en el Teatro del Barrio, la encargada por Pablo Iglesias de liderar la coalición ha lanzado una política de alianzas al margen de la cúpula de Podemos, que no se limita a España, sino que excede el territorio nacional.
Díaz se postula en lugares como Brasil, Argentina y Chile, entre otros, como nuevo referente de la izquierda española alternativa al PSOE. Para su ofensiva, la ministra está usando su reforma estrella (la del trabajo) y así acercarse a las cancillerías europeas y de América Latina. En cada reunión con otros ministros europeos reivindica su reforma, que sirve como argumento para cerrar encuentros con otros líderes de la izquierda de América Latina.
En el caso del viaje a Chile de este fin de semana, por ejemplo, Díaz ha anunciado que se reunirá con Boric y con la responsable de Trabajo del nuevo Ejecutivo, Jeannette Jara. Pero hay más. La ministra gallega también se citará con la alcaldesa de Santiago de Chile, con la que acudirá a la sede del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. La ministra también contempla una reunión con Beatriz Sánchez, excandidata presidencial del Frente Amplio y miembro de la Convención Constitucional.
Influencia y dinero
Los movimientos de Díaz han encendido las alarmas en Podemos. La ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, está trabajando en los últimos meses para acercarse al Ejecutivo de Argentina. Fuentes de Podemos hablan de viajes y contactos con miembros del Gobierno argentino. Mientras que añaden: «Juan Carlos Monedero no para de viajar».
En Podemos recuerdan que la lucha por el control de las alianzas en América Latina viene de lejos. Se refieren al choque entre errejonistas y pablistas, a la vez que destacan que en dicha región los hombres de Íñigo Errejón siempre gozaron de mayor peso con respecto a los de Iglesias. La situación sigue siendo así y, según las fuentes consultadas, Díaz se está aprovechando de estos intermediarios para penetrar en ese tablero. El nombre de Pablo Bustinduy por ejemplo, o de Sergio Pascual (el ex mano derecha de Errejón en el Congreso), aparecen en las conversaciones sobre los movimientos de Díaz.
El problema es que, si Díaz se afianza en América Latina, para Podemos su reducción de influencia se convertirá en un enorme problema político y financiero. Fuentes de Podemos recuerdan que más allá de la financiación, existen intereses de miembros de la cúpula morada que dependen de los Gobiernos o partidos afines del subcontinente americano. Mencionan la red de consultorías que se han creado alrededor de los mandatarios de América Latina y que han aflorado en España con el caso Neurona. Aunque también existen fundaciones y vínculos con medios de comunicación. Si Díaz logra hacerse con este botín, el futuro de Podemos se vería inevitablemente comprometido.
Un problema para Monedero e Iglesias
Que la operación de Díaz incomode tanto a Iglesias como a Monedero, por lo tanto, no extraña a nadie en el partido morado. Monedero es el responsable de la Fundación de Podemos, Instituto 25-M. Comparte la dirección con Pablo Iglesias, y viaja a América Latina en nombre del partido para buscar alianzas. Iglesias también se activó en la región en los últimos meses.
Coincidiendo con su salida del Ejecutivo, el exvicepresidente maniobró para buscar financiación para crear un grupo de medios de comunicación, o «federación», que abarque tanto América Latina como España. El expolítico sigue interesado en este plan, según ha podido saber este diario. Y concentra su acción en Argentina.
La idea del grupo de medios sigue siendo el programa máximo del ex secretario general, quien necesita que Podemos mantenga cierta fuerza a nivel político nacional. Cuando por ejemplo Iglesias se convirtió en vicepresidente del Gobierno, fuentes de Podemos recuerdan que el político se postulaba de cara a las cancillerías de América Latina como enlace para obtener concesiones, favores o beneficios con el Ejecutivo de España.
Tras salir del Ejecutivo, sin embargo, Iglesias ya no goza de este papel. En Podemos esperan que Irene Montero y el líder del PCE, Enrique Santiago, mantengan esta función. Pero detectan que Díaz se está interponiendo en el camino. La cuestión de la influencia en este lado del Atlántico es tan importante para los dirigentes de Podemos que un elemento esencial para comprender la lucha interna es inevitablemente esto.