Sánchez da plantón al Senado y se parapeta en su gira europea para no tomar medidas

El presidente del Gobierno vuelve a poner rumbo a Europa y a evadir sus obligaciones nacionales. Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Pedro Sánchez no asistirá este mes al pleno de control al Gobierno en el Senado previsto para el martes 22 de marzo, con la excusa de la gira europea que ha iniciado con mandatarios de la UE para preparar el Consejo Europeo del 24 y 25 de este mes. Una ronda que Sánchez comenzó este miércoles con los primeros ministros de Croacia y Eslovaquia y continuará este jueves y viernes con sus homólogos de Rumania, Mauritania, Italia, Grecia, Portugal y Alemania.

Según fuentes parlamentarias de la cámara alta, el Ejecutivo ya ha mandado la comunicación formal a la cámara alta para excusar su asistencia, algo que se ha convertido en una práctica habitual del jefe del Ejecutivo para eludir su obligación reglamentaria y constitucional de someterse al control al Gobierno. Según los partidos de la oposición, Sánchez se parapeta en Europa y utiliza la gira europea y la ronda simultánea con los grupos parlamentarios «para hacerse la foto» y transmitir la imagen de estar actuando ante la crisis de precios.

Fuentes populares denuncian a THE OBJECTIVE que «el Gobierno está superado» por las circunstancias y está siendo adelantado por varios países europeos como Francia, Portugal, Polonia e Irlanda en la adopción de medidas nacionales al margen de las que tome Europa a finales de mes. «Es perfectamente compatible», pero el Ejecutivo tiene dos objetivos que trascienden a la adopción de medidas: «Utilizarnos para hacerse la foto y mandarle el mensaje a Bruselas de que cuenta con la oposición» y «evitar a toda costa una reducción de la recaudación vía impuestos en un contexto de economía de guerra que suponga incurrir en gasto público», tal y como adelantó este periódico.

Reunión ‘fake’ en el Congreso 

De hecho, fuentes populares informan que la reunión de este miércoles en el Congreso entre las tres vicepresidentas del Ejecutivo, Nadia Calviño, Yolanda Díaz, Teresa Ribera y el ministro de Presidencia, Felix Bolaños, fue «un sumario de epígrafes sobre las áreas de adopción de medidas sin concretar ninguna. Fue una hoja en blanco que concluyó sin compromiso alguno ni emplazamiento a nuevas reuniones sino sólo la petición de que apoyemos el decreto que aprobarán el día 29 en el Consejo de Ministros sin saber qué van a aprobar».

Un encuentro en el que, según fuentes gubernamentales, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, pidió «responsabilidad y seriedad» para hacer frente a la situación; la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, habló de los nuevos ERTE que tendrá que aprobar el Gobierno en la cantidad de sectores afectados (agricultura, pesca, industria y transportes); y la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, «explicó las diferentes posiciones que hay en Europa en torno al desacoplamiento del gas de la factura de la luz». Bolaños fue el coordinador de un encuentro que concluyó 50 minutos después de iniciarse con la queja del PP: «Pero si no nos han contado nada…». 

La única certeza con la que acabó la convocatoria fue la constatación de que no habrá bajadas de impuestos porque «no pueden asumir una merma en la recaudación que supondría entrar en la discusión de un recorte de gasto. Es volver a 2010 con el tijeretazo de Zapatero». Por eso, «Bolaños no nos contestó a nuestra demanda de bajar el IVA y el Impuesto de hidrocarburos, que es «la línea roja de Podemos, que ha dicho que no aceptará ningún recorte de ingresos». 

La línea roja del IVA

Por ello, el jefe del Ejecutivo se parapeta en Europa con la confianza de que la chequera europea le salve de ejecutar bajadas de impuestos y consiguientes recortes de gasto. Preguntado este miércoles por esa posibilidad, el presidente Sánchez echó balones fuera porque «podemos bajar impuestos, podemos aumentar las ayudas, pero si no actuamos sobre el origen del problema, y es que tenemos un funcionamiento del mercado energético disfuncional, poco margen tienen los estados miembros para poder amortiguar, proteger y hacer un reparto mas equitativo de las consecuencias económicas».

Previamente, el ministro Bolaños evitó responder a la pregunta de este periódico de si contemplaba una bajada del IVA y se limitó a prometer «una bajada de los precios de la gasolina, la luz y el gas para poder ayudar a las personas que tienen más dificultades». La única pista que dio fue que el Gobierno está trabajando en diferentes medidas como «ayudas de Estado, topar el precio de la energía o un precio único de la energía».

También la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, deslizó que «el Gobierno está estudiando diferentes opciones» y la que parece que podría tener un «mayor rendimiento» sería la de las ayudas directas a los sectores afectados como los transportistas, empresas electorintensivas y consumidores vulnerables, como han anunciado ya Francia, Portugal o Polonia.