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Abdulah Arabi: «El problema con Marruecos no desaparece sacrificando al pueblo saharaui»

El representante del Frente Polisario en España critica que Pedro Sánchez defienda el derecho internacional en Ucrania y que lo obvie cuando mira al sur

Abdulah Arabi: «El problema con Marruecos no desaparece sacrificando al pueblo saharaui»

Abdulah Arabi, representante del Frente Polisario en España. | THE OBJECTIVE

España ha tomado partido por Marruecos en el conflicto del Sáhara. El país alauí presentó en 2007 ante la ONU un proyecto para hacerse con la autonomía del territorio. Desde ese año, sus resoluciones evitan pronunciar la palabra referéndum, motivo por el que creó en 1991 la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (MINURSO). El Gobierno de Pedro Sánchez califica ahora la propuesta marroquí como la «más seria, realista y creíble», algo que ha indignado al Frente Polisario. Su representante en España, Abdulah Arabi, habla con THE OBJECTIVE sobre el cambio de posición del Ejecutivo.

Pregunta. – ¿Cómo recibió el anuncio?

Respuesta. – Con mucho asombro. Es una noticia que rompe con el consenso en la política exterior española de los últimos 46 años. No se basa en el respeto al derecho internacional. Con esta declaración, España abandona la neutralidad con Naciones Unidas.

P. –  ¿Por qué este giro histórico?

R. – Creemos que responde a una estrategia de Marruecos para condicionar el posicionamiento de España. Es un peaje para restablecer las relaciones entre los dos países (la embajadora marroquí abandonó Madrid en mayo del año pasado y aún no ha regresado). 

«Es un peaje para restablecer las relaciones entre los dos países»

P. – ¿Fue un error que España acogiera a Brahim Ghali, líder del Frente Polisario?

R. – No, no fue un error. Para nosotros no. Esa decisión entra en el marco de la ayuda humanitaria. Ghali estaba enfermo. Si un país tiene que pedir permiso a un socio, es que no hay una buena relación. Nosotros creemos que las relaciones internacionales no funcionan así. 

P. – ¿Entonces?

R. – El caso de Ghali ha servido como excusa para elevar la presión que venía ejerciendo Marruecos sobre España desde diciembre de 2020. Desde entonces no dejan de llegar pateras. 

P. – ¿Qué papel tiene el gas en este cambio? 

R. – Si el análisis es ese, se confunden, porque la dirección no es hacia Marruecos. Sánchez se ha equivocado de carretera (casi el 40% del gas que consume España procede de Argelia, principal socio del Frente Polisario).

P. – La inmigración y la integridad territorial también pesan.

R. – La integridad tiene que respetarse con las fronteras internacionales establecidas, no con las que se inventa Marruecos. El problema no desaparece sacrificando al pueblo saharaui. No se puede defender el derecho internacional en Europa (en referencia a Ucrania) y mirar al sur y obviarlo.

El representante del Sáhara en España atiende una llamada. | Foto: THE OBJECTIVE

P. – ¿Ha ganado Marruecos la batalla definitivamente?

R. – No, para nada. Es una cuestión de descolonización y como tal está presente en la IV Comisión de la ONU desde los años sesenta. El asunto debe desarrollarse y acabar con un referéndum de autodeterminación, que es lo que defiende el derecho internacional. 

P. – Otros países ya mostraron su apoyo a la autonomía marroquí…

R. – Lo que hizo Donald Trump fue una declaración de un presidente (en diciembre de 2020). Joe Biden apuesta por la legalidad y el derecho internacional y está dando pasos en ese sentido. Alemania solo actualizó la web del Ministerio de Exteriores diciendo que la propuesta marroquí suponía un paso.

P. – Como España.

R. – Lo que ha hecho España es algo en ese sentido, pero diciendo que la propuesta de Marruecos es la más viable. Con ese matiz asume que apoya esa solución, que es la opción del ocupante. Sánchez aboga por abandonar la legalidad internacional.

P. – ¿Y qué van a hacer los saharauis?

R. – Siempre hemos declarado que tenemos una determinación total para que la vía pacífica sea una opción definitiva, siempre y cuando se celebre un referéndum. Si esto no prospera, tenemos la determinación de continuar la lucha.

P. – ¿Volviendo a las armas?

R. – Estamos en guerra con Marruecos desde el 13 de noviembre de 2020, cuando rompieron el alto el fuego que firmamos en 1991. Atacó civiles en Guerguerat (cerca de la frontera con Mauritania) y ahora está usando drones para matar a los saharauis. Lleva ya 17 asesinatos.

«Estamos en guerra con Marruecos desde el 13 de noviembre de 2020, cuando rompieron el alto el fuego que firmamos en 1991»

P. – ¿Por qué no sabemos nada?

R. – Marruecos lo desmiente y a la comunidad internacional no le interesa. Hay un bloqueo informativo que se mezcla con intereses políticos y económicos. El Gobierno marroquí condiciona a Europa.

P. – ¿También a España?

R. – Sí, y en ese caso es aún más preocupante. Es la potencia administradora del Sáhara y está obligada a asumir su responsabilidad. Hay una vinculación histórica que no se puede negar. Incluso seguimos enseñando el español en nuestras escuelas.

P. – ¿Se sienten traicionados?

R. – Es una reedición de la coyuntura de 1975, cuando se firmaron los acuerdos tripartidos de Madrid. La traición es al compromiso y a la posibilidad de jugar un papel de mediación entre las dos partes. Con esta decisión, España se autoexcluye porque se inclina a favor de una opción, la que no respeta el derecho internacional.

P. – ¿Y el pueblo español?

R. – Nos reconforta su respuesta. Lleva 46 años arropando al pueblo saharaui, tratando de que se enmiende el error y no se prolongue el calvario. Hay un divorcio muy preocupante entre el pueblo y el Gobierno español.

Abdulah Arabi dialoga con el coordinador de CEAS-Sáhara. | Foto: THE OBJECTIVE

P. – La ONU no reconoce los Acuerdos de Madrid, pero tampoco a la República Árabe Saharaui Democrática (RASD). ¿Estáis en un limbo?

R. – Nos reconocen 84 países y, además, somos miembro fundador de la Unión Africana. Para la UE somos el movimiento de liberación, pero en la última cumbre en Bruselas estuvimos como Estado saharaui a pesar de los intentos de Marruecos por vetarnos. El derecho es más poderoso que las presiones políticas y económicas.

P. – Naciones Unidas hizo una declaración muy vaga. ¿Debe pronunciarse de nuevo?

R. – En 1991, con el alto el fuego con Marruecos, se desplegó MINURSO. Lejos de traer una solución es una garantía para mantener la ocupación saqueando los recursos del pueblo saharaui. Además, eso se ha ido traduciendo en un cambio de discurso de la ONU.

P. – ¿Y cuál es la solución?

R. – Si eso no cambia, no podemos seguir en ese proceso de paz. La ONU ha intentado recuperarlo mandando un nuevo enviado especial. Ha visitado la zona y estamos a la espera de que elabore un informe en abril. Mientras, Marruecos ha seguido presionando. Y de este chantaje, la declaración de ayer.

P. – ¿Está muerta la vía de Naciones Unidas?

R. – MINURSO está sobre el terreno pero ni siquiera ha podido comprobar si hay guerra. Marruecos lo usa para legitimar su status quo, la ocupación ilegal.

P. – ¿Qué va a suceder con las minas de fosfatos y los bancos de pesca si triunfa el acuerdo de autonomía?

R. – Ahora ya los gestiona de manera ilegal Marruecos. El Tribunal General de la UE anuló en septiembre los acuerdos de comercio y pesca entre Marruecos y la UE porque los recursos pertenecen al pueblo saharaui. La UE presentó un recurso y se siguen aplicando. Europa legitima con esos acuerdos la ocupación mientras que por otro lado dice que apoya el derecho internacional.

«El Tribunal General de la UE anuló en septiembre los acuerdos de comercio y pesca entre Marruecos y la UE porque los recursos pertenecen al pueblo saharaui»

P. – ¿Quién votaría en el referéndum de autodeterminación?

R. – Eso está acotado. Fue España quien elaboró el censo en 1974 (tenía intención de hacer la consulta un año después, pero Marruecos se exponía a perderla y penetró en el desierto en octubre de 1975 para combatir al Polisario). La ONU ha actualizado los datos. Hay colonos marroquíes que nosotros hemos aceptado con generosidad. 

P.- ¿Cuál es el problema?

R.- Marruecos no quiere oír hablar de algo que no controla. Un proceso en el que no tiene garantías de ganar. A este país le da alergia la democracia. Ya sabemos todos que es el pueblo el que elige y el rey el que gobierna.

P. – ¿La RASD tiene capacidad para subsistir por sí misma si consigue la independencia?

R. – Por supuesto. Somos miembros de la Unión Africana y tenemos presencia en todos los foros.  Sería un país atractivo para las inversiones. España sabe que un Sáhara libre e independiente sería un dique de contención a las males que le azotan, entre ellos la inmigración.

P. – Argelia ha criticado el giro de España. ¿Cambiará esto las relaciones?

R. – Esa valoración compete a Argelia. Para nosotros es un país serio, con una postura inamovible con el pueblo saharaui. Lo ha demostrado con gestos y hechos. (Poco después de producirse esta entrevista, Argelia anunció que retira su embajador en Madrid).

El líder del Frente Polisario en España atiende al teléfono. | Foto: THE OBJETIVE

P. – Zapatero también defendió la autonomía marroquí. ¿Les ha ido mejor con gobiernos del PP?

R. – Desde un punto de vista práctico, sí. Con el PP en el gobierno, España ha sido más exigente con el cumplimiento del derecho internacional. Zapatero ha ido a muchos foros organizados por Marruecos en la zona ocupada para tratar de legitimar su autonomía. Territorios donde se viola fragantemente los derechos de la población.

P.- Pedro Sánchez y su ministro de Exteriores van a visitar Marruecos. ¿El Frente Polisario va a solicitar una reunión con ellos?

R.- Esa visita es el resultado del peaje. Nosotros tenemos interlocución con el Gobierno. En los próximos días les trasladaremos nuestra postura. Han traicionado sus compromisos con el Sáhara.

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