¿Provocación o error? Marruecos pone el escudo boca abajo en la cena con Sánchez
El monarca ha presidido el «iftar» (comida de ruptura de ayuno) al que ha invitado al jefe de Ejecutivo, y donde figuraban las enseñas de ambos países
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el rey de Marruecos, Mohamed VI, han sellado este jueves una nueva relación entre ambos países y, en el marco del encuentro, el monarca ha presidido el «iftar» (comida de ruptura de ayuno) al que ha invitado al jefe de Ejecutivo, y donde figuraban las banderas de España y Marruecos. Sin embargo, tal y como se muestra en una imagen difundida por la agencia marroquí de noticias, llama la atención que el escudo de la bandera española estaba colocado al revés.
En realidad, es la propia bandera rojigualda la que está colocada boca abajo. Un «error de protocolo» de la parte marroquí, según un experto consultado por THE OBJECTIVE, del que posiblemente no tuvo constancia la delegación española ya que la estancia donde se ofreció la cena a Sánchez es un espacio semiprivado del palacio de Mohamed VI al que no pudo acceder previamente el equipo de protocolo de Moncloa.
Sin embargo, en las redes sociales se ha recordado que en el lenguaje militar una bandera izada al revés se considera una rendición ante el enemigo. De hecho, cuando un ejército ocupa un punto hostil y no dispone de su propia enseña, puede izar la bandera enemiga al revés en la plaza tomada con el fin de avisar a sus fuerzas de que el sitio ha sido conquistado.
El iftar se ha celebrado en uno de los salones del palacio real de Rabat donde previamente el monarca y Sánchez mantuvieron una reunión en la que ratificaron la normalización de relaciones bilaterales. Fuentes españolas han destacado el simbolismo a la invitación al iftar y que consideran un gesto de amistad hacia el presidente del gobierno.
En la mesa (llena de sopa marroquí «harira», dulces, huevos y dátiles entre otras cosas), Sánchez estaba sentado a la derecha de Mohamed VI, tal y como indica el protocolo, y a su lado estaba el presidente del Gobierno marroquí, Aziz Ajanuch, considerado amigo cercano del monarca.
A la izquierda del rey estaba sentado su hijo el príncipe heredero Muley El Hasán, que el próximo mes cumplirá 19 años, y que está teniendo en los últimos años una presencia cada vez mayor en la vida pública e institucional del país y casi siempre está al lado de su padre. A su izquierda se sentó el príncipe Muley Rachid.
Compartieron mesa también el consejero del rey Ali Himma, el hombre de confianza del monarca, los ministros de Exteriores de España, José Manuel Albares, y el de Marruecos, Naser Burita, y el embajador español en Rabat, Ricardo Díaz-Hochleitner.
Sánchez llegó a Rabat en un encuentro con Mohamed VI que pretende simbolizar el cierre definitivo de la crisis diplomática entre sus dos países tras el aval de España a la propuesta de autonomía marroquí para el Sahara Occidental.