Podemos cierra filas con Mélenchon y Díaz se queda sin referentes en los comicios de Francia
El sector de Ada Colau impidió a la ministra de Trabajo acercarse al candidato de la izquierda francesa que mejor resultado obtendrá, según los sondeos
La ministra de Trabajo y lideresa del espacio de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, se ha quedado sin referentes en las elecciones presidenciales francesas. El sector catalán de Ada Colau, aliado de Díaz, ha preferido acercarse a los verdes y a la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Este movimiento ha impedido a Díaz intentar cerrar filas con Jean-Luc Mélenchon, el representante de la izquierda francesa que cosecha mejores resultados en los sondeos.
Díaz ha lanzado hace meses una intensa agenda internacional. Se ha reunido con políticos, intelectuales y hasta con el Papa. Pero en Francia no ha tomado partido. Ninguno de los candidatos a las presidenciales, cuya primera vuelta se celebrará el próximo domingo, ha despertado el interés de la política gallega.
En Unidas Podemos señalan esta ausencia de Díaz en el tablero francés. Y culpan de ello al sector catalán. Concretamente al de Iniciativa per Catalunya Verds (ICV), que cuenta con políticos como Josep Vendrell y Ernest Urtasun, quienes “apoyan” al candidato del partido Verde, Yannick Jadot. Colau, por su parte, se ha decantado por la alcaldesa de París, mientras que los dirigentes de Podemos, como Irene Montero y Ione Belarra respaldan sin fisuras a Mélenchon.
El problema para las fuentes consultadas es que Yolanda Díaz por su deuda con el sector catalán apoya a candidatos que tienen «entre el 2% y el 5%». Mélenchon, en cambio, ocupa la tercera posición, después de Emmanuel Macron y Marine Le Pen, con una expectativa electoral del 15,3%. A la segunda vuelta solo llegarán los primeros dos candidatos. Macron lidera las encuestas con el 27% de preferencias, y Le Pen se acerca con más del 20%.
Apuesta táctica de Podemos
Los afines a Díaz han lamentando desde hace semanas su ausencia en los equilibrios franceses. Las fuentes consultadas creen que Podemos intenta acercarse a Mélenchon, pero sin comprender del todo su apuesta política. Se trataría más bien de un respaldo táctico, favorecido por la posición tibia de Yolanda Díaz. Según algunos observadores, Podemos intenta relanzarse en España gracias al buen resultado de Mélenchon, pero más como opción de «izquierda» que como seria apuesta «nacional-popular».
Podemos ya se acercó a Mélenchon con su búsqueda de alianzas internacionales -el llamado «movimiento europeo por la paz»- tras el estallido de la guerra en Ucrania. Los morados estrecharon lazos con Corbyn y con la izquierda portuguesa, todos escépticos sobre el envío de armas a la resistencia de Kiev. Tanto Podemos como Mélenchon y los demás aliados europeos sostuvieron que había que enfocar la respuesta a Rusia únicamente en la vía diplomática. Díaz, en cambio, apoyó a Sánchez, generando una brecha en Unidas Podemos.
Las ministras Montero y Belarra han respaldado esta semana públicamente al líder de Francia Insumisa. «Este domingo Francia tiene la oportunidad de apoyar a un candidato que defiende una redistribución fiscal justa, políticas verdes, antirracismo y feminismo. Cuentas con toda nuestra fuerza Mélenchon», escribió Montero el pasado viernes.
«Un lastre» para Díaz
«Este domingo Francia se enfrenta a unas elecciones presidenciales que son clave para su futuro. Desde aquí quiero mandar todo mi apoyo y fuerza a Mélenchon y a los compañeros/as de la Francia Insumisa. Vuestra determinación democrática prevalecerá frente a los reaccionarios», mantuvo Belarra.
El apoyo a Mélenchon de Podemos es, por lo tanto, más simbólico que estratégico, puesto que los morados están evitando emular su receta, que ha despertado el interés de los franceses. En cierto sentido, subrayan algunos en el partido morado, el candidato francés está «cuestionando todas las decisiones estratégicas de la izquierda española».
Díaz, en cambio, que aspira a rejuvenecer la oferta política de Unidas Podemos, ha preferido mantenerse de perfil. Una decisión conservadora que no ha sentado del todo bien a algunos de sus afines, quienes aseguran que detrás de esta inacción se halla el sector catalán. «Se están convirtiendo en un lastre para Díaz», avisan.