La desaparición de la que nadie habla: la Policía analiza «pistas falsas» para dar con Dani
Los Mossos d’Esquadra ya no manejan como principal hipótesis el suicidio. La familia pone el foco en uno de los amigos que lo vio por última vez
Danilo Carrasco fue visto por última vez el día de su cumpleaños. Cumplía 38 años y, como había hecho en otras ocasiones, quedó con cinco amigos para celebrarlo y tomar unas copas en Rubí, una localidad situada a 15 kilómetros de Barcelona, donde reside la mayoría de sus conocidos. Ese miércoles 23 de marzo, sin embargo, sería distinto. Entrada la noche de aquel día, las cámaras de la estación de autobuses de Rubí captaron la última imagen de este joven, dubitativo, entrando a la terminal para volver a su casa, en la capital catalana, y poco después, saliendo de ella rápidamente.
De esa última instantánea ya han pasado más de tres semanas. Desde entonces, los Mossos d’Esquadra tratan de esclarecer todo lo sucedido. En un principio, según ha podido saber THE OBJECTIVE, los agentes creían que se trataba de una desaparición voluntaria, en concreto, un posible suicidio. Ahora, en cambio, han descartado esa hipótesis y buscan otras vías, habida cuenta de que en los últimos días, según cuenta la familia del desaparecido a este periódico, los investigadores han dado con una serie de «pistas falsas», al parecer diseñadas a conciencia para despistarles en su objetivo por dar con el paradero de Danilo.
«Dicen que el caso es muy raro, que hay muchas cosas que no se entienden», cuenta Patricio Carrasco, hermano del desaparecido, en conversación con este diario. Este catalán de adopción recuerda la total angustia de los primeros días. Poco después de que la familia denunciase la desaparición, los investigadores les comunicaron que probablemente se trataba de un suicidio. Las primeras pesquisas llevaron a los Mossos d’Esquadra hasta el bosque de Les Fonts, entre Rubí y Terrasa, donde creían podía estar el cuerpo de Danilo.
«Lo más probable es que encontremos allí su cadáver, iros haciendo a la idea», les dijeron los agentes encargados de la investigación al entorno de Danilo. «Nos dijeron que fuéramos concienciando a nuestra madre…», cuenta Patricio. Tras dos semanas de búsqueda, los Mossos parecen haber descartado que el desaparecido pueda estar en ese paraje natural. Las batidas humanas, incluso con la ayuda de canes, no han dado ningún fruto.
«Hay alguien detrás»
Ahora, la investigación ha tomado un nuevo rumbo. Los agentes no descartan ninguna hipótesis y centran sus trabajos en investigar el entorno de Danilo, a la par que tratan de desentrañar esas «pistas falsas» para ir atando cabos en el motivo de la desaparición. La familia tiene claro que «hay alguien detrás de todo esto» y pone el foco en las personas que acompañaron en la noche de su cumpleaños al desaparecido.
«Cuando cerraron el bar, a las 01:30 horas, Danilo termina con una persona. Sin embargo, esa persona dice que no recuerda nada. Que le es imposible por la borrachera de aquella noche. Es bastante extraño que no se acuerde de nada. Sobre todo, porque las cámaras captaron a algunos amigos acompañándolo a la estación de buses para volver a casa. Él iba a coger el bus para volver a casa, trabajaba al día siguiente, pero pasa algo que le hace salir de la estación…», apunta Patricio.
El móvil de su hermano cogió señal por última vez a las diez de la mañana del día siguiente de desaparecer en Terrasa (Barcelona). De ahí en adelante todo son incógnitas por resolver en un caso que apenas ha tenido trascendencia en los medios de comunicación.
Más desapariciones
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado registraron en 2021 un total de 22.285 denuncias por desaparición de personas. Esto supone un aumento del 21,5% con respecto a 2020 en el que ha sido el segundo año de la pandemia del coronavirus, y que cada 30 minutos un ciudadano denuncia una desaparición en España.
Desde Interior señalan en este sentido que pese al repunte de casos, se trata de un año condicionado por la pandemia y que, por sus características excepcionales, se ha «propiciado una reducción extraordinaria» en el número de denuncias «que no puede compararse con el resto de años de la serie histórica». Las cifras de 2021 suponen un 19% menos que en 2019 (27.560), pero se sitúan al mismo nivel, por ejemplo, que en 2016, cuando se registraron un total de 21.576 denuncias por desaparición.