Feijóo y Moreno marginan al candidato para la alcaldía de Sevilla que eligió Casado
El presidente del PP y el barón autonómico evitaron promocionar a José Luis Sanz durante el cónclave de los ‘populares’
Alberto Núñez Feijóo y Juanma Moreno Bonilla durante el cónclave de Sevilla | Eduardo Briones (EP)
El congreso extraordinario del Partido Popular en Sevilla ha pasado sin pena ni gloria para José Luis Sanz, candidato a la alcaldía por esta ciudad para las municipales de 2023. Ni Alberto Núñez Feijóo ni Juanma Moreno le mencionaron en sus discursos del cónclave de los ‘populares’, por lo que dirigentes locales y provinciales consultados por THE OBJECTIVE se temen que el candidato elegido por Pablo Casado unos meses antes de su marcha no cuente de aquí a los comicios con el apoyo entusiasta de la dirección nacional y regional.
El cónclave en la capital andaluza era el lugar idóneo para aupar al candidato del PP que se va a presentar a las elecciones dentro de un año, pero tanto Feijóo como Moreno Bonilla -sobre todo, este último- le hicieron el vacío a Sanz. La única dirigente que mencionó su nombre desde el vistoso escenario azul fue la presidenta de Nuevas Generaciones, Bea Fanjul, una firme ‘casadista’ como se pudo ver en Sevilla cuando manifestó en público su cercanía y estima por el líder caído. Feijóo solo le concedió un saludo.
La ‘marginación’ que vivió Sanz en el congreso de Sevilla contrasta con la alfombra roja que tuvo la candidata del PP para Valencia, María José Catalá, cuando los ‘populares’ organizaron en octubre su última convención política en la capital valenciana. En aquella ocasión, tanto Casado como otros dirigentes del PP se esmeraron por destacar el perfil de Catalá, subrayan las citadas fuentes.
El pulso por el control del PP de Sevilla, tanto a nivel municipal como regional, fue el más conflictivo entre Casado y Moreno durante la presidencia del primero. La batalla en marzo de 2021 giró en torno a la reelección de la presidenta provincial, Virginia Pérez, quien contó con el apoyo de Génova. Sin embargo, el presidente de la Junta de Andalucía promocionó a un rival, Juan Ávila, pero el alcalde de Carmona perdió en las primarias contra Pérez por amplio margen.
Aquella derrota obligó a Moreno a aceptar al candidato de Génova para la ciudad de Sevilla, el citado José Luis Sanz, pero con la caída de Casado han cambiado las tornas en la dirección nacional y la «invisibilidad» que ha tenido Sanz en el cónclave del PP es muestra, a juicio de las fuentes consultadas por este diario, de que su candidatura no genera entusiasmo en el Palacio de San Telmo, sede de la presidencia andaluza.
En 2017 ya se vivió en este territorio el congreso provincial más convulso de todos los que tuvo que organizar el PP de Mariano Rajoy. Al igual que hace un año, hubo dos candidaturas. La de Virginia Pérez estaba bendecida, curiosamente, por Moreno Bonilla y Javier Arenas, quien ha movido los hilos en el PP de Sevilla en las últimas décadas para colocar a sus peones de confianza. La primera ganó las primarias con unos pocos votos de diferencia al otro candidato, Juan Bueno.
Sin embargo, el exministro con Aznar soltó amarras con Pérez al poco tiempo de auparla a la presidencia del PP de Sevilla, sin que Moreno Bonilla le llamase la atención por este hecho. De ahí que desde el PP nacional se considerase hace un año que Arenas no debía influir en el proceso de renovación.
Feijóo elige a Bendodo como ‘hombre fuerte’
A esta «sensación de división y navajeo», como lo describió una figura del PP sevillano, le siguió el problema de las incompatibilidades en las que podían incurrir algunos dirigentes del PP andaluz después de los congresos provinciales. Una reforma introducida en 2017 en los estatutos, a instancias precisamente de ‘populares’ andaluces, impide compaginar cargos orgánicos con gubernamentales en una serie de supuestos.
La entonces vicesecretaria de Organización, Ana Beltrán, avisó por carta a los presidentes y secretarios generales provinciales que sólo se podían compatibilizar cargos orgánicos con los que tuvieran en ayuntamientos, diputaciones, parlamentos regionales o el Senado.
Eso excluía los cargos en un Ejecutivo autonómico, caso del consejero regional de Presidencia y ‘mano derecha’ de Moreno Bonilla, Elías Bendodo, quien hace un año fue elegido presidente del PP de Málaga al encabezar la candidatura unitaria que se presentó en esta provincia. Así que aquella aparente incompatibilidad en la que incurrió Bendodo con su ‘doble sombrero’ tuvo que ser resuelta por Casado con una dispensa. El ‘número dos’ de Moreno ha ascendido ahora al ‘núcleo duro’ de Feijóo con su puesto de coordinador general.
