El Govern aumentó el gasto por preso tras la llegada de los condenados por el 'procés'
Cataluña aumentó un 10% el presupuesto en presos cuando Interior aprobó el traslado definitivo de los líderes independentistas a las prisión de Lledoners
Cataluña aumentó el gasto diario por preso casi en un 10% entre 2019 y 2020. De los 152 euros invertidos en este primer año, la Generalitat pasó a gastar 166 euros en cada interno, casi unos 5.000 euros al día, según muestra el último informe sobre las prisiones europeas Space I – 2021, elaborado anualmente por el Consejo de Europa. Datos que contrastan con los de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, de quien dependen el resto de prisiones españolas, y cuya inversión por recluso se sitúa muy por debajo de lo que se destina en las prisiones catalanas.
El Ministerio del Interior gasta unos 71 euros al día en cada uno de los internos que cumple condena en alguna de las cárceles dependientes de la administración del Estado, según los últimos datos de departamento de Prisiones. Este dato convierte al sistema penitenciario español en uno de los más caros de la Unión Europea, cuyo coste medio diario por interno está en 49 euros. En otras palabras, España paga por cada recluso un 45% más que el resto de la UE. En el caso catalán, este porcentaje se dispara habida cuenta de que la Generalitat invierte un 133,8% más que Interior.
La diferencia tan amplia entre ambos casos, según refieren fuentes penitenciaras, está en que Interior no incluye en el presupuesto la vigilancia exterior de las prisiones, a cargo de Policía y Guardia Civil, quienes dependen directamente de la partida de la Secretaría de Estado de Seguridad.
Traslados
Este último aumento de la inversión penitenciaria catalana se produjo en un momento especialmente crítico para la política catalana. Fue en junio de 2019, cuando el departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska aprobó los traslados de los presos del procés a las cárceles catalanas, poco antes de ser condenados por el Tribunal Supremo. Cuatro meses más tarde, el Alto Tribunal impuso penas de entre nueve y 13 años de cárcel a los nueve líderes independentistas catalanes por delitos de sedición y malversación.
Desde ese momento, los condenados cumplieron condena en firme en las prisiones catalanas hasta el 21 de junio de 2021. Fecha en la que el Gobierno aprobó el indulto a los líderes independentistas 1.328 días después de su entrada en prisión. Desde mediados de 2019 en adelante, los políticos catalanes estuvieron internos, en un primer momento, en las cárceles de Lledoners y de Puig de les Basses, y finalmente solo la primera. Una cárcel moderna, a 70 kilómetros de Barcelona, y equiparada con piscina, amplitud de espacios, gimnasios y un régimen especial de autogestión.
Menos presos
Además de estas cifras, el documento del Consejo de Europa también pone de manifiesto que la ocupación de las cárceles españolas está entre las mas bajas del continente. Hace unos días, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, alabó este escenario y tildó el sistema penitenciario de «referencia internacional». Sobre esta estadística, aseguró que España estaba nueve puntos por debajo de la media europea, con 73,4 internos por cada 100 plazas en los centros de la Administración General del Estado.
Grande-Marlaska subrayó que el descenso de la población «era tendencia» habida cuenta de que «desde 2011 se ha reducido en más de un 21% hasta alcanzar los 46.300 en abril». Prueba de ello es que la ocupación en las cárceles descendió a mínimos históricos en 2021. La cifra que desgranó el ministro se trata de la más baja registrada en los últimos 20 años. Para encontrar un ejercicio con menos presos habría que remontarse a 2002, cuando se contabilizaron 44.924.
El volumen de internos se ha reducido progresivamente desde 2010, un año después de que se llegase al pico con 73.832 reos. Una tendencia que ha hecho que las prisiones españolas, exceptuando las de Cataluña, tengan hoy casi 27.000 presos menos que hace doce años. En este tiempo, el número de reos ha descendido en casi un 38%.
En el caso de Cataluña, no obstante, también se ha producido un descenso significativo de internos en la última década. Mientras en 2010, las prisiones de esta comunidad albergaban 10.520 reclusos, ahora esa cifra ha descendido hasta los 7.884, un 26% menos.