Castilla-La Mancha, sobre los jamones regalados al consejero de Sanidad: «Es costumbre que suelan ser obsequiados»
El Gobierno regional de García-Page sigue sin aclarar el origen y el destino de los productos que fueron recibidos en la Consejería de Sanidad en las vísperas de Navidad
El Gobierno de Castilla-La Mancha admite ahora su «costumbre» de «obsequiar» a su personal con regalos que se reciben en dependencias públicas, pese a las prohibiciones por ley y por el propio código ético de sus altos cargos. La Consejería de Sanidad castellano-manchega responde así a la petición de información de THE OBJECTIVE sobre el paradero de los jamones que fueron regalados la pasada Navidad a nombre del consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, el director general de Salud Pública, Juan José Camacho Parejo, y la secretaria general de Sanidad, Elena Martín Ruiz; un asunto desvelado por este diario hace cuatro meses.
Es la propia Martín Ruiz quien responde a la consulta, realizada a través del Portal de Transparencia de Castilla-La Mancha y estimada. En su contestación, el gabinete del consejero recuerda que «la recepción de regalos, dentro de los usos habituales, sociales y de cortesía», se rige de acuerdo a la Ley del Estatuto Básico del Empleado Púbico y al propio Código Ético para los Altos Cargos o Asimilados de la Administración de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Un marco normativo que prohibe expresamente «cualquier regalo, favor o servicio en condiciones ventajosas que vaya más allá de los usos habituales, sociales y de cortesía».
Preguntada expresamente por las remesas de jamones y vinos recibidas en las vísperas navideñas en dependencias de la Consejería de Sanidad, la administración autonómica responde que los regalos «carecen de codificación específica en el registro de entrada, más allá de la consignación de saludos de los actores públicos o privados en comunicación con estos órganos». De acuerdo con Sanidad, «se reciben regalos, no inventariables y sin codificación específica de recepción, como placas conmemorativas, artesanía, bibliografía variada (monografías, anuarios, memorias, etc.) que quedan en las diferentes dependencias de la Consejería».
La «costumbre» de repartir la comida regalada
Ocurre algo distinto cuando se trata de comida: «En el caso de productos alimenticios y perecederos, es costumbre que suelan ser obsequiados a diferente personal o consumido de forma compartida». Así lo reconoce en su escrito la Consejería de Sanidad, sin aclarar cuál fue el destino final de los jamones y los vinos recibidos a nombre del consejero y varios altos cargos. Pese a los intentos de este diario por recabar pruebas que atestigüen esta versión, la Consejería de Sanidad no ha facilitado facturas u otro tipo de documento que corroboren el destino final de los jamones.
En esta respuesta, la Consejería omite las primeras explicaciones que dio a este diario en un primer momento, cuando aseguraba que los regalos navideños enviados a Jesús Fernández Sanz fueron devueltos o donados a entidades sin ánimo de lucro. Antes de su publicación en THE OBJECTIVE, la versión era otra. El personal del gabinete del consejero aseguró a la sección sindical de STAS-Intersindical en la Consejería de Sanidad -que dio la voz de alarma- que los paquetes recibidos respondían a una compra conjunta de funcionarios.
Ahora, la Consejería vuelve a deslizar esta posibilidad al admitir en su escrito que, «a título privado, en ocasiones se adquieren
productos con entrega en las instalaciones de la Consejería, por no encontrarse el personal referido presente en sus domicilios en horarios convencionales de entrega de paquetería». Distintas versiones a lo largo del tiempo, ninguna de las cuales han convencido ni a la sección sindical que denunció el asunto ni a la oposición en la Asamblea de Castilla-La Mancha, donde Partido Popular y Podemos han pedido explicaciones.
Explicaciones sobre el «origen y destino» de los jamones
Según las estimaciones de los ‘populares’, la cuantía de dichos regalos podría ascender a los 2.000 euros. La portavoz parlamentaria del PP de Castilla-La Mancha, Lola Merino, valoró la noticia publicada por este diario como «un escándalo de dimensiones mayúsculas» sobre la que el Gobierno regional de Emiliano García-Page «todavía no ha dado ningún tipo de explicación». «Podríamos estar hablando de regalos cercanos a los 2.000 euros dirigidos a representantes públicos”, apuntaban los populares.
También Podemos Castilla-La Mancha criticó el asunto y solicitó formalmente al consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, una relación detallada de todos los regalos que habría recibido la Consejería de Sanidad durante las navidades. Por su parte, la sección sindical de STAS-Intersindical en la Consejería de Sanidad pidió la dimisión del consejero, el director de Salud Pública, así como de la secretaria general de Sanidad, porque «es una vulneración flagrante del código ético y roza lo delictivo». «No puede seguir en el cargo ni un minuto más», aseveraba el portavoz del sindicato, Gustavo Fabra, el pasado mes de enero.