Varios sindicatos policiales denuncian que la frontera de Melilla con Marruecos «está en pañales»
La plataforma se ha presentado en rueda de prensa para leer un manifiesto en el que ha reclamado un aumento de plantilla exclusivo para los puestos fronterizos
Varios sindicatos de la Policía Nacional y la Policía Local de Melilla y asociaciones profesionales de la Guardia Civil se han unido en una plataforma denominada ‘Por una frontera segura para una Melilla segura’, y han advertido de que la frontera con Marruecos «está en pañales» ante su próxima reapertura.
La plataforma está conformada por AUGC, AEGC y ASEGC por parte de la Guardia Civil; el SUP, la CEP y UFP por parte de la Policía Nacional y el SPLM y CCOO-Servicios para la Ciudadanía por la de la Policía Local, cuerpo de seguridad que, aunque no interviene en los pasos fronterizos, sí controla las carreteras de acceso a estos.
La plataforma se ha presentado en rueda de prensa para leer un manifiesto en el que ha reclamado un aumento de plantilla exclusivo para los puestos fronterizos, personal policial fronterizo catalogado y especializado y una remodelación de las infraestructuras fronterizas para evitar intrusiones violentas como, por ejemplo, los vehículos kamikazes.
También ha pedido medios técnicos de detección de personal, como un escáner móvil o escáner de camiones; un protocolo de actuación «claro y acorde al tratado Schengen» para evitar la inseguridad jurídica de los agentes, y la adscripción de unidades especializadas de apoyo al control fronterizo, como Guías Caninos, UIP y Policía Local.
Por último, ha exigido la aplicación rigurosa de la normativa de Prevención de Riesgos Laborales en los puestos fronterizos que conectan Melilla con Marruecos, algo que la plataforma ha considerado muy importante porque «hay que pensar en la salud» de los funcionarios que prestan servicio en los pasos fronterizos y las personas que hacen uso de ellos.
El secretario general del SUP en Melilla, Jesús Ruiz Barranco, ha asegurado que la frontera con Marruecos «está ahora mismo totalmente en pañales» porque «no hay nada que permita abrirla» en cuanto al sistema de frontera inteligente anunciado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, según el cual estaría para finales de año.
Ha lamentado que la frontera de Beni-Enzar, la más importante de las cuatro que conectan Melilla con Marruecos y la única que ha permanecido con personal desde su cierre en marzo de 2020, ha estado más de dos años sin mantenimiento y «con la suciedad campando por las instalaciones», algo que han sufrido los agentes de servicio.
«Han tenido dos años para solucionar muchas cosas porque se sabía que la frontera se abriría tarde o temprano», ha lamentado el responsable del SUP en Melilla, según el cual el lado marroquí «está prácticamente para que se abra», a diferencia del lado español, que «está hecho un lodazal».
Otro de los temores de la plataforma, que ha expresado Ruiz Barranco, es que no se amplíe la plantilla de la frontera para implementar el control de salida de personas, algo que hasta ahora no se hacía, y que, para ello, se haga uso de efectivos de otras unidades policiales, lo que «rompería la tranquilidad que ahora hay en Melilla».
El secretario general de AUGC en Melilla, Sergio Márquez, ha cifrado en 300 los guardias civiles que tendrían que incorporarse a la plantilla en Melilla y evitar los refuerzos puntuales que se producen desde hace 15 años cada vez que hay una mayor presión en la ciudad, ya que esos agentes que llegan son detraídos de otras comandancias.
Los refuerzos, además, son «para parchear» y suponen un mayor coste que el aumento efectivo de las plantillas en Melilla, algo necesario por la idiosincrasia de la ciudad, han defendido las asociaciones de la Guardia Civil presentes en esta plataforma, que aspira a incorporar a otras asociaciones y sindicatos de ambos cuerpos.
Ruiz Barranco no ha ocultado el «disgusto» que tienen por el hecho de que la delegada del Gobierno solo se haya reunido para hablar de la reapertura de la frontera con representantes de empresas y comerciantes, como la Confederación Melillense de Empresarios (CEME-CEOE), y no con los representantes de Policía y Guardia Civil.