El Gobierno frena la creación de la IGP Jamón Serrano de España tras las críticas del sector
El Ministerio de Agricultura suspende la polémica aprobación del sello de calidad, con el que habría sido posible comercializar jamones de origen extranjero y curados en cualquier zona de España
La creación de la denominación Indicación Geográfica Protegida (IGP) Jamón Serrano de España ha sido suspendida. Tal y como estaba planteado este sello de calidad, los jamones podían ser importados del exterior y secados de forma artificial en cotas de costa durante solo siete meses. Tras meses de polémica por los estándares planteados y entre críticas de diversas voces del sector, el Gobierno ha optado por frenar su tramitación, dejando así a la gran industria cárnica sin una de sus demandas de los últimos años.
La decisión ha sido emitida desde la Dirección General de la Industria Alimentaria, que ha informado de la suspensión de la ejecución de la resolución que daba luz verde a la continuación del procedimiento para el registro de la IGP Jamón Serrano de España. El área, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), también ha suspendido la anulación del sello de calidad inferior con el actualmente cuenta el jamón serrano: Especialidad Tradicional Garantizada (ETG).
Así las cosas, el jamón serrano -existente también en otros países europeos y latinoamericanos- podrá seguir comercializándose como una ETG, y no como una IGP, que es el segundo mayor sello de calidad reconocido por la Unión Europea, solo por detrás de la Denominación de Origen Protegida (DOP). Por ese orden, estas denominaciones reconocen el grado de calidad del producto.
Las denominaciones de origen, contra la creación de la IGP Jamón Serrano
Ha sido precisamente la asociación Origen España, que agrupa a la práctica totalidad de las denominaciones de origen españoles, una de las entidades que se opusieron a la creación de esta IGP. Entre otras instituciones, también formularon alegaciones las dos IGP de jamón serrano -de cerdo blanco- que actualmente existen en España: Serón (Almería) y Trevélez (Granada), que en declaraciones a THE OBJECTIVE apunta su «tranquilidad» por la paralización del proceso.
La controversia suscitada por la IGP Jamón Serrano de España, según argumentaban las entidades contrarias a su creación, radicaba precisamente en el pliego de condiciones que fue aprobado por el MAPA: los jamones podían ser curados en cualquier punto del territorio español, independientemente del origen del producto, de si el secadero se encuentra en zonas que no son de sierra y de si el secadero es artificial o natural.
El planteamiento de Agricultura permitiría que con solo siete meses de curación una pieza pudiera comercializarse con el sello de calidad europeo.
Otro de los aspectos más polémicos de la norma que ha sido finalmente suspendida era el del tiempo de curación de las piezas. Mientras que otras IGP exigen que los jamones permanezcan al menos 17 meses en el secadero, el planteamiento de Agricultura permitiría que con solo siete meses de curación una pieza pudiera comercializarse con el sello de calidad europeo.
Además, las oposiciones argumentaban que, en el caso del jamón serrano, no concurren las circunstancias para que pueda ser considerado IGP, pues existen equivalentes en multitud de países y su elaboración no se circunscribe a la totalidad del territorio español. De acuerdo con la normativa europea que regula estas figuras de calidad, uno de los requisitos es que una de las fases de producción tenga lugar en el área geográfica delimitada.