El presunto asesino en serie de Bilbao se entrega a la Policía y niega los hechos
La Ertzaintza lo investigaba desde hace cinco meses y lo buscaba por haber acabado con la vida de cuatro hombres en la ciudad vasca
El joven sospechoso de asesinar a varios hombres en Bilbao tras contactar con ellos por medio de una red de citas entre homosexuales se ha entregado este jueves en dependencias de la Ertzaintza en Irún (Guipúzcoa).
Según ha informado el Departamento vasco de Seguridad a Europa Press, el sospechoso se ha presentado voluntariamente este jueves en dependencias de la Ertzaintza al ver su rostro en los medios de comunicación como el presunto homicida, y con la intención de «colaborar» en el caso.
La Ertzaintza ha procedido a la detención del varón para esclarecer lo sucedido y avanzar en la investigación de los homicidios. Se mantiene el secreto de las actuaciones por orden del juez que instruye el caso.
Según han informado a Europa Press fuentes conocedoras de las pesquisas, la investigación de estos supuestos cuatro homicidios la ha llevado a cabo la Ertzaintza y hace ya varias semanas la autoridad judicial emitió una orden de detención del presunto autor de los hechos, de nacionalidad colombiana.
Hasta el momento en los juzgados de Bilbao se han abierto tan solo dos procedimientos por sendos homicidios en la capital vizcaína, sobre los que se ha decretado secreto de las actuaciones. Al parecer, se investiga la implicación también del sospechoso en otras dos muertes de otros dos varones en Bilbao, con los que se habría comunicado a través de una aplicación de contactos.
El perfil del supuesto autor de los hechos
El presunto criminal utilizaba el pseudónimo de Carlos en las redes de contacto gais para dar con sus víctimas. Pero su nombre, en realidad, era Nelson. El sospechoso es de origen colombiano, tiene 25 años y cuenta con antecedentes por delitos de estafa en dos regiones españolas. Son los datos que hasta el momento se conocen, según ha podido saber este periódico, sobre el perfil de este criminal al que la Ertzaintza investiga desde hace cinco meses y buscaba por haber acabado con la vida de cuatro hombres en la ciudad vasca. La Policía vasca, no obstante, trabaja con la hipótesis de hasta ocho posibles asesinatos de varones a manos de este joven.
Las fechas en las que se cometieron estos crímenes fueron entre los meses de septiembre y octubre de 2021. La investigación, que coordina un juzgado de instrucción de Bilbao, sin embargo, no comenzó hasta dos meses después cuando la familia de una de las víctimas, de 43 años, denunció la desaparición de miles de euros de su cuenta a los pocos días de su muerte. Hasta ese momento, las muertes se habían atribuido a causas naturales.
La ausencia de símbolos de violencia descartó en un primer momento que fuera un asesinato, aunque la relación con otros tres casos muy similares llevaron a los agentes vascos a sospechar de la existencia de una cadena de muertes causadas por un mismo individuo. El supuesto asesino utilizaba el nombre de Carlos para citarse con homosexuales, residentes en el casco antiguo de Bilbao, a través de apps como ‘Grindr’ y ‘Wapo’.
Según la investigación, primero se ganaba la confianza de las víctimas y más adelante, en sucesivas citas, les drogaba y aprovechaba su situación de vulnerabilidad para obtener las claves de sus cuentas bancarias y sustraerles grandes cantidades de dinero tras acabar con sus vidas.
Se dejó una mochila
La Ertaintza pudo corroborar este modus operandi tras realizar la autopsia a unas de las víctimas. Los resultados descubrieron que el cuerpo del varón contenía cantidades de éxtasis líquido. Una droga cuyo consumo anula la voluntad y en dosis altas puede inducir el coma y hasta causar la muerte. Su rastro desaparece en cuestión de horas del organismo.
No obstante, según publica El Correo, lo que resultó fundamental para la investigación y en definitiva, para destapar este caso fue el error que el supuesto criminal cometió poco antes de que la Ertzaintza confirmase los restos del éxtasis líquido en el cuerpo de una de las víctimas.
El sospechoso se dejó una mochila con documentos y un recipiente que contenía esta droga en el piso de una de las víctimas, que logró zafarse del asesino con el que, dijo, había quedado previamente. Según relató el superviviente a la Policía, mientras tomaban algo en el salón, el individuo le besó y, acto seguido, intentó estrangularlo.
El hombre se resistió y entonces comenzó entre ambos un forcejeo por toda la casa. Los ruidos y los gritos de la víctima, que llegaron a oídos de los vecinos, acorralaron al presunto asesino, tras lo que huyó a toda prisa, dejándose sus pertenencias. Entre ellas, enseres personales, que facilitaron su identificación, y las sustancias sedantes que presumiblemente usaba para acabar con las víctimas.