Marruecos ‘envía’ un 20% más de inmigrantes a Canarias pese al giro de Sánchez en el Sáhara
El cambio de postura del Gobierno con el Sáhara Occidental frena los flujos migratorios en Ceuta y Melilla, pero no tiene efecto sobre el archipiélago canario
El cambio de postura del Gobierno con el Sáhara Occidental sigue sin frenar los flujos migratorios en el Atlántico. El nuevo entendimiento entre Madrid y Rabat sí ha dado por el momento frutos en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, donde la Policía marroquí ejerce un control exhaustivo en los pasos fronterizos y apenas se han registrado saltos en las vallas. Pero la situación en Canarias apenas ha cambiado. La llegada de pateras a las siete islas procedentes del país vecino sigue siendo una constante, aseguran fuentes policiales a THE OBJECTIVE.
Según datos del Ministerio del Interior, la llegada de inmigrantes a territorio español a través del archipiélago canario desde las costas marroquíes se ha incrementado en un 50% en los primeros cuatro meses de 2022, con respecto al mismo periodo del año anterior: 6.624. El apoyo español al plan de autonomía marroquí respecto al Sáhara tampoco ha tenido, por ahora, un gran impacto en los flujos migratorios. Desde el mediados de marzo, fecha en la que ambos países anunciaron el nuevo rumbo en sus relaciones diplomáticas, hasta finales de abril, la inmigración en Canarias ha crecido casi en un 20%, conforme a las estadísticas del departamento dirigido por Fernando Grande-Marlaska.
Durante este último periodo, el pico en la recepción de inmigrantes en la comunidad autónoma canaria se registró entre el 27 y 29 marzo, dos semanas después del giro del Ejecutivo con el Reino de Marruecos. En cuestión de 72 horas, 350 inmigrantes llegaron al archipiélago a bordo de distintas embarcaciones tras ser rescatados por Salvamento Marítimo. Estos ciudadanos, la mayoría de origen saharaui y magrebí, habían partido desde el mismo punto, la ciudad costera de Tarfaya (Marruecos).
Pese a que todavía no hay datos oficiales, en las últimas semanas también se han interceptado cayucos en la ruta atlántica —el camino por mar que siguen los inmigrantes en su intención por arribar a la costa canaria desde África— . Sin ir más lejos, este lunes al menos 44 personas han muerto ahogadas al naufragar un bote con más de medio centenar de migrantes a bordo frente a la costa del Sáhara Occidental, según ha informado una portavoz de la ONG Caminando Fronteras en su cuenta de Twitter.
Refuerzo de patrullas marítimas
Ante este escenario, el Ministerio del Interior ha anunciado que en julio volverá a poner en marcha el refuerzo de patrullas marítimas para frenar la llegada de pateras a las costas españolas. Un acuerdo que representantes tanto de este departamento como de Migraciones y Exteriores alcanzaron con las autoridades marroquíes el pasado viernes.
La decisión en primer lugar supone recuperar este servicio hasta ahora suspendido por la pandemia del coronavirus. Aunque todavía están por concretarse, los nuevos términos de la cooperación entre los dos países, según informa El País, aumentarán el tiempo de las patrullas en el mar y reforzarán las plantillas de agentes. Además, los dos países también han acordado revisar las zonas para adecuarlas o ampliarlas en función de la presión migratoria.
Entre dichas regiones posiblemente esté la ruta argelina, por la que han llegado centenares de inmigrantes en las últimas semanas a las costas de Almería y Murcia. Argelia ha abierto este paso a migrantes procedentes de Siria, Afganistán y Bangladés como respuesta ante el cambio de posición de España con el Sáhara Occidental, según confirmaron distintas fuentes policiales a THE OBJECTIVE. Se calcula que han podido llegar en torno a 1.000 personas en el último mes.
Respuesta de Argelia
La prueba del contraataque argelino está en que la llegada de estos inmigrantes a costas españolas, indican las mismas fuentes, resulta inusual. Hasta ahora, la conocida como ruta argelina —que comenzó a activarse en torno a 2019— había sido utilizada principalmente por ciudadanos argelinos que huían por el clima de inestabilidad y el caos político de su país. De hecho, el año pasado fueron más de 4.000 los que lograron llegar a las costas almerienses a bordo de 400 embarcaciones. Cifras que convirtieron a esta zona en el primer puerto español en numero de pateras y el segundo, después de Gran Canaria, que más inmigrantes recibía.
En este caso, los ciudadanos que también están llegando a España proceden de Turquía. Según explican fuentes policiales desplegadas en el extranjero, se trata en su mayoría de sirios, pero también de otros países como Afganistán o Bangladés, que residían en suelo turco desde hacía seis años, fruto del plan que firmó la Comisión Europea con Turquía en 2016 para contener los flujos migratorios provocados por una década de guerra en Siria. En concreto, son más de cuatro millones los que viven en campos de refugiados entre las fronteras turca y siria.
No obstante, parece que esa cifra ha comenzado a decrecer ante el efecto llamada procedente de Argelia, aseguran estas fuentes. Se cuentan por cientos los refugiados que, ante la posibilidad de acceder a Europa a través del país argelino, se están desplazando tanto por vía área como terrestre hasta allí en su afán de llegar a territorio español cruzando el mar Mediterráneo. Una presión migratoria que el país vecino estaría utilizando como arma arrojadiza contra el Gobierno español.