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Alarma en el PSOE: los andaluces no saben quién es su candidato en las elecciones del 19-J

Sánchez participa este domingo en Granada en otro acto junto al candidato socialista, el único que ha descendido su grado de conocimiento en el electorado

Alarma en el PSOE: los andaluces no saben quién es su candidato en las elecciones del 19-J

Es el dato que más preocupa a los estrategas socialistas y el que anticipa el nivel de abstención en su electorado: el grado de conocimiento popular. Un índice que registra cifras «preocupantes» en el caso de Juan Espadas, que apenas llega a un 55%-57% del potencial votante andaluz, según ha podido saber THE OBJECTIVE. El dato inquieta en Ferraz y San Vicente, no sólo por el contraste con el 80% del que gozan sus adversarios de PP y Vox, Juan Manuel Moreno Bonilla o Macarena Olona, sino porque en lugar de subir ha bajado.

Se trata de una anomalía poco común, según fuentes socialistas. «Es el único líder que desciende sus cifras de conocimiento popular» pasando del 62% de conocimiento que registró Espadas tras ganar las primarias para liderar el PSOE andaluz contra Susana Díaz al entorno del 55% actual. Algo que atribuyen en el PSOE a que el candidato socialista «se ha desdibujado» frente a un contrincante como Juan Manuel Moreno Bonilla con quien comparte un «perfil similar». Explican incluso en el PSOE que «se le confunde» con el candidato del PP como sucedía en Madrid con Ángel Gabilondo, cuyo nivel de conocimiento, pese a ser modesto, se elevaba porque «le confundían con su hermano Iñaki Gabilondo».

En el caso madrileño, el desconocimiento del candidato anticipó un nivel de abstención histórico en el votante socialista que incluso motivó el sorpasso de Más Madrid y su descenso a la tercera fuerza política. Por ello, la estrategia central de la dirección socialista para la contención de daños de un descontado fracaso electoral es la de poner todos los medios y recursos humanos a su alcance para elevar esa capacidad del electorado para identificar al candidato del PSOE.

Pedro Sánchez y Juan Espadas.

«Desembarco de Sánchez»

Y el mejor instrumento del que dispone Ferraz es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. El también secretario general del PSOE desembarcó en Andalucía el pasado fin de semana tras cuatro meses de ausencia para participar junto a Juan Espadas en el pistoletazo de salida de la precampaña andaluza que ya está prácticamente inaugurada y volverá este domingo 22 de mayo. Sánchez estará en el Palacio de Córdoba en Granada junto al candidato Juan Espadas, la vicesecretaria general del PSOE en Granada, Olga Manzano, y la profesora de la escuela de Salud Pública de Andalucía, Olga Manzano, según confirman a este periódico fuentes socialistas. 

Un acto en el que los socialistas confían para activar la movilización de la izquierda: «Hay que llevar a Pedro a todas partes y al resto de la dirección socialista». Un «desembarco» que empezó hace una semana con la presencia del jefe del Ejecutivo y otros miembros del Gobierno y el PSOE como Luis Planas, Félix Bolaños o Adriana Lastra, y con el que aseguran que «ya se ha empezado a activar al militante del PSOE» espoleado por el que será el mantra de la campaña socialista: «Si votamos, ganamos».

Ligera mejoría en los sondeos

Un lema que recorre el PSOE andaluz con la esperanza, no de ganar, sino de resistir en la barrera de los 30-33 escaños de Susana Díaz hace tres años y medio. Tras unas encuestas demoledoras que generaron la alarma en Ferraz por rebajar los pronósticos de voto hasta los 27-29 escaños, los socialistas contienen el pesimismo por una «ligera mejora» en los últimos datos que elevan las perspectivas hasta la barrera de los 30 parlamentarios.

El motivo, según estas fuentes socialistas, radica en la capacidad que puede tener el PSOE de arañar votos en los «20 escaños huérfanos de Ciudadanos» que en las últimas encuestas internas se encaminaban hacia el PP y Vox. En la última semana ha habido un ligero cambio que apunta a que «hay más posibilidades» para el PSOE de hacerse con los parlamentarios de Ciudadanos que en Vox, en una proporción de siete a uno. La mitad de esos 20 parlamentarios, cerca del 50%, irían al PP porque «se ha activado el voto útil para frenar a la ultraderecha», cerca de un 7% al PSOE y menos de un 1% a Vox. 

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