La Policía busca a un adulto implicado en la violación múltiple de Burjassot
Los investigadores centran sus labores en localizar a este individuo, después de haber detenido a otros cinco menores por su presunta implicación en las agresiones sexuales
Familiares de los cinco detenidos por la agresión sexual a las menores en los juzgados. | Efe
La Policía Nacional busca a un sexto implicado en las violaciones de las dos menores en el municipio valenciano de Burjassot. Entre el miércoles y el jueves, los agentes detuvieron a cinco jóvenes de entre 15 y 17 años como presuntos autores de la agresión sexual en grupo y otra individual de las dos chicas en una casa abandonada de la mencionada localidad. No obstante, tras declarar ante el juzgado, la magistrada decretó la libertad vigilada para los cinco investigados desoyendo a la Fiscalía de Menores, que pedía para cuatro de ellos el internamiento en régimen cerrado en un centro.
Las pesquisas, a cargo de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, se centran ahora en dar con el paradero de otro presunto participante en las violaciones, y que, según ha podido saber este periódico, habría alcanzado ya la mayoría de edad.
Las agresiones sexuales se produjeron en el mismo lugar, una casa abandonada en la localidad de Burjassot, después de que las dos niñas quedarán con los presuntos agresores en un parque cercano a través de Instagram. De hecho, además de la declaración de las dos menores, fue el barrido de las numerosas conversaciones en esta red social el que permitió a los investigadores proceder a la detención de los, por ahora, cinco investigados.
Llamada de auxilio
Los hechos se produjeron el pasado lunes, después de que las víctimas hubiesen conocido por Instagram a los agresores el viernes anterior. Las dos chicas llegaron acompañadas de otros dos menores a la vivienda en ruinas, hasta donde suelen desplazarse jóvenes de la zona para consumir alcohol y estupefacientes. Ambas desconocían el lugar, puesto que procedían de otra localidad valenciana.
Una vez dentro, uno de los jóvenes trató de mantener relaciones sexuales con una de ellas. A lo que está se negó, aunque el menor investigado le obligó violentamente a ello. Pese a ello, la joven logró escapar y poner en aviso a una tercera amiga que vivía en otro municipio valenciano. Mientras se producía esa conversación, otra de las jóvenes se encontraba en el interior de la casa abandonada. Al tiempo que la primera logró salir y esconderse, según las pesquisas, otros cuatro menores entraron en el interior y agredieron sexualmente junto a los otros dos menores que había dentro a la otra niña de 12 años.
Tras la llamada de auxilio de la joven que, según El Mundo, pudo grabar algunos momentos de la escena en la vivienda en ruinas, claves para la investigación policial, los padres de la tercera amiga llamaron a la policía local de Burjassot, que se movilizó inmediatamente para dar con el paradero de la dos víctimas.
En un operativo conjunto, en el que participaron varias patrullas de policía de municipios cercanos y Policía Nacional, los agentes no fueron capaces de encontrar a las dos menores a causa de los escasos datos que tenían sobre el lugar donde se habían producido los hechos. Después de peinar varios lugares abandonados cercanos a la localidad valenciana, los efectivos encontraron a las dos jóvenes cuando regresaban a sus domicilios.
Aumento de las agresiones
En un primer momento, ambas se excusaron ante los agentes diciendo que la llamada de auxilio había sido, en realidad, una broma. Una versión que fue decayendo, poco después las víctimas admitieron no haber revelado lo ocurrido a sus padres por miedo a las repercusiones. Acto seguido, los padres de una de las jóvenes la llevaron al hospital. Tras ser explorada, los médicos dieron cuenta de que presentaba lesiones compatibles con una agresión sexual; y los progenitores interpusieron una denuncia ante la Policía Nacional.
La identificación de los presuntos implicados en las agresiones sexuales fue fácil habida cuenta de las conversaciones que ambas tenían con algunos de ellos en sus terminales móviles. La detención de los mismos y su posterior desplazamiento a otras dependencias policiales, en cambio, sí necesitó de varias patrullas de antidisturbios para tranquilizar los ánimos de algunos familiares, que protagonizaron varios altercados entre ellos.
Esta investigación policial se enmarca en un periodo en el que la tasa de crecimiento de los casos de abuso sexual contra menores en España se han disparado. En la última década, han aumentado un 300,4%. Lo que indica que se han multiplicado por cuatro, pasando de 273 casos en 2008 a 1.093 casos en 2020, según datos del último estudio de la Fundación ANAR.
