La agresión de un turista a tres policías prueba la falta de agentes en el aeropuerto de Alicante
Jupol denuncia que el catálogo de puestos no se actualiza desde hace más de una década, mientras el aeropuerto recibe un 62,5% más de pasajeros
La agresión que protagonizó el pasado domingo un turista inglés contra tres agentes de Policía Nacional en el Aeropuerto de Alicante-Elche por la que uno de los funcionarios tuvo que ser intervenido de urgencia al sufrir una rotura en la mano pone en evidencia «la falta de efectivos que padece esta base aérea desde hace más de una década». Es la denuncia que hace Jupol, el sindicato mayoritario del Cuerpo, que reclamó a comienzos de año a la Dirección General de la Policía incrementar «de manera urgente» el catálogo de puestos de agentes ante el aumento de pasajeros en el aeropuerto.
Según sostiene el informe que publicó esta organización policial en febrero, el catálogo de puestos en el aeropuerto alicantino no se incrementa desde el año 2010, cuando se situó en 77 policías nacionales para atender a 9.382.935 pasajeros. Actualmente, en base a los últimos datos de Aena, este aeródromo atiende a 15.047.143 pasajeros al año, un 62,35% más.
Razón por la que Jupol indicó la necesidad de aumentar la plantilla en 51 agentes, de 77 a 138, teniendo en cuenta también la situación actual: de los puestos establecidos en el aeródromo solo están cubiertos 65. Otro dato que arroja este déficit de personal es que mientras el número de pasajeros ha incrementado casi un 400% en los últimos 28 años, el de policías solo ha aumentado en 27 agentes (de 50, en 1995, a 77, actualmente).
47 puestos en verano
No obstante, la Dirección General ha anunciado que ampliará en cuatro puestos el catálogo de agentes. Y este verano, con motivo de la Operación del Estrecho, la División de Personal de la Policía Nacional ha ofertado 47 puestos en el aeropuerto del 15 de junio al 15 de septiembre, según consta en la circular interna a la que ha tenido acceso este periódico. Desde el sindicato de policías valoran positivamente estas medidas, pero las consideran «insuficientes» y reiteran su petición de reforzar hasta 138 los puestos en el aeropuerto.
Por otro lado, además, resaltan que, en comparación con otros aeropuertos similares, la base aérea alicantina es la que más pasajeros de Reino Unido recibe (5.931.952). Viajeros que, según explican los agentes, requieren mayor trabajo policial al tener que realizar un control presencial de seguridad por no pertenecer al espacio Schengen. La última agresión contra los tres agentes tuvo lugar precisamente en los puestos fronterizos.
Agresiones a policías
Eran las 22:00 horas del pasado domingo 22 de mayo, cuando dos policías advirtieron en el control de entradas de pasajeros de un vuelo procedente de Leeds (Reino Unido) a un grupo de hombres que llegaba acompañado por la Guardia Civil después haber «protagonizado algunos problemas durante el vuelo a razón de su estado de embriaguez», según consta en el atestado policial al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
No obstante, todos ellos, continua el escrito, pasaron el control fronterizo a excepción de uno, quien manifestó a los agentes que era un amigo suyo quien tenía su documentación. Ante esto, un auxiliar del aeropuerto fue a buscarlo, mientras los agentes le indicaron que esperara en un lado para seguir realizando el control del vuelo al resto de pasajeros.
El individuo, sin embargo, hizo caso omiso a los agentes, que tuvieron que dejar sus labores de control para impedir que el pasajero superase el puesto fronterizo. En ese momento, el supuesto agresor comenzó a «gritar, gesticular sin parar y a escupir en numerosas ocasiones» a los dos actuantes. Instantes después, la situación va a más y el turista comienza a dar empujones llegando a tirar a los agentes al suelo, al mismo tiempo que agarra la cabeza de uno de ellos.
Mientras los dos agentes logran reducirlo y engrilletarlo para proceder a su detención, un tercer policía se persona en el lugar. Acto seguido, ante la presencia de numerosos pasajeros, los funcionarios lo trasladan a otro lugar con el objetivo de tranquilizarlo. Pero es en ese momento cuando «comienza a forcejar de nuevo dando patadas y levantando los brazos propinándole un fuerte golpe» en la mano derecha al último policía.
La agresión le supuso una rotura de huesos en la mano al agente, que tuvo que ser intervenido de urgencia en un centro hospitalario. Por su parte, el pasajero fue detenido por un delito de desobediencia grave y atentado contra un agente de la autoridad. Antes de entrar a los calabozos, entre tanto, los agentes encontraron entre sus pertenencias el pasaporte que el detenido había dicho minutos antes que no portaba. Este episodio, no obstante, no es aislado. Hace tres semanas, según fuentes policiales, otro grupo de extranjeros también protagonizó otra agresión contra un agente, aunque fue carácter leve.