Aumentan las familias ucranianas que dejan España por «la falta de ayuda prometida por el Gobierno»
Polonia, que ha acogido a dos millones de refugiados y Alemania, son los países que mejor han organizado desde el punto de vista gubernamental la acogida
Fundación Madrina ha denunciado este martes que aumentan las familias ucranianas que deciden volver a su país o a otros donde tienen más posibilidades de prosperar que en España, donde «la falta de ayuda económica prometida por el Gobierno les mueve a países como Alemania o Polonia».
Así lo ha asegurado esta organización en un comunicado donde se ha hecho eco de que, hasta la fecha, Madrina cuenta con más de 1.800 familias de acogida y ha puesto en marcha la línea especializada ‘SosUkraine’, una herramienta gratita de atención 24 horas para apoyar a familias ucranianas refugiadas en España.
El servicio está formado por un grupo de especialistas en medicina, enfermería, trabajo social, abogados y psicólogos, que hablan ucraniano, con el objetivo de dar apoyo en todas las materias ofreciendo una voz amiga y tiempo de escucha, así como asesorar y acompañar a las familias refugiadas en España y en otras partes del mundo, para crear oportunidades de alojamiento y asistencia para todos ellos, especialmente los más vulnerables.
La Fundación Madrina ha observado desde el inicio de la guerra que los dos países «más generosos» a la hora de donar y buscar a familias refugiadas ucranianas han sido España y Portugal. «Por las autovías europeas hacia Polonia, sólo se veían vehículos de ayuda humanitaria desde España, Portugal e Italia. Sin embargo, Polonia, que ha acogido a 2 millones de refugiados y Alemania, son los países que mejor han organizado desde el punto de vista gubernamental la acogida, brindado apoyo económico de emergencia tanto a las familias refugiadas como a las de acogida», ha asegurado la fundación.
Por ejemplo, en España, «las familias de acogida ya empiezan a notar la presión económica de mantener entre dos y cinco miembros más en la familia, especialmente con la subida de los precios del carburante, de la luz y de la comida».
Incertidumbre
Además, desde ‘SosUkraine’ se está detectando que, en el último mes, el principal problema de la estancia en España para todas estas familias refugiadas es el idioma, así como su incertidumbre económica y laboral, y no soportar vivir permanentemente de la caridad. «La carencia de recursos económicos para sobrevivir al llegar a España, la no posibilidad de poder vivir autónomamente, está marcando el destino de vuelta de muchas de estas familias», denunciaron en la fundación. El Gobierno de España, indicaron los refugiados, «no ayuda con lo prometido de la ayuda social, a diferencia de otros países de Europa».
En este sentido, y desde el último mes, empieza a haber un «cansancio y resentimiento por parte tanto de las familias refugiadas como de las acogedoras por las escasas o nulas medidas del gobierno para estabilizar a estas familias ucranianas a corto plazo». «Se le promete el Ingreso mínimo vital a un año, es decir, cuando ya no lo van a necesitar, porque estas familias necesitan la ayuda ahora mismo», criticó Fundación Madrina.
Además, alguna de ellas ya está trabajando y quiere su independencia y autonomía, pero le es imposible ya que para alquilar un piso se les exige «contrato indefinido, las 3 últimas nóminas, fianza, dos mensualidades, es decir, algo que para ellos es imposible actualmente».
«Países como Eslovaquia, Polonia y Alemania dan apoyo económico desde el primer momento, tanto a las familias de refugiados, como a las familias acogedoras. Los ucranianos en estos países no se vuelven a su país, hecho que si se está viendo en España», apuntó Madrina, que considera que hay varias razones por las que las familias ucranianas deciden volver como «no hay ayuda económica, no quieren vivir de la caridad y no les gusta pedir prefieren trabajar, no hay trabajo, no hablan español, no hay alimentos, hay otros países como Alemania y Polonia que si les protegen con ayuda económica y un trabajo».