Ni un solo trabajador marroquí vuelve a Marruecos en la reapertura de la frontera con España
Tras el cierre de la frontera durante más de dos años son muchas las personas que debían volver a su país y que han decidido quedarse en territorio español
Tras el cierre de la frontera durante más de dos años son muchas las personas que debían volver a su país y que han decidido quedarse en territorio español
Ni un solo trabajador transfronterizo ha regresado a primeras horas de la noche de este lunes a Marruecos en la reapertura de la frontera del Tarajal que separa la ciudad de Marruecos para estos empleados que llevan más de dos años en Ceuta por la covid-19.
A las 00.01 horas de este lunes podían empezar a cruzar la frontera los más de 300 trabajadores transfronterizos -la mayoría de ellos empleadas de hogar y cuidadoras de personas mayores- que todavía están en la ciudad ceutí en la segunda fase del acuerdo puesto en marcha entre España y Marruecos para la reapertura del paso fronterizo.
Sin embargo, EFE ha podido comprobar que ningún trabajador ha optado por volver a Marruecos para solucionar en el país marroquí los trámites burocráticos que puedan tener que realizar, entre ellos la renovación de documentos que han caducado en estos dos años de pandemia.
Tranquilidad
La frontera del Tarajal reflejaba desde minutos antes de la medianoche una tranquilidad absoluta, nada comparable con lo vivido en la jornada del 17 de mayo cuando cientos de personas se agolpaban no sólo en los alrededores sino también en los montes cercanos a la frontera en lo que fue la apertura oficial de la misma.
La segunda fase ha pasado completamente inadvertida no sólo para los propios trabajadores sino también para el resto de servicios implicados en la frontera. De hecho, en la parada de taxis de la frontera sólo había tres vehículos y uno de los taxistas aseguraba desconocer que desde esta medianoche ya podían acceder al otro lado del paso fronterizo.
«Es normal que no vengan trabajadores transfronterizos a Ceuta porque no pueden pernoctar en la ciudad pero es curioso que no se vaya nadie desde Ceuta a Marruecos«, ha reconocido a EFE uno de esos taxistas.
De hecho, Efe preguntaba a tres mujeres que cruzaban desde Marruecos a Ceuta sobre las 00.05 horas y las tres, casi al mismo tiempo, mostraban su extrañeza por la pregunta. «Somos de Ceuta, hemos estado dos días en Marruecos y ahora volvemos», nos decía sonriente Hafida Abdelkader.
Embarcación
La tranquilidad fronteriza únicamente se «rompe» la pasada medianoche por la presencia de un vehículo que remolcaba una embarcación. La llegada de este barco recreativo provocaba el despliegue de la Guardia Civil y del personal de los servicios de seguridad para el control de la documentación.
Más de media hora ha permanecido el vehículo a la espera del control mientras el resto de vehículos y motocicletas -no más de una docena- cruzaban la frontera por el otro carríl habilitado en el sentido Ceuta-Marruecos.
Sí se registraba la salida desde Ceuta a Marruecos de ceutíes y marroquíes que nada tienen que ver con los trabajadores transfronterizos. «Yo voy a visitar a mi abuela y a más familia que tengo en Castillejos (ciudad distante unos dos kilómetros del paso fronterizo)», nos asegura una joven que cruza con una maleta y que decía llevar más de dos años sin poder ver a su familia que está al otro lado.
Llegar a la frontera por la carretera nacional que conduce a la misma es un fiel reflejo de que parece ser un día normal y corriente, a pesar de estar el 31 de mayo marcado en la fecha de la reapertura gradual de la aduana.