Yolanda Díaz rompe con Rufián y asume la dificultad de reconducir las relaciones con ERC
El líder de ERC en el Congreso se decanta por Irene Montero, pero Tania Sánchez viaja a Cataluña para asistir a un acto con una diputada republicana
Yolanda Díaz tiene un problema con Gabriel Rufián. El líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Congreso rechazó apoyar su reforma laboral y maniobra ahora para decantar los equilibrios internos en Unidas Podemos a favor de Ione Belarra e Irene Montero. De ello no tienen dudas en el partido ‘morado’: los miembros cercanos a Díaz revelan en conversación con THE OBJECTIVE que las relaciones con los republicanos son muy difíciles de reconducir y que la propia ministra de Trabajo «no quiere tener nada que ver con los nacionalistas». Sin embargo, miembros del partido de Íñigo Errejón, Más País, siguen dialogando con la sección comunista de ERC, aunque en el entorno de Díaz lo achacan a movimientos aislados.
Algunas fuentes de Podemos reflexionan sobre que Rufián «va por libre» en el Congreso. Es conocido en ERC que el portavoz aspira a gozar de autonomía con respecto a otros sectores del partido en Cataluña. Y que, por diferentes razones, se acerca más al sector de la cúpula morada que a la candidata in pectore del «espacio político». Pero «la realidad», sostienen,«es que son ERC y Bildu los que no quieren saber nada de Yolanda», lanzan desde Cataluña.
Rufián criticó la reforma laboral de Díaz. «La reforma laboral ni tan solo es una reforma, es un maquillaje», afirmó en enero, para después señalar a la ministra: «ERC no negocia ni vota proyectos personales». La semana pasada se mofó en las redes sociales del anuncio de la política gallega sobre la economía social. Todos estos elementos revelan la voluntad de Rufián de influir «en la interna» del partido morado, explican fuentes de Podemos. Es decir, ayudar a la dirección de Belarra y Montero en el pulso por el liderazgo de la nueva plataforma de Yolanda Díaz.
Mismo relato
El cálculo que hace Rufián, según las fuentes consultadas, atañe a las relaciones institucionales del Gobierno de Pedro Sánchez. El portavoz de ERC, al igual que Montero e Iglesias, cree que Sánchez lleva meses deseando un giro hacia el centro para atraer en su momento a Ciudadanos, y ahora incluso al PP, hacia pactos de Estado. Ni ERC ni Podemos desean este tipo de giro, del que en parte responsabilizan a Díaz por su tibieza. Comparten, además, el relato de que sin ellos el Gobierno de Sánchez se escoraría hacia la derecha.
Mientras Rufián en Madrid ataca a Díaz, se registran movimientos en Cataluña que apuntan a un trabajo en la sombra de Íñigo Errejón. En Podemos sospechan que Díaz se ha entregado por la vía de los hechos a los fontaneros del ex número dos del partido morado. Ya ocurrió en Andalucía, donde –como desveló este diario- el papel de Errejón (y también de Alberto Garzón) fue clave para alejar a los morados de la candidatura. Pero las fuentes consultadas prefieren hablar de movimientos aislados, ya que Ada Colau empuja para alejar a Díaz de ERC, que aspira a recuperar la alcaldía de Barcelona, y con los Comunes se prepara para un tenso choque en la campaña electoral.
El pasado domingo, la dirigente madrileña de Más Madrid, Tania Sánchez, acudió a un acto de los Comunistes de Cataluña, donde se reunió con una diputada de la sección de Joan Josep Nuet, con quien Errejón manifestó su cercanía en las elecciones generales de 2019. Entonces, Más País eligió para cabeza de lista a uno de sus hombres, Juan Antonio Geraldes.
Otro nombre conocido en el sector es el de Héctor Sánchez, quien según las fuentes consultadas actúa de cabeza de puente entre Tania Sánchez y el fontanero de Errejón, Pedro Palacio. Pero Nuet tiene un peso muy reducido en ERC. De ahí que Errejón influya en los equilibrios internos de ERC para reducir los ataques de Rufián a Díaz aparece como un escenario muy difícil de afianzar.
«Rufián es puro marketing»
Fuentes de los Comunes de Cataluña confirman el choque. Afirman que ERC mira con animadversión a Díaz. «Es su peor enemigo estratégico», sostienen. «Lo que pasa es que ERC va de que es de izquierdas y tiene que disimular. Además, ha vendido lo del diálogo con la idea de atraerse a votantes de Comuns, pero el objetivo es siempre ampliar base social de los independentistas», mantienen.
Los afines a Díaz, de hecho, no ahorran en críticas a Rufián. «Es puro marketing», comentan, y hablan incluso de posiciones «de derechas» para referirse al veto a la reforma laboral. En aquella votación trascendental para Díaz, los republicanos se negaron a apoyarla, y la reforma pasó gracias al error de un diputado del Partido Popular.
Díaz viene de una tradición cercana al nacionalismo. En Galicia fomentó el primer encuentro estratégico entre el nacionalismo e Izquierda Unida. De aquello nació Alternativa Galega de Esquerda. Pero eso «fue el pasado», dicen las fuentes consultadas. Ahora Díaz experimenta cierta dificultad en atraer a su proyecto tanto a ERC como a Bildu. Y la sensación es que Díaz y los suyos dan por perdidos a ambos partidos.
Hace tan solo una semana, Rufián dijo que hasta el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, había sido más abierto y receptivo hacia sus propuestas que la ministra gallega. La guerra abierta entre los dos políticos es palpable, aunque algunos en Unidas Podemos creen que de cara al cierre de la legislatura estarán «condenados a entenderse». No obstante, en el frente de Díaz se muestran tajantes: «Yolanda no quiere saber nada de nada de ellos», zanjan.