¿Piensa Sánchez en suceder a Stoltenberg al frente de la OTAN en junio de 2023?
La opción de un secretario general del Sur cobra fuerza entre los aliados. Y sería una salida internacional para el presidente si pierde los comicios de mayo
El retraso en la sucesión del secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, a septiembre de 2023 ha abierto las opciones para que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se postule para este puesto de relevancia internacional llegado el momento, según fuentes diplomáticas consultadas por THE OBJECTIVE.
La designación de un nuevo secretario general de la Alianza Atlántica se tendría que haber anunciado en la cumbre de Madrid, que se celebrará los próximos 29 y 30 de junio. Pero la invasión rusa de Ucrania trastocó los planes en las capitales aliadas y los líderes acordaron en marzo extender un año más el mandato de Stoltenberg a la vista de la «mayor crisis de seguridad en una generación» por el conflicto.
Hasta ese momento, se había generalizado la idea de que había llegado el momento de escoger a una mujer que no viniese de un país nórdico, tras ocho años de un noruego al frente de la OTAN. La tradición indica que el secretario general tiene que ser europeo, mientras que el mando militar lo ostenta un estadounidense.
Los nombres que han circulado en los últimos meses han sido los de la exprimera ministra británica, Theresa May; la hasta hace poco alta representante de la UE para la Política Exterior y la Seguridad Común, la italiana Federica Mogherini; y la exministra alemana de Defensa con Angela Merkel, Annegret Kramp-Karrenbauer. Los países bálticos cuentan también con dos expresidentas con opciones, la lituana Dalia Grybauskaite y la estonia Kersti Kaljulai, pero la guerra de Vladimir Putin ha roto la baraja de las candidaturas.
Difícil que alguien de Este se ponga al frente de la OTAN
Las citadas fuentes ven ahora difícil que alguien del Este se coloque al frente de la OTAN con Putin en el Kremlin. Eso excluye a los candidatos de los países bálticos y Polonia, los más firmes aliados de Ucrania junto al Reino Unido en la contienda a la hora de suministrar armamento pesado al Gobierno de Volodimir Zelenski. En el otro lado de la balanza, la actitud de Alemania a la hora de arrastrar los pies ante las demandas de Kiev podría penalizar a Kramp-Karrenbauer.
De ahí que la opción de mirar a un candidato del Sur cobre fuerza, si la guerra se prolonga en el tiempo, como una solución intermedia entre los ‘halcones’ de los países fronterizos con Rusia y las ‘palomas’ centroeuropeas que dependen del gas ruso y desearían un armisticio lo antes posible.
Históricamente, los secretarios generales de la OTAN han sido elegidos de entre exmandatarios o ministros de Asuntos Exteriores. Fue el caso de Javier Solana en 1996, único español que ha dirigido la Alianza. Sánchez no está en ninguno de estos grupos, pero en junio de 2023, cuando los aliados tengan que decidir quién sucederá a Stoltenberg tras el verano, la situación podría ser diferente si el presidente del Gobierno adelanta las generales a mayo para unirlas con las municipales y autonómicas en lo que sería el primer ‘super domingo electoral’ en democracia.
En ese hipotético escenario, el jefe de Ejecutivo llegaría a la cumbre aliada sabiendo si tiene opciones o no de seguir otro mandato en La Moncloa. En el caso de que Alberto Núñez Feijóo hubiese ganado los comicios y tuviese en su mano sucederle, tal y como sugieren las últimas encuestas, entonces Sánchez podría lanzar su candidatura para suceder a Stoltenberg en su condición presidente del Gobierno saliente y además, seguramente, con el respaldo del líder del PP.