Juanma Moreno sale ileso de un debate que no aprovecha Juan Espadas
El primer cara a cara entre los candidatos a las elecciones de Andalucía se enfanga de datos y confrontación, pero ofrece pocas soluciones a los votantes
Mucho ruido y pocas propuestas. El primer debate a seis de las elecciones en Andalucía fue un combate nulo que ganó a los puntos el presidente Juan Manuel Moreno. El aspirante del PP consiguió salir ileso del cara a cara con el candidato socialista, Juan Espadas. El encuentro dejó claro que hay dos bloques antagónicos. Empezó plano, pero se fue animando a medida que pasaron los minutos. El momento cumbre fue la discusión en torno al feminismo que protagonizaron Macarena Olona y Teresa Rodríguez, que no dejaron de lanzarse piedras durante una noche en la que los contrincantes abusaron de los datos.
TVE ha celebrado este lunes el primer debate de la campaña, solo cuatro días después de que comenzara. En horario de máxima audiencia, los aspirantes a la Junta de Andalucía han tenido la oportunidad de exhibir sus credenciales. Estaban los seis con más opciones de conseguir representación parlamentaria. De izquierda a derecha para el espectador Macarena Olona (Vox), Juanma Moreno (PP), Juan Espadas (PSOE), Juan Marín (Ciudadanos), Inmaculada Nieto (Por Andalucía), y Teresa Rodríguez (Adelante Andalucía).
Todos contra Moreno
El primero en tomar la palabra fue el aspirante socialista. No dudó en recriminar a Moreno que consiguiera la presidencia gracias a Vox, que apoyó su investidura tras un acuerdo de 37 puntos. La formación verde denunció en octubre que apenas se habían cumplido la mitad y se distanció para no apoyar los nuevos presupuestos. Los líderes de ambos partidos han estado distantes toda la noche. Apenas se han mirado, salvo en las contadas interpelaciones que ha realizado Olona al que puede ser su futuro compañero de viaje: «¿No dices nada, Juanma?», le recriminó en varias ocasiones la abogada alicantina.
Moreno, el único con corbata, adoptó un papel institucional. Desde el inició del debate se percató de que iba a ser el saco de boxeo de sus rivales, llevándose todos los golpes. «Está claro que soy el hombre de moda esta noche», afirmó tras escuchar los reproches de sus compañeros. Nieto le pidió que no se hiciera la víctima. El aspirante popular se mostró prudente durante los 11o minutos que duró la contienda, sabedor de que en estas disputas se pierde más de lo que se gana. Asumió que las cosas en Andalucía podían mejorar y tiró de gestión: menos presión fiscal, 165.000 nuevos empleos, número récord de autónomos y récord de importaciones.
Las izquierdas respondieron que esos datos apenas se han visto reflejados en la mejora de condiciones de las familias y sacaron a relucir los suyos propios. Para entonces, los andaluces ya se habían perdido en un mar de cifras. Mientras, los contendientes, a lo suyo, acusándose de falsedades y medias verdades. El tono fue educado y se alejó de los broncos debates parlamentarios, aunque Olona quiso llevarlo hasta esa orilla, donde se siente más cómoda. Esta vez naufragó porque sus adversarios la acusaron al unísono de no conocer la tierra por la que se presenta. «Dejadla hablar que nos va a explicar qué es Andalucía», soltó Nieto con sorna.
Espadas se encargó de bajar de la nube a Moreno, que exhibió un tono triunfalista. «Le doy las gracias de parte del 1% de los andaluces a los que ha bajado los impuestos; los que más tienen». El candidato socialista también le recriminó que durante su estancia en San Telmo ha crecido la brecha de la desigualdad y han echado el cierre más de 20.000 empresas. El presidente en funciones encontró en la gestión de la pandemia la excusa perfecta, aunque puntualizó que la región ha crecido en estos últimos tres años «por encima de la media española».
«Hemos pasado del vagón de cola a ser la locomotora de España», le secundó Marín, su escudero durante toda la legislatura. El candidato de Ciudadanos estuvo especialmente beligerante con Olona, llegando a cerrar las puertas a un entendimiento con su formación. Pidió a los andaluces renovar la confianza para «mantener el mejor gobierno de siempre o meternos en el jaleo». La aspirante de Vox tocó rebato y denunció «las manipulaciones» para dejarla fuera, no solo del debate, también de los comicios. El resto de participantes pasó de puntillas por el asunto de su empadronamiento en Salobreña, por el que mantiene abierto un expediente.
Quien realmente estuvo a punto de no concursar fue Teresa Rodríguez, que se quedó sin grupo propio en el Parlamento de Andalucía en octubre de 2020, tras su expulsión por parte de Podemos e IU. Finalmente, la Junta Electoral permitió que participara en el debate, celebrado en el centro territorial de RTVE en Sevilla y conducido por los periodistas Paloma Jara y Xabier Fortes, al que algunos habían puesto en el foco días antes. Para añadir más morbo a la noche, a Rodríguez la situaron junto a su archienemiga Nieto y justo enfrente de Olona, a la que llegó a llamar «racista».
Olona versus Rodríguez
Las dos protagonizaron el momento cumbre de la noche. Fue en el segundo de los tres bloques en los que se dividió el debate, el de Educación, sanidad, servicios sociales e igualdad. Olona aseguró que la violencia no tiene género y acusó al resto de ponentes de haber creado un sistema de víctimas de primera y de segunda categoría. «El hombre no viola, viola un violador. El hombre no mata, mata un asesino. El hombre no maltrata, maltrata un maltratador». Ante el silencio generalizado, Rodríguez saltó a su yugular y acusó a Vox de ser «el brazo político del terrorismo machista».
«Sus insultos son galones en mi pecho. Vengo aquí con hambre de prosperidad y protección para los andaluces», le respondió Olona. La candidata de Adelante Andalucía, lejos de amilanarse, mantuvo la discusión. «Por el feminismo está usted aquí. Por Clara Campoamor». La líder de Vox aprovechó entonces para hablar de inseguridad en los barrios, algo que Rodríguez le afeó: «Usted ha paseado poco por las calles de Andalucía. Siempre se enfrentan a los más débiles. Esos prejuicios se utilizaban en Europa contra los inmigrantes andaluces. No vamos a tolerar esos tópicos».
Olona siguió a lo suyo y acusó a Moreno de haber traicionado a muchos votantes. En su opinión, el gobierno de coalición se ha dedicado a gestionar «la herencia del cortijo socialista». Pidió a los andaluces el apoyo para realizar «un cambio real» que acabe con «los políticos de siempre con sus recetas de siempre». El presidente en funciones se desmarcó, asegurando que la candidata de Vox es «una experta en descontextualizar». Lo que no aclaró, pese a la exigencia de Espadas, es si pactará con ella si no consigue la mayoría absoluta, tal y como predicen las encuestas.
Moreno no sucumbió a los envites de Olona, que aspira a gobernar en coalición. En su lugar, se centró en atacar a Espadas, que lleva «37 años en la Administración» y fue «consejero con Griñán y Chaves». El socialista le recordó sus recortes a la dependencia en Andalucía como secretario de Estado del Gobierno de Mariano Rajoy. El presidente regional estuvo hábil al asegurar que, en aquella época, el PSOE llevó una propuesta de financiación autonómica con la que estuvo de acuerdo porque priorizó los intereses de su tierra a los de su partido. El actual modelo, dice, le hace perder a Andalucía 1.000 millones al año.
«En financiación todo el mundo ha engañado a los andaluces», deslizó Marín, que trató de desmarcarse del PP. No obstante, reconoció que su aspiración es repetir el gobierno de coalición. «O lo hacemos o va a haber lío», insistió el candidato de Ciudadanos. Dejó claro que tampoco pactaría con Espadas porque «pretende recuperar el impuesto de sucesiones». Rodríguez aseguró que su formación seguirá reclamando «la deuda histórica gobierne quien gobierne en Madrid» y pidió un cambio de modelo productivo. Le secundó la candidata de Por Andalucía, que integra a seis partidos, Iu y Podemos entre ellos.
Nieto, vehemente en su defensa de las políticas desarrolladas por el Gobierno central, afirmó que su prioridad pasa por contratar más personal sanitario, reforzar la Atención Primaria y la salud mental. En las escuelas propone reducir los ratios y, en dependencia, agilizar las valoraciones porque «36.000 andaluces han muerto sin recibir las ayudas». Marín le aseguró que hay 10.000 docentes y 30.000 sanitarios más desde que PP y Ciudadanos gobiernan. Otra vez el baile de cifras. Combate nulo. Próxima parada, el 13 de junio a las 21.30 horas en Canal Sur, ente que quiere cerrar Vox.