Argelia suspende el tratado de amistad con España tras el giro de Sánchez sobre el Sáhara
El país argelino ha procedido a la suspensión «inmediata» del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación por el «injustificable» cambio de postura
Las relaciones entre Argel y Madrid sufren un nuevo revés. Argelia ha decidido proceder a la suspensión «inmediata» del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que concluyó el 8 de octubre de 2002 con el Reino de España, según una declaración de la Presidencia de la República de este país recogida por la agencia argelina de prensa APS. El movimiento llega justo en el mismo día que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha justificado en el Congreso el viraje sobre el Sáhara para proteger la integridad de Ceuta y Melilla.
«Las autoridades españolas han llevado a cabo una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sáhara Occidental en violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como potencia administradora del territorio que pesan sobre el Reino de España hasta que la descolonización del Sáhara Occidental sea declarada como cumplida por las Naciones Unidas», ha precisado la misma fuente.
«Estas mismas autoridades, responsables de un injustificable cambio de postura desde los anuncios del 18 de marzo de 2022 por los que el actual Gobierno español dio su pleno apoyo a la ilegal e ilegítima fórmula de autonomía interna propugnada por la potencia ocupante, trabajan para promover un hecho colonial consumado mediante el uso de argumentos falaces«, agrega el comunicado.
«Esta actitud del Gobierno español vulnera la legalidad internacional que le impone su condición de potencia administradora y las gestiones de Naciones Unidas y del nuevo enviado personal del Secretario General y contribuye directamente al deterioro de la situación en el Sáhara Occidental y en la región», continúa la Presidencia de la República.
«En consecuencia, Argelia ha decidido proceder a la suspensión inmediata del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación que concluyó el 8 de octubre de 2002 con el Reino de España y que hasta ahora regía las relaciones de desarrollo entre ambos países«, concluye el comunicado.
Las explicaciones de Sánchez
Este nuevo capítulo de las relaciones diplomáticas entre España y Argelia llega el mismo día de la comparecencia de Sánchez en el Congreso para justificar su giro con el Sáhara. En concreto, el presidente ha asegurado que el viraje sobre el Sáhara tiene como objetivo mantener la integridad territorial de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla y mejorar las relaciones de vecindad con Marruecos.
Sobre la crisis en el Sáhara Occidental, el presidente se ha remitido al comunicado publicado por los medios marroquíes y que aseguraban que la propuesta de Rabat era la más seria y fiable. Sin embargo, Sánchez ha asegurado que este plan pasa por el apoyo de ambas partes y por la intermediación de las Naciones Unidas, marco del que asegura que su propuesta no se ha separado en ningún momento al mantenerse acorde a la postura de varios estados aliados.
Sin embargo, es evidente que el Gobierno de Argelia, el gran defensor de la causa saharaui en la escena internacional, no piensa lo mismo. De hecho, el movimiento de este miércoles es el último de una larga serie de muestras públicas de disgusto con ese giro que considera «injustificable». En marzo, Argelia llamó a consultas a su embajador tras conocerse que España apoyaba el plan de autonomía marroquí para el Sáhara y todavía no ha devuelto al diplomático a su puesto.
Además, Argel ha criticado con diferentes palabras el cambio de postura e incluso ha amenazado con subir el precio del gas en varias ocasiones. Sin embargo, la decisión tomada este miércoles supone un paso mucho más importante a nivel diplomático, ya que acaba con una vinculación «especial» que existía desde hace más de 20 años y conminaba a ambos estados a respetar la legalidad internacional y igualdad soberana, a no inmiscuirse en asuntos internos y a abstenerse de la amenaza o uso de la fuerza.
A pesar de las repetidas advertencias de Argelia, hasta el momento España no se había dado por aludida e incluso había dado por supuesto que la tensión diplomática entre ambos países no iba a traer mayores consecuencias. De hecho, hace algo más de un mes, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Coooperación, José Manuel Albares, aseguraba que Argel es un «socio sólido y fiable» con el que España aspira a mantener la mejor relación posible.
Respuesta de España
Por el momento, Sánchez no se ha pronunciado sobre este nuevo capítulo de la crisis entre los países, pero fuentes diplomáticas aseguran a THE OBJECTIVE que el Gobierno «lamenta» la decisión de Argel e invoca el principio de no injerencia en asuntos internos de los países.
«El Gobierno de España reafirma su compromiso pleno con el contenido del Tratado y los principios que lo informan, reflejados en su preámbulo y en particular la adhesión estricta a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y a los principios del Derecho Internacional como elementos fundamentales para el mantenimiento de la paz, la seguridad y la justicia en la sociedad internacional, en particular los principios de igualdad soberana de los Estados, de no injerencia en los asuntos internos y del respeto del derecho inalienable de los pueblos a disponer de ellos mismos», aseguran las mismas fuentes el ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Coooperación.
«El Gobierno de España considera a Argelia un país vecino y amigo y reitera su plena disponibilidad para seguir manteniendo y desarrollando las especiales relaciones de cooperación entre los dos países, en beneficio de ambos pueblos», ha asegurado Albares esta tarde en declaraciones a la prensa. «Es muy importante para nosotros mantener una relación excelente con Argelia. Esperamos poder reconducir las relaciones«, ha explicado por su parte también este miércoles la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera.
En este sentido, fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica señalan a THE OBJECTIVE que Argelia está cumpliendo «escrupulosamente» los contratos de suministro, por lo que no existe ningún temor ni en el Gobierno ni en las empresas eléctricas a que el problema diplomático derive en uno energético. De hecho, el principal contrato de gas entre ambos países, el que une a Naturgy con la argelina Sonatrach, vence en 2032.