El Gobierno lamenta la decisión de Argelia de suspender el tratado y reafirma su compromiso
El Ejecutivo invoca al principio de «no injerencia en los asuntos internos», reflejado en el preámbulo del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con Argel
El Gobierno sale al paso de la decisión de Argelia de suspender el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España tras el giro de Pedro Sánchez sobre el Sáhara, que el presidente ha vuelto a defender este miércoles en el Congreso de los Diputados, y que ha justificado como vía para proteger la integridad de Ceuta y Melilla.
El Ejecutivo «lamenta el anuncio de la Presidencia de la República de Argelia» y ha invocado al principio de «no injerencia en los asuntos internos y del respeto del derecho inalienable de los pueblos a disponer de ellos mismos», reflejado en el preámbulo del tratado, según subrayan fuentes diplomáticas consultadas por THE OBJECTIVE.
La mismas fuentes reafirman el compromiso pleno de España con el tratado y los principios recogidos en él, en particular la «adhesión estricta a los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y a los principios del Derecho Internacional como elementos fundamentales para el mantenimiento de la paz, la seguridad y la justicia en la sociedad internacional».
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha señalado al respecto en una rueda de prensa que para el Gobierno «es muy importante mantener una relación excelente» con Argelia: «Esperamos poder reconducir las relaciones».
Un «injustificable» cambio de postura
Argelia ha decidido este miércoles proceder a la suspensión «inmediata» del Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación suscrito el 8 de octubre de 2002 con el Reino de España, según una declaración de la Presidencia de la República de este país recogida por la agencia argelina de prensa APS.
«Las autoridades españolas han llevado a cabo una campaña para justificar la posición que han adoptado sobre el Sáhara Occidental en violación de sus obligaciones legales, morales y políticas como potencia administradora del territorio que pesan sobre el Reino de España hasta que la descolonización del Sáhara Occidental sea declarada como cumplida por las Naciones Unidas», ha precisado la misma fuente.
«Estas mismas autoridades, responsables de un injustificable cambio de postura desde los anuncios del 18 de marzo de 2022 por los que el actual Gobierno español dio su pleno apoyo a la ilegal e ilegítima fórmula de autonomía interna propugnada por la potencia ocupante, trabajan para promover un hecho colonial consumado mediante el uso de argumentos falaces«, agrega el comunicado.
El PP exige la comparecencia de Albares
El PP ha exigido, por su parte, la comparecencia urgente en el Congreso del ministro de Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, para que dé explicaciones en el Congreso sobre la suspensión por parte de Argelia del tratado de amistad con España, una «muy mala noticia» que, según los ‘populares’, se debe a los «bandazos» de Sánchez tras reafirmar su giro sobre el Sáhara.
La secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha subrayado que los españoles «merecen explicaciones» y ha añadido que por eso el Grupo Popular ha solicitado la comparecencia urgente del ministro en sede parlamentaria. «Pedro Sánchez lo ha vuelto a hacer. Argelia rompe el tratado de buena vecindad con España. Otra consecuencia de la falta de política de Estado», ha afirmado la ‘número dos’ de Alberto Núñez Feijóo, en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.
El Polisario entiende el paso de Argel
El delegado en España del Frente Polisario, Abdulah Arubi, ha justificado la ruptura por parte de Argelia del tratado de amistad suscrito hace dos décadas con España ya que considera que, casi tres meses después del «giro radical» sobre el Sáhara Occidental, sigue sin haber «explicaciones» por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Arubi ha recordado que Argel ya llamó a consultas a su embajador en un intento por buscar respuestas «convincentes» a la carta que Sánchez remitió al rey de Marruecos, Mohamed VI, y en la que avalaba el plan de autonomía de Rabat para el Sáhara Occidental.
«Creo que nadie ve a cambio de qué», ha advertido en una entrevista a Europa Press, dando por hecho que el cambio político oficializado en marzo responde en realidad a una campaña de «presión permanente» orquestada por Marruecos.