Miles de enfermeros se manifiestan en Madrid para reclamar mejores condiciones
Desde los sindicatos advierten de que esta es la «primera» de las acciones que tienen previstas en caso de que no se atiendan sus reclamaciones
Unidad Enfermera, la suma de sindicatos sanitarios que representan los intereses de las 325.000 enfermeras y enfermeros, se han manifestado esta mañana en Madrid para denunciar el «abandono» y la «precariedad» que sufren en su profesión. La manifestación ha reunido a profesionales de Castilla y León, Andalucía, Islas Canarias o la Comunidad de Madrid, entre otros lugares.
El colectivo exige a gobiernos y partidos políticos que «cumplan los compromisos» adquiridos durante la pandemia y pongan en marcha «las medidas necesarias para mejorar la atención sanitaria y cuidados al conjunto de la sociedad, así como sus condiciones profesionales y laborales»
Los convocantes se han dado cita a las 11:30 en la céntrica plaza de Jacinto Benavente para protestar contra la «grave» situación que viven tras la pandemia. Presidida por una pancarta con el lema «Por la profesión enfermera y la sanidad», la marcha ha teñido el cielo de Madrid con globos blancos y multitud de carteles reivindicativos, con consignas como «La vocación no justifica la explotación», «Más recursos y menos discursos» o «Más enfermeros, menos consejeros».
8.000 personas, según organizadores
La manifestación, a la que han acudido 8.000 personas según los organizadores y solo 1.700 según fuentes del Gobierno de Madrid, se ha hecho notar frente al Congreso de los Diputados y ha concluido en el Ministerio de Sanidad, alternando, a lo largo de la mañana, un ambiente festivo y combativo.
La portavoz del Sindicato de Enfermería (SATSE), Carmen Guerrero, considera fundamental que las profesionales puedan trabajar con seguridad y ofreciendo la mejor atención posible. Para ello, solicita que se mejoren las medidas laborales, se ponga freno a las agresiones contra los profesionales y se termine con el «déficit crónico» que sufren las plantillas de enfermería.
Además, Guerrero asegura que las enfermeras están «cansadas» y «totalmente estresadas», lo que se traduce en «frustración» e «insatisfacción» de los pacientes, que terminan pagándolo con los profesionales sanitarios.
Otro asunto prioritario para los enfermeros es acabar con la «grave discriminación» que sufren al no pertenecer al Grupo A, sin subgrupos, lo que «impide su desarrollo y avance profesional a pesar de que, a raíz de la implantación del Espacio de Educación Superior, promovido por los Acuerdos de Bolonia, en España se han extinguido los planes de estudios de Licenciatura y Diplomatura, y todas los enfermeros ostentan el título de Grado, al igual que otros colectivos sanitarios».
Por su parte, el vicepresidente tercero del Consejo General de Enfermería, José Luis Cobos, señala que con la actual situación «controlada» de la pandemia es el momento de decir «basta» y salir a la calle para manifestar su «malestar» con el Gobierno y las administraciones públicas.
Cobos ha aseverado que están dispuestos a sentarse con los responsables del Ministerio de Sanidad, pero reconoce que no esperan reunirse con ellos tras la manifestación.
Desde los sindicatos advierten de que esta es la «primera» de las acciones que tienen previstas en caso de que no se atiendan sus reclamaciones. «Es una más de las distintas acciones que tenemos previsto organizar a lo largo de los próximos meses para aunar la voz de la enfermería en pos de la salud de las personas, su seguridad y el avance profesional de los intereses de los enfermeros», ha resaltado el presidente del Consejo General de Enfermeros (CGE), Florentino Pérez Raya.
A pesar de que uno de los cánticos más repetidos ha sido «Hace falta ya una huelga de sanidad», Pérez ha asegurado en que la medida todavía no está encima de la mesa, en tanto que las entidades convocantes mantienen la esperanza de que se les pueda «hacer caso» en sus exigencias.
Jesús Sanz, presidente de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería, ha recordado que el personal de enfermería ha trabajado «de manera desinteresada» a favor del paciente y la sostenibilidad del sistema, por lo que ha pedido el reconocimiento de la aportación que realizan para el mantenimiento la sanidad pública.