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José Félix Tezanos (CIS): «A veces pienso que envidian a Sánchez porque es más alto y agraciado»

Hablamos con el presidente del CIS sobre la figura de Pedro Sánchez, su trayectoria y las perspectivas electorales para el próximo año y medio

A sus 75 años, José Félix Tezanos lleva a sus espaldas 49 años de militancia socialista, donde ha formado parte de sus órganos de dirección, tanto en la etapa de Felipe González como con Pedro Sánchez. El actual presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que acaba de publicar el libro Pedro Sánchez. Había partido: de las primarias a La Moncloa elabora a través de él su particular retrato del presidente del Gobierno y de su trayectoria, como el líder que entiende que regeneró y salvó al PSOE de acabar, como otras socialdemocracias europeas, en la irrelevancia. Tezanos repasa la actual situación política y las diversas expectativas electorales: ve como posible ganador de las futuras elecciones generales al PSOE, intuye un próximo desplome de Vox y augura unos resultados en las elecciones municipales y autonómicas distintos a los de las tres últimas convocatorias en Madrid, Castilla y León y Andalucía. El presidente del CIS aprovecha para reivindicarse y salir al paso de las muchas críticas que recibe, porque no cree que exista incompatibilidad entre su cargo en el CIS y su militancia política y porque, frente a quienes critican la falta de acierto de este organismo, hay que distinguir entre «adivinólogos» y científicos.

PREGUNTA.- Acaba usted de presentar su libro bajo el título Pedro Sánchez, había partido… ¿Cree que después del resultado electoral del 19-J en Andalucía sigue «habiendo partido» y el PSOE puede ganar las próximas generales?

RESPUESTA.- Creo que sí, que es posible. El título de Había partido… tiene un doble sentido. Partido con minúsculas, en el sentido de que Pedro Sánchez tenía posibilidades, en esas elecciones primarias y partido con mayúsculas, el PSOE, un partido que reacciona y se organiza en plataformas, que debate y confronta posiciones y las resuelve de forma democrática.

P.- Pero pensar ahora mismo en que puede ganar las elecciones el PSOE, después de que el 19-J, Andalucía, uno de sus graneros tradicionales de voto, haya votado de forma tan masiva al PP, ¿no resulta muy complicado?

R.- En realidad, el PP con Arenas ya había obtenido el 41%. Y después de ese resultado en Andalucía, el PSOE ganó las elecciones generales. A veces hay personas que votan una cosa en su autonomía o en su ayuntamiento y otra distinta en las generales. De hecho, coincidió que estábamos haciendo la encuesta flash en Andalucía (donde indicaba una clara victoria del PP) y al mismo tiempo el barómetro del mes de junio que daba mayoría para el PSOE en las elecciones generales. Hay personas que prefieren un tipo de liderazgo en un caso y otro distinto para otra institución. Pero es muy difícil saber qué va a pasar dentro de un año o año y medio. Esto ha pasado durante años en Cataluña o en el País Vasco. ¿Puede ocurrir en Andalucía? ¿por qué no? De hecho, el PP, en las elecciones andaluzas se ha presentado como un partido andalucista. En el final de campaña no había banderas de España, sino banderas andaluzas y no aparecían las siglas del PP. Juanma Moreno ha dicho que él ha hecho una campaña de alcalde, una campaña personal.

«En Andalucía, más que transferencia de voto ha habido un ‘dejar pasar’»

P.- Pero no todo el mundo puede hacer una campaña así… Pedro Sánchez no puede hacer una campaña así en estos momentos, porque no tiene la aceptación de Moreno, a quien valoran muy bien los votantes del PP, pero también aprueban muchos del PSOEy desde diferentes empresas demoscópicas señalan incluso que ha habido mucho trasvase de voto del PSOE al PP en Andalucía.

R.- Los que intentamos ser científicos en esta materia no hacemos presunciones… Estamos haciendo la encuesta poselectoral y ya veremos qué sucede. Ahí la interpretación que sé que están haciendo los sociólogos en este momento es que, más que transferencia de voto, ha habido un ‘dejar pasar’, votantes del PSOE que se han quedado en casa, voluntariamente, para que ganase el otro. No lo sabemos calibrar, en este momento, porque no hay datos de encuestas poselectorales todavía. Hasta que no las tengamos, no sabremos el grado de transferencia. Pero sí es cierto que cada vez hay más personas que dudan, a la hora de votar, entre dos y hasta tres partidos. No va a ser extraño que la misma persona vote en sentidos distintos en distintas elecciones… incluso en la misma convocatoria, que voten una vez una y la siguiente, otra opción política diferente. Eso ocurre en muchos países europeos. Y en España también.

José Félix Tezanos | Carmen Suárez

P.- Siempre se ha dicho que el PSOE no gana elecciones sin Cataluña ni Andalucía. ¿Pueden darle los números para ganar en las generales?

R.- Sí, porque hay mucha gente en Andalucía que dice que va a votar al PSOE en las generales. Eso puede pasar perfectamente, a no ser que el propio Juanma Moreno se presente a las elecciones… Esto no debería decirlo, porque es meterme donde no debo… pero es solo una hipótesis. De hecho, el PSOE históricamente arrancó muy fuerte en Andalucía, porque sus dos principales líderes eran andaluces: Felipe González y Alfonso Guerra. De todos modos, yo no hago futuribles y no sabemos qué puede ocurrir dentro de año y medio, con la volatilidad mundial….

«Las municipales darán resultados distintos a los que estamos viendo ahora»

P.- ¿Pueden ser un indicativo bastante fiel los resultados de las municipales y autonómicas?

R.- Creo que esas van a dar resultados distintos a los que estamos viendo ahora. Hay que tener en cuenta que las tres elecciones anticipadas innecesariamente (Madrid, Castilla y León y Andalucía) venían de gobiernos del PP. Pero en este momento no hay anticipaciones claras. ¿Quién nos iba a decir hace un año que Rusia iba a invadir Ucrania? Y las consecuencias que ha traído… o la pandemia.

P.- ¿Cree que Vox y Podemos pueden pinchar en las próximas municipales?

R.- Eso no lo sabemos. En las municipales va a haber muchos casos distintos, porque a veces cada municipio es un caso diferente. Influyen mucho las simpatías y sintonías personales, las características de ese lugar… Esas elecciones van a dar lugar a una gran fragmentación de voto.

P.- ¿Podemos haber asistido a una burbuja, tanto del movimiento de Yolanda Díaz como de Vox?

R.- De hecho, yo creo que hay un espacio de esa izquierda a la izquierda del PSOE, que es subyacente y que se ha mantenido desde épocas de Santiago Carrillo y Julio Anguita, y que, en algún momento, por determinadas circunstancias, subió, también por carencias del PSOE en ese momento, en la atracción del voto joven, de la mujer, pero a partir de ese PSOE que gana la candidatura encabezada por Pedro Sánchez, hay un reencuentro de esos dos sectores sociales. Eso nadie lo puede negar.

«Vox es un partido inquietante, no tiene programa y si lo tiene, lo oculta»

P.- En cuanto a Vox, ¿el pinchazo autonómico en Andalucía anticipa un pinchazo a nivel nacional y el PP puede capitalizar ese voto?

R.- Bueno, en Galicia pasa lo mismo… allí Vox no tiene nada…Vox es un partido inquietante, que no tiene programa y si lo tiene no nos lo dice…Pero es un fenómeno sociológico mundial. Le Pen ha tenido un buen resultado en las elecciones francesas, muy superior al de Vox. No digamos ya en las presidenciales: más del 40%. Pero en las legislativas se quedan en el 20%. Sobre Donald Trump: ¿quién nos hubiera dicho que iba a ser presidente de los EE.UU? De hecho, hace años, Barack Obama hizo una broma en la comida de la prensa y dijo que el próximo presidente de los EE.UU iba a ser Trump y desató grandes carcajadas la broma… ¿Quién nos iba a decir que un presidente así iba a impulsar una turba descabellada a tomar el Congreso de los EE.UU?

P.-¿Su olfato le dice que Vox va a pinchar en las generales?

R.- Creo que sí. También dependerá mucho de las ayudas económicas que tenga… No olvidemos que uno de sus apoyos internacionales ha sido Putin… que está en otra situación en este momento. Ahora mismo es una persona que introduce un riesgo y un miedo internacional importante.

P.- Ha escrito usted un libro que hace un relato y un retrato de Pedro Sánchez y de su trayectoria muy potente, tanto a nivel político como personal y hay quienes le han criticado por ello, acusándole con sorna de hacer una hagiografía. ¿Cree que era un ejercicio de justicia, que tenía que hacerse pública esa visión que da usted, desde su punto de vista, del presidente del Gobierno?

R.- Creo que era necesario. Se escribirán más libros, porque lo que hemos vivido en el PSOE es bastante singular. Y creo que es un libro objetivo. Pedro Sánchez no tenía padrinos en el PSOE, se preparó y maneja bien los idiomas y eso le dio muchas posibilidades. Estuvo trabajando en el mundo de las finanzas, en Wall Sreet; hizo los cursos de Comunidades Europeas y trabajó en el Parlamento Europeo, con Barbara Durkhop, cuando era responsable del presupuesto de la UE y, posteriormente, con Carlos Westendorp, en Bosnia. Allí pasaron bastantes peligros… Eso le da una formación tremenda a una persona. Yo he conocido a Pedro en momentos malos, en los que había quedado en la calle y había pasado de ser secretario general elegido en primarias, a estar en el paro y acudir a una oficina de desempleo. Eso provoca una reacción y yo le valoro en muchos aspectos. Creo que es un líder que se ha preparado muy bien durante su juventud y que ha demostrado capacidad de resistencia y capacidad de gestión. La interlocución que tiene España en el mundo, en los sitios realmente importantes, es de las mayores que ha tenido desde la época de Felipe González. Yo escribo esa historia en el libro. Algunos querían que hablase mal. ¿Por qué voy a hablar mal de Pedro Sánchez? ¡Es absurdo! ¿Es malo hablar bien? Algunos han llegado a satanizarlo de tal manera que no entienden que haya personas que le apoyan, no solo dentro del PSOE, sino en la opinión pública. Pedro Sánchez sintoniza; muchas veces, cuando se encuentra con personas y habla unos instantes con ellas le dicen «oiga, usted tiene un talante completamente distinto de lo que se dice…» Creo que Pedro Sánchez es una persona cercana.

P.- ¿No es el killer que dicen que no deja enemigo vivo, tal como se cuenta?

R.- Lo raro, en este caso, es que haya personas que tengan una obsesión tan crítica con él y con los que estamos con él. Es una obsesión crítica, descalificadora, que se sale del terreno de la ciencia política y de la lógica. A veces pienso que algunos le tienen envidia a Sánchez porque él es más alto y más agraciado (se ríe). Pero es ese el fenómeno… De hecho, en las puntuaciones tiene muchos que le votan mucho y muchos que le votan poco. El problema que tienen las medias es que no recogen toda la realidad.

José Félix Tezanos | Carmen Suárez

P.- Si nos remontamos al núcleo fundacional de Pedro Sánchez y sus colaboradores, desde los inicios… varios han caído, los ha dejado caer o los ha empujado… Ábalos, Paco Salazar o Juanma Serrano…

R.- Creo que todos ellos siguen en posiciones privilegiadas. Pero lo cierto es que, cuando ocupas un puesto de responsabilidad pública, tienes que tomar decisiones, te toca, aunque no siempre se dé la cara, porque a veces las ejecutan otros. Felipe las tomó y Pedro, también.

P.- ¿Y qué fue de Iván Redondo?

R.- Tampoco soy yo quien deba hablar de esto, pero, según tengo entendido, él no quería ser jefe de gabinete.

P.- ¿Quería ser ministro de Presidencia?

R.- O lo que fuera… pero fue su apuesta…

P.- Y la perdió…

R.- Eso habría que preguntárselo al propio Iván. Mi opinión es que quería ser vicepresidente, pero no he hablado con él después de su marcha.

«Pedro Sánchez sufre con los problemas propios y los ajenos»

P.- El relato que hace usted en su libro humaniza a un Pedro Sánchez, lo perfila como una especie de David contra Goliat, a la contra del aparato del partido y afirma usted que el presidente Sánchez sufre…

Yo creo que sí. Pedro Sánchez sufre, con los problemas propios y con los ajenos. Lo hemos visto, cuando ha acudido a unas inundaciones, o a una situación catastrófica… él hace un esfuerzo de empatía. Pero en España es habitual un tipo de sectores de la población, que son los auténticos killers, que van a destruir todo lo que hay. En la época de Adolfo Suárez, por ejemplo, teníamos diferencias, pero también valorábamos las cosas buenas que hacía. Se trata de tener la valentía de reconocer lo que tenga de positivo una persona que no piensa como tú. Ese clima de hostilidad no es positivo para nadie, porque a veces algunos de los que ejercen esa crítica demoledora y descalificadora acaban siendo las primeras víctimas de su estrategia…

P.- ¿En qué momento ha visto sufrir más a Pedro Sánchez?

R.- En algunos momentos, en su batalla política, se ha encontrado muy solo o con pocos apoyos. Yo cuento esas cosas en el libro, tratando de que nadie se sienta ofendido, pero fueron comportamientos poco leales. Hay algunas personas que le dejaron tirado o en la estacada, y cuando Pedro ha llegado al Gobierno, no ha dejado de contar con ellas y en puestos de mucha importancia. No solo dice «pelillos a la mar», sino que, además, entona el «miremos por el interés general».

P.- ¿Se refiere cuando dice que le dejaron en la estacada y ha contado con ellos a Oscar López y Antonio Hernando?

R.- Varios, varias personas…Podríamos mencionar varios nombres. Eso nos revela que tiene una capacidad de hombre de Estado que entiende que, cuando tienes responsabilidades, son para todo el PSOE y para toda la sociedad española, que es la que tiene que ser beneficiada por las políticas que se están haciendo.

P.- ¿Pedro Sánchez sufre por la críticas que le llueven?

R. Él mismo lo ha dicho en el Manual de resistencia: a nadie le agrada determinadas críticas y cuando proceden de determinados lugares, son mentirosas, afectan a tu familia… eso, sin duda, tiene que doler. Pero lleva cinco o seis años demostrando que tiene una gran capacidad de resistencia y sigue haciéndolo. Creo que es una persona que siente lo que está haciendo. Pedro Sánchez es una persona de convicciones que se esfuerza en tender manos para intentar aunar esfuerzos para resolver problemas que son importantes.

P.- ¿Y a usted, cómo le afectan las críticas que van en dos sentidos: en el político o estético, en tanto que se haya convertido en presidente del CIS siendo dirigente del PSOE y, por otra parte, las que se centran en la falta de acierto de los estudios del CIS, comparados con los resultados electorales?

R.- ¿Qué no se acierta? ¡Pero bueno! ¡Si sigue gobernando el PSOE…! Creo que hemos acertado la mayoría de las veces y, en el caso de las anteriores elecciones andaluzas, fuimos los que más nos acercamos a los resultados. Eso es una falacia. También entiendo que lo hacen algunas personas que compiten con el CIS y, por razones comerciales, quieren entrar en ese terreno de la descalificación.

«No existe ninguna incompatibilidad entre ser dirigente de un partido y presidente del CIS»

En cuanto a las otras críticas, mire, en 1978 se aprobó la Constitución y el hecho de haber pertenecido a un partido político no se entiende precisamente como algo malo en la Carta Magna. No existe ninguna prohibición para que los que pertenecemos a un partido no podamos ejercer una responsabilidad pública. Y así ha sido siempre el CIS. No existe ninguna incompatibilidad entre ser miembro o incluso dirigente de un partido y ser presidente del CIS

P.- Quizás las críticas se refieren a una cuestión estética…

R.- Tampoco. Salustiano del Campo, al que quiero como un padre y ha sido mi maestro, era un hombre metido en política; Luis González Seara, el primer presidente, fue fundador de la UCD y ministro con Suárez; Muñoz Alonso, también de la UCD…

P.- Tal vez en estos tiempos, en el siglo XXI ya no se ve con buenos ojos…

R.- Sigo… Pilar del Castillo, que fue ministra con el PP; José Ramón Montoro, del PP… Creo que los únicos presidentes que podríamos considerar totalmente independientes de un partido político son Fernando Vallespín y Cristóbal Torres. Y, por cierto, casi todos los presidentes del CIS tenemos en común que somos catedráticos.

P.- Volviendo a la otra versión de las críticas que usted recibe, los profesionales de las principales empresas demoscópicas le critican por los resultados de los estudios que realiza el CIS…

R.- Dígame un catedrático de sociología que lo haga…

P.- Le digo algún nombre, como el de Narciso Michavila, de Gad3…

R.- Es comandante de artillería…

P.-José Pablo Ferrándiz, Andrés Medina…

R.- ¿Quiénes son?

«Nunca participo en las porras electorales»

R.- Responsables de empresas demoscópicas del país…

R.- Pues que hagan demoscopia, ¿no? Pero no sé por qué me critican… Yo no quiero criticarles, porque estamos en un país libre. Que digan lo que quieran… Pero cuando haces una encuesta sociológica, es ingenuo que pretendas acertar, porque la sociología no es un arte de adivinación.

P.- En la campaña andaluza, por ejemplo, una de las empresas mencionadas ha clavado el resultado…

R.- Sí, pero saberlo una hora antes de conocer el resultado oficial sirve para poco… Anticipar eso media hora es algo que nadie hace ya en el mundo… Lo interesante es identificar las tendencias por métodos muestrales, porque tú puedes identificar algunas tendencias por métodos extracientíficos y a lo mejor aciertas. Por ejemplo, en la encuesta flash de Andalucía, había resultados que yo creía que no se iban a dar; no creía que Cs iba a sacar representación, pero la encuesta nos daba que sacaba el 4% y, por tanto, que obtenía representación. Por eso se puso. Esa es la diferencia entre un ‘adivinólogo’ y un científico. Los datos publicados son los que da la encuesta, sometidos a cautela, con márgenes de error y en un momento en el que falta mucha gente por tomar la decisión (había más de un 20% de indecisos cuando se realizó la encuesta flash que otorgaba al PP una clara ventaja) y, además, el 9% responde que tomará la decisión el mismo día de la votación… Mire, en el CIS hacen porras electorales y yo nunca participo, porque no se puede predecir. Lo importante y lo útil para la sociedad es ver las tendencias y las preocupaciones; ver las simpatías… Eso es lo que aporta la sociología. Por ejemplo, la opinión pública española está más bien en posiciones de centro, por lo que necesariamente tiene que llevar a un líder político a moderar sus posiciones. Hemos visto que algunos las moderan y pueden tener más éxito que si no las modera.

«Sánchez tiene un crédito extraordinario en Europa, lo contrario que en España»

P.- ¿El futuro de Pedro Sánchez pasa por Europa, por ocupar algún cargo en la UE?

R.- Él tiene un crédito en Europa extraordinario, en este momento. Es lo contrario de lo que ocurre en España. Cuando está en el exterior le preguntan cuál es el secreto del éxito de su política en España… Habría que mandar corresponsales a otros países para que sigan cómo se valora allí la figura de Pedro Sánchez. Creo que tiene prestigio y recorrido, porque todavía es joven. Seguro que tiene otro futuro internacional.

P.- Aunque en su libro no lo formula así, usted deja entrever algo que ha verbalizado posteriormente. ¿Cree que Pedro Sánchez salvó al PSOE de caer en la irrelevancia, como otras socialdemocracias europeas?

R.- Sí. Con una persona tan enormemente brillante y capaz como era Alfredo Pérez Rubalcaba, los resultados electorales, sin embargo, eran fatales. Eso pasa en los partidos; si no se renuevan y abordan debates muy intensos en ocasiones, no sobreviven. El PSOE lleva 140 años vivo porque se ha ido regenerando. En ese momento en el que llega Pedro Sánchez el PSOE se estaba fosilizando y había poco hueco para alguien que no tenía padrinos. De hecho, cuando nos reuníamos quienes pensábamos en que había que regenerar el partido, lo hacíamos casi a escondidas… era semiclandestino…

«Cuando llegó Pedro Sánchez el PSOE se estaba fosilizando»

P.- ¿No cree que esa regeneración ha provocado la ruptura entre un viejo PSOE y el PSOE de Pedro Sánchez, con personalidades del PSOE que se han quedado fuera,  en ese viejo PSOE…?

R.- ¿Por ejemplo, quién?

P.- Alfonso Guerra…

R.- No quiso él. Pedro ofreció a Alfonso una oportunidad muy buena para seguir y Alfonso no quiso.

P.- Al margen de Alfonso Guerra, hay una serie de personas en el PSOE que sienten que les han dado el cambiazo a su partido, o transmiten, al menos, que este no es su PSOE…

R.- Igual que ocurrió con el PSOE histórico, el Congreso de Suresnes y el Congreso del 79…

P.- ¿Le ha pasado a Guerra, o a otros como él, lo que le ocurrió a Rodolfo Llopis?

R.- Los tiempos cambian. Yo no acabo de entender por qué Alfonso se negó a la oferta de Pedro, pero desde Llopis, el PSOE ha vivido profundas renovaciones. La renovación del 79 (renuncia al marxismo) también fue una renovación importante, aunque el PSOE nunca fue un partido puramente marxista, desde Fernando de los Ríos, con Julián Besteiro o con Indalecio Prieto.

P.- Volviendo al viejo PSOE, pero al más inmediato, usted denuncia en su libro una red clientelar que estaba establecida y que se puso en marcha para evitar el triunfo de Sánchez en las primarias. Llega a decir que amenazaban con dejarles sin puesto de trabajo si votaban la candidatura de Pedro Sánchez.

R.- Eso hay gente que lo puede contar…

P.-Lo cuenta usted en su libro …

R.- Sí, lo cuento, pero hay gente que lo puede contar de primera mano. Fíjese lo que ocurre con los avales y los votos reales. Si hay más avales que votos es que hay gente que está avalando a más de una candidatura, con lo que se pierde el aval, pero lo hacen…

P.- Usted, que ha formado parte de ese viejo PSOE y ahora está claramente en el PSOE de Pedro Sánchez, ¿habla con esos descontentos? ¿Qué le transmiten?

R.- No hablo con todos…Pero hay muchas personas, tanto del PSOE, como de derechas, que tienen diferentes visiones de las cosas a la mía, y yo me relaciono con normalidad con ellos… ¿por qué no?

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