Boris Johnson, «desafiante» ante sus ministros: se niega a dimitir y echa a uno de sus críticos
El líder ‘tory’ está recibiendo uno a uno a los miembros de su gabinete y también se ha visto con el líder del grupo de diputados sin cartera
El primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, se niega a dimitir pese a la creciente presión por parte de miembros de su Gabinete y de sus diputados, revelan este miércoles medios británicos. Además, ha destituido de forma fulminante a uno de sus hasta ahora mayores aliados, el ministro de Cohesión Territorial, Vivienda y Comunidades, Michael Gove, quien previamente le había pedido que dimitiera.
Según informa la BBC, el ministro fue despedido por el ‘premier’, después de que ya en la sesión de control al Gobierno de este miércoles su ausencia de la bancada gubernamental hubiese llamado la atención.
El líder ‘tory’, que está reunido en la sede del Gobierno en Downing Street -su oficina y despacho oficial- con sus ministros antes de decidir sus próximos pasos, no tiene ninguna intención de renunciar a su cargo y se muestra «absolutamente desafiante», según filtró al canal Sky News una fuente del Ejecutivo.
Johnson se reúne con sus ministros
Boris Johnson se halla reunido en la tarde de este miércoles con sus ministros antes de decidir sus próximos pasos, después de que numerosos miembros de su Gobierno y el Partido Conservador le hayan pedido que se vaya tras las dimisiones en masa entre sus filas.
La BBC informa de que hay dos bandos en Downing Street -su residencia y despacho oficiales-: el de los ministros que quieren que siga al frente del Ejecutivo, entre ellos la titular de Cultura, Nadine Dorries, y otro, más mayoritario, que le pide que dimita.
En este segundo grupo estarían la titular de Interior, Priti Patel; el ministro para Gales, Simon Hart; el de Transporte, Grant Shapps, y Nadhim Zahawi, a quien el líder conservador nombró el martes ministro de Economía en sustitución del dimisionario Rishi Sunak.
También figurarían Michelle Donelan, recién nombrada titular de Sanidad tras la marcha también ayer de Sajid Javid, y la encargada de Comercio internacional, Anne-Marie Trevelyan.
Michael Gove, titular de Cohesión territorial, ya pidió a Johnson horas antes que dejara el cargo, así como el ministro de Empresa, Kwasi Kwarteng, y el responsable de Irlanda del Norte, Brandon Lewis.
Se desconoce el posicionamiento del ministro de Justicia y número dos del Gobierno, Dominic Raab, y de la ministra de Exteriores, Liz Truss, ambos aliados estrechos de Johnson y esta última presuntamente con aspiraciones a sucederlo.
El líder ‘tory’ está recibiendo uno a uno a los miembros de su gabinete y también se ha visto con el líder del grupo de diputados sin cartera, Graham Brady, que le ha expuesto el malestar en sus filas, según el diario The Sun.
Johnson contempla dos estrategias que le plantean sus aliados: organizar su salida o aguantar en el poder hasta el último momento, incluso aunque más ministros dimitan. Actualmente, dicen, es más partidario de «morir matando», según varias fuentes.
Su principal argumento para aferrarse al cargo es que ganó un apoyo «colosal» del electorado en los comicios del 12 de diciembre de 2019 y que «lo responsable» es seguir cumpliendo su programa, según dijo hoy a la comisión de Enlace de la Cámara de los Comunes.
Si no dimite por su cuenta, es posible que el Comité 1922, presidido por Brady y que agrupa al grupo parlamentario conservador, cambie las normas para forzar una moción de censura interna -que si perdiera, le obligaría a dimitir- una vez celebre elecciones a su junta directiva a principios de la semana que viene.
Johnson ya superó una el pasado 6 de junio -con un 41% de diputados en contra– y las reglas vigentes impiden convocar otra en doce meses.
El primer ministro ha declarado en cualquier caso a la comisión de Enlace que descarta convocar elecciones anticipadas.
En las últimas 24 horas han dimitido dos ministros de su Ejecutivo y 38 cargos ministeriales, y al menos la mitad de su grupo parlamentario le ha retirado el apoyo, lo que significa que Johnson tendría dificultades para llenar las vacantes en el Gobierno (que se nutre exclusivamente de diputados) y para aprobar legislación en el Parlamento.