El PP denuncia una «agenda oculta» en la reunión entre Sánchez y Aragonès
En el encuentro se ha fijado el compromiso de retomar la mesa de negociación a finales de julio en Madrid, pero no se ha pactado ningún documento
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y el de la Generalitat, Pere Aragonés. | Europa Press
La falta de concreción sobre los términos de la reunión mantenida entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder catalán, Pere Aragonès, ha levantado suspicacias en las filas del Partido Popular, y su líder, Alberto Núñez Feijóo, ha denunciado una «agenda oculta» en el orden del día, al tiempo que ha avisado de que el jefe del Ejecutivo estará en la Moncloa «el tiempo que quiera» ERC.
El líder de la oposición valora así el encuentro Sánchez y Aragonès, que han escenificado este viernes el deshielo de sus relaciones, muy tocadas tras la polémica desatada en abril por el espionaje con el programa Pegasus a varios líderes independentistas en el marco del referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017. La relación entre el Ejecutivo y la Generalitat ha mejorado notablemente desde entonces, como demuestra el voto favorable de ERC a la mayoría de resoluciones propuestas por el Gobierno en el Debate sobre el estado de la Nación, y el encuentro de hoy -el primero en diez meses- es la constatación de este cambio, marcado también por el viraje a la izquierda del PSOE.
En la reunión se ha fijado el compromiso por parte de ambos gobiernos de retomar la mesa de negociación a finales de julio en Madrid, pero no se ha pactado ningún documento, más allá del ‘acuerdo marco para el diálogo y la negociación’ cerrado en la última reunión mantenida entre el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la consejera catalana del ramo, Laura Vilagrà, para preparar el encuentro entre Sánchez y Aragonès, y que habla de avanzar en la «desjudicialización del conflicto político», sin que hasta la fecha se haya aclarado qué supone exactamente.
Preguntado por su valoración sobre la reunión, Alberto Núñez Feijóo ha señalado que no saben «exactamente de qué van a hablar» y, por tanto, «no es fácil hacer un pronunciamiento definitivo». Así se ha expresado, en declaraciones a los periodistas, tras clausurar las jornadas ‘Fortalecer Europa con una alternativa para la mayoría’ que ha organizado el PP en el marco de los Cursos de Verano de El Escorial, justo a la misma hora en la que Sánchez y Aragonès estaban reunidos en el Palacio de la Moncloa.
En este sentido, Feijóo ha especulado que el presidente de la Generalitat habrá querido hablar en ese encuentro de «su proyecto soberanista», y ha reprochado que el Debate sobre el estado de la Nación ha servido para «acreditar» que a Pedro Sánchez «no le interesaba la nación» sino su «coalición de Gobierno» con Podemos y su «coalición parlamentaria». Por último, el presidente ‘popular’ ha criticado este tipo de «reuniones bilaterales» entre Sánchez y Aragonès y ha afirmado que deberían ser encuentros «multilaterales porque los asuntos que afectan a todos se deben decidir entre todos».
Primer encuentro formal tras Pegasus
Esta reunión constituye, en cualquier caso, el primer encuentro formal entre los dos mandatarios tras el citado escándalo Pegasus, que supuso la congelación de la mesa de diálogo entre el Ejecutivo y la Generalitat y la retirada del apoyo parlamentario de ERC. Desde entonces Sánchez y Aragonés sí se han visto en dos breves encuentros en Barcelona, pero no en una reunión bilateral y formal como esta.
En este contexto, desde Moncloa han afrontado la cita como la «consolidación» de la normalidad en las relaciones con el gobierno catalán que se ha venido trabajando en las reuniones previas entre Bolaños y Vilagrá, según indican fuentes gubernamentales a Europa Press. La consideran una reunión «muy importante» y aunque son conscientes de que las posturas de ambos están «muy alejadas», se muestran convencidos de que seguir hablando es «la única vía transitable» para no regresar a una situación de máxima tensión como la vivida en 2017.
Por tanto, se sabe que desde un comienzo han estado dispuestos a hablar de «todo lo que haga falta» e incluso servirá como preámbulo de las dos reuniones de este foro que ambas partes se han comprometido a celebrar antes de final de año.
Por su parte, fuentes de la Generalitat aseguraron que afrontaban este encuentro con pocas expectativas y que no esperan grandes acuerdos ni pactar documentos, sino que se trata de una «reunión de fondo» para analizar en qué punto está la relación entre ambos gobiernos y si hay una voluntad real de buscar una solución al conflicto.
Y es que, desde el mundo independentista, aseguran que ahora mismo hay una «gran desconfianza» en el Gobierno, tras el caso Pegasus, los incumplimientos que consideran que ha habido y la falta de resultados del diálogo, y que por eso han exigido unas garantías para retomar el proceso de negociación con el Ejecutivo de Sánchez.
Para el Govern, el documento que firmaron la semana pasada Bolaños y Vilagrà fue un primer paso para obtener las condiciones que piden para reanudar el diálogo y creen que ahora lo que hace falta son pasos y resultados concretos, especialmente en el «ámbito antirrepresivo».
Como digo siempre y cada vez lo tengo mas claro el l español tiene una compresión cognitiva de la política o la.economia con un retardo de al menos cuatro años, en la situación que nos ocupa de cinco.
El golpe de estado de 2017 financiado por Montoro según reconoció en el juicio y apoyado por Soraya y Rajoy tenía la intención de forzar una reforma de la Constitución a pachas con el PSOE. No cuajó por las banderas imprevistas y el plan siguió,
Sánchez llega con la moción de censura y Soraya espera ser líder de la oposición, el proyecto de Sánchez está perfectamente claro, culminar el golpe de estado de 2017 y quebrar la nación, ambos objetivos están logrados, aún falta hacerlo oficial aunque de facto es así desde el acuerdo.
Si culminar el golpe de estado de 2017 es el objetivo de Sánchez para culminar el consenso corrupto de la transacción a nivel nacional, la quiebra de la nación es el encargo de la agenda 20-30 a nivel internacional, sin comprender esto no se puede comprender la política española, y así nos va, teniendo que escuchar a periodistas que van de analistas decir que el PSOE se ha «podemizado» y que ese no era el proyecto inicial de Sánchez. No sólo es que fuera el plan que Sánchez traía bajo el brazo, es que es el anteproyecto consensuado con el PP, Bildu, PNV y Esquerra.
Los que nunca se han enterado del proyecto han sido los de Ciudadanos y los de VOX, aunque Ciudadanos se hundieran en él hasta el corvejón sin saberlo, ya que el plan de quiebra de la nación de Sánchez coincide con el de Ciudadanos.
Es curiosa la forma diferente del PP y el PSOE de afrontar la competencia que les surgió con Vox y Unidas Podemos, respectivamente. Los socialistas han ocupado el espacio de los podemitas pactando sin rubor con condenados por sedición y herederos de ETA. El PP, tras titubeos y confusión, ha decidido alejarse de Vox e ignorarlo, manteniéndose en una zona más moderada.
Es interesante analizar esta diferencia estratégica, que tiene que ver con los respectivos electorados, la sociedad española en su conjunto y la ideología que tiene actualmente la hegemonía cultural. Creo que desde el punto de vista estratégico y de sus intereses, ambos partidos aciertan, aunque a muchos españoles que no nos identificamos con el PSOE sanchista nos repugna la siniestra política de Sánchez.