El proyecto de 'izquierda agradable' de Yolanda Díaz rompe en dos el Partido Comunista
El PCE ha ejercido siempre de protector de la gallega, pero su actual dependencia del PSOE irrita a secciones territoriales y a las juventudes comunistas
El proyecto de Sumar, impulsado y capitaneado por Yolanda Díaz, está dividiendo en dos bloques el Partido Comunista de España (PCE). La dirigente gallega pisó el acelerador para presentar su plataforma antes del XXI Congreso del PCE, que se celebró el pasado fin de semana. Pero no sirvió para calmar la presión interna, sino todo lo contrario. Como desveló este diario, el cónclave acabó entre insultos, empujones y sospechas de pucherazos. Enrique Santiago se confirmó al mando de la formación con una mayoría del 54% de las preferencias. Pero el resto del partido le contesta. También Yolanda Díaz genera dudas y críticas.
El mapa de las delegaciones territoriales del PCE revela, según fuentes conocedores de la política interna del partido, que «prácticamente todos, menos Andalucía, están en contra de Enrique Santiago». Durante el congreso del pasado sábado, varios grupos regionales, como el de Cantabria, Castilla y León y hasta el gallego, según ha podido saber este diario, atacaron a la dirección del cónclave por presuntas irregularidades. También las juventudes del PCE (de las que provienen políticos como Pablo Iglesias, Irene Montero y la propia Díaz, entre otros) están en pie de guerra.
Fuentes de dirigentes del PCE recuerdan que el partido siempre ha sido muy encendido en sus reuniones, pero admiten que esta vez la formación está más dividida que nunca. El elemento que más debate despierta es Yolanda Díaz. La política gallega sigue recibiendo la máxima protección de su partido.
Ella conserva el carnet del PCE y en toda su trayectoria siempre ha gozado del apoyo de la formación. Ahora es más importante que nunca, porque Izquierda Unida ha perdido fuerza, y el PCE es su columna vertebral por estructuras y militancia. «Alberto Garzón no cuenta nada de nada», zanjan desde el PCE.
Crítica al «gubernamentalismo» de Díaz
El PCE se volcó, por ejemplo, en llenar el aforo durante la presentación de Sumar en el Matadero de Madrid el pasado viernes 8 de julio. Cargos y militantes del PCE y de IU garantizaron a Yolanda Díaz lograr unos 5.000 presentes al acto, según cifras de la organización. Pero desde la izquierda madrileña destacan que esto no significa que el proyecto de Díaz despierte un entusiasmo transversal en todos los sectores ideológicos que van desde Podemos hasta IU. Sino más bien lo contrario.
El «gubernamentalismo» de Yolanda Díaz es algo que, por ejemplo, se cuestiona duramente en el PCE. Se refieren al hecho de que Unidas Podemos está actuando de «muleta de Sánchez». Es decir, de socio útil para que el socialista siga en la Moncloa, sin por ello influir en su agenda política.
Ni siquiera el último «giro social» de Sánchez, con impuestos a los bancos y las eléctricas, tranquiliza a muchos en el PCE, que tachan de paripé esos anuncios para maquillar otros giros en el ámbito del incremento del gasto militar, la OTAN y las cesiones a Estados Unidos y la política con Marruecos y el Sáhara. En ninguno de esos ámbitos Díaz se ha enfrentado a Sánchez, mientras que su modelo de política desenfadada genera más sonrisas y quejas que aplausos en el núcleo duro de militantes comunistas.
Los críticos internos al PCE también señalan a Santiago. El secretario general «está entregado a Yolanda», aseguran desde las tripas de la formación. Santiago ejerce de «fontanero» de la ministra gallega, aunque también aspira a mantener abiertos los puentes con la dirección de Podemos, muy alejada de Díaz.
Pero en el PCE acusan a Santiago de haber falseado el congreso. ¿Cómo? Imponiendo en la federación andaluza una votación telemática que impidió presentar listas alternativas a la oficialista, lo que permitió a Santiago hacerse con todos los delegados de esa región. «Y aun así, sacó solo el 54% de votos», zanjan desde el PCE.