Yolanda Díaz quiere fichar a los exalcaldes de La Coruña y Santiago para su proyecto Sumar
Martiño Noriega y Xulio Ferreiro llegaron a la alcaldía gracias a las mareas municipales, pero perdieron el gobierno local tras una gestión muy polémica
La ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quiere fichar a los exalcaldes de Santiago de Compostela y La Coruña para su nuevo proyecto. La política gallega quiere entregar a los dos alcaldes de la Marea el liderazgo de Sumar tanto para las próximas elecciones generales como para las autonómicas de mayo. Martiño Noriega podría liderar las listas de las autonómicas, mientras que Xulio Ferreiro se encargaría de las generales. Díaz mantendría el liderazgo de la lista por Madrid.
Díaz busca perfiles conocidos para atraer a los votantes que en su día respaldaron candidaturas ciudadanas en las principales ciudades gallegas. La ministra de Trabajo se ha interesado, según explican fuentes conocedoras de la operación, a los dos ex alcaldes que gobernaron los autodenominados «ayuntamientos del cambio». Esos movimientos despiertan ciertas dudas en la izquierda gallega puesto que tanto Noriega como Ferreiro perdieron las alcaldías tras un mandato con luces y sombras.
En Santiago de Compostela, Noriega, que lideraba la lista de Compostela Aberta, perdió en mayo de 2019 la mitad de sus concejales, pasando de 10 a cinco representantes. El Partido socialista se impuso en esas elecciones con 10 ediles, mientras que el Partido Popular obtuvo ocho. Noriega pasó a ser tercera fuerza, mientras que el BNG confirmó sus dos concejales. En las elecciones de 2015, Noriega se hizo con la hegemonía de la izquierda, duplicando los ediles del PSOE. Pero cuatro años después no repitió el buen resultado.
Mareas ciudadanas
En La Coruña ocurrió algo parecido. En 2015, en plena eclosión de Podemos y de las «mareas ciudadanas» gallegas, el profesor de derecho procesal y magistrado Xulio Ferreiro fue investido alcalde gracias al apoyo del PSOE y tras quedar a tan solo 28 papeletas del candidato del PP. Logró un 30% de votos y 10 concejales. Cuatro años después, perdió la alcaldía. Su lista se quedó tercera y, tras esa decepción, anunció su decisión de salir de la política activa. Díaz ahora quiere rescatarle, según explican las fuentes consultadas.
La operación de Díaz busca reavivar la llama de las mareas ciudadanas que sacudieron con fuerza el tablero político en Galicia y otras grandes ciudades de España. Pero en el frente de la izquierda gallega algunos dudan de la eficacia de la estrategia. «En el caso de Ferreiro, su gestión fue muy criticada», explican las fuentes consultadas. «Hizo cosas bien y otras mal», matizan otros activos en la región, quienes también confirman el interés de Díaz por los dos exalcaldes.
La decisión de Díaz es cuestionada también por la vocación regeneracionista de la ministra. Díaz quiere ofrecer a los votantes un proyecto que vuelva a «ilusionar», y para ello ha decidido prescindir de los partidos. Ese esquema ha generado fricciones con Podemos, que no quiere perder su cuota de poder en el proyecto. El hecho de que Díaz se interese por cuadros que buscaron en su día autonomía del partido morado amenaza con alimentar la desconfianza.
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