Alfonso Guerra carga contra el Gobierno de Sánchez: "No es de coalición, sino de cuota y reparto"
El que fuera número dos del Ejecutivo central ha afirmado que Unidas Podemos le impone a Sánchez los cambios en el Consejo de Ministros
El que fuera número dos del Ejecutivo central ha afirmado que Unidas Podemos le impone a Sánchez los cambios en el Consejo de Ministros
El exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra criticó este martes al Ejecutivo de Pedro Sánchez al denominarle gobierno de «cuota y reparto» y no «de coalición» y ha considerado que algunos cargos ministeriales no los elige el propio presidente, sino que se los impone Unidas Podemos.
Guerra ha participado en un coloquio organizado por la Asociación de Directivos de Comunicación (Dircom) sobre la evolución de la comunicación en las últimas décadas y la importancia de la estrategia a futuro.
En el coloquio Guerra ha repasado el papel de los directivos de comunicación y asesores de Gobierno en su rol con los medios de comunicación y la opinión pública y ha sido preguntado qué habría cambiado en la estrategia de comunicación en los años en los que fue vicepresidente (1981-1992) si las legislaturas de Felipe González hubieran sido de partidos en coalición.
Guerra ha ironizado con que el actual Gobierno no es de coalición sino «de cuota y de reparto», ya que, según opina, cuando hay cambios ministeriales quien lo decide, en alusión a Unidas Podemos, es la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. «Un gobierno de coalición es un solo gobierno y un gobierno de cuota son varios gobiernos», ha sostenido.
Asimismo, el exvicepresidente socialista ha alertado sobre quienes intentan derribar instituciones que, a su juicio, han hecho un esfuerzo «muy grande» en las últimas décadas en favor de la democracia en España. «España es un país con tensiones que no tienen otros. ¿Si derribamos las pocas instituciones que son referencia qué va pasar en este país?», se ha preguntado.
Guerra ha indicado que algunos ciudadanos «no quieren darse cuenta» de que el proceso de la construcción «de una nación como un Estado» -en el que entran las instituciones- es algo que puede «no ser eterno», por lo que ha insistido en que arremeter contra ellas es un «error gravísimo» y hasta «un crimen».
En este sentido, ha citado como ejemplo los ataques de algunas fuerzas políticas a la monarquía bajo el pretexto de debate democrático para crear «un país mejor», cuando en realidad representa «la ruina que quieren cavar».
Fuente: EFE.