El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha convocado este miércoles al embajador de Irán en Madrid, Hassan Ghashghavi, para trasladarle su protesta por la violenta represión a las manifestaciones desencadenadas por la muerte bajo custodia policial de la joven Mahsa Amini por llevar mal el velo, según han informado fuentes diplomáticas a Europa Press.
Asimismo, según las fuentes, Ghashghavi ha sido convocado a la sede del Ministerio en la plaza del Marqués de Salamanca para expresar la repulsa por la vulneración de los derechos de las mujeres. La convocatoria se produce horas después de que el departamento que dirige José Manuel Albares publicara un comunicado de condena por la situación que se vive en el país desde hace más de una semana.
En él, el Gobierno expresa su «su firme condena por la violencia ejercida contra manifestantes pacíficos» y exige a las autoridades iraníes que respeten y garanticen «plenamente el derecho de todos sus ciudadanos y ciudadanas a expresarse y manifestarse libre y pacíficamente», además de poner fin «a las detenciones arbitrarias o cualquier otra medida o restricción»contra quienes protestan.
Asimismo, tras manifestar su defensa de los Derechos Humanos y en particular los de las mujeres, el Ejecutivo reiteró su «firme condena y repulsa de la violencia ejercida contra las mujeres iraníes y sus derechos».
Por lo que se refiere a la muerte de Amini, fallecida mientras estaba bajo custodia tras haber sido detenida por la Policía de la moral por llevar mal el velo islámico, el Gobierno pide una «investigación independiente y que se depuren responsabilidades de manera transparente, objetiva y completa», al tiempo que traslada sus condolencias por las muertes registradas durante las protestas. Por último, reclamó que levanten «de manera inmediata todas las restricciones a las comunicaciones.
Decenas de muertos en las protestas
La muerte de Amini, una joven kurda de 22 años, el pasado 16 de septiembre ha provocado desde entonces una ola de protestas en diversas ciudades del país, incluida Teherán, protagonizadas principalmente por mujeres que en muchos casos se han quitado el preceptivo velo islámico y han procedido a quemarlo en público en señal de desacuerdo con las políticas del régimen iraní.
Las autoridades han reprimido las protestas con virulencia, dejando hasta la fecha varias decenas de muertos. A falta de un balance oficial, una organización de Derechos Humanos iraní eleva el total de víctimas mortales hasta las 76.
La primera reacción oficial del Gobierno español a estos sucesos se produjo este lunes por boca del ministro Albares, que condenó la represión y pidió una investigación imparcial de la muerte de Amini y que sus responsables sean llevados ante la justicia. Un día antes, el Alto Representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, había publicado un comunicado en nombre de los Veintisiete en la misma línea.
También Alemania decidió convocar el lunes al embajador iraní en Berlín para expresar su condena y su ministra de Exteriores, Annalena Baerbock, ha exigido la imposición de nuevas sanciones contra Irán en el seno de la UE. Otros países, como Estados Unidos o Canadá, han sido más contundentes en su condena y en su reacción a los últimos acontecimientos en Irán, anunciando nuevas sanciones en relación con la represión de las protestas.