Pablo Iglesias eleva la presión sobre la Complutense por miedo a quedarse sin plaza
El exlíder morado solicita los expedientes de los otros concursantes para presionar a los tribunales de selección. Ni Ciencias de la Información ni Políticas tienen mucho interés en incorporarlo como profesor
El exvicepresidente del Gobierno y exlíder de Podemos Pablo Iglesias eleva la presión sobre la Universidad Complutense de Madrid para hacerse con una plaza de profesor asociado. A finales de julio, Iglesias anunció en las redes sociales su decisión de presentarse para dos convocatorias: una en la Facultad de Ciencias de la Información y otra en Políticas. El cuerpo académico de ambas facultadas interpretó dicho mensaje como una maniobra de presión para hacerse con el cargo. Y ahora el exlíder morado ha dado un paso más.
Según ha podido saber THE OBJECTIVE, Iglesias ha pedido los expedientes de los concursantes en cada plaza para aumentar su presión sobre las dos facultades. No se trata de una maniobra habitual, comentan en el ámbito académico, donde el cuerpo docente interpreta que Iglesias lanza un mensaje que suena a amenaza velada a los tribunales encargados de elegir a los ganadores de cada plaza.
Nadie en la Complutense ignora el poder y la influencia del exvicepresidente. Y consideran que sus maniobras -si bien tiene derecho a conocer los perfiles de sus rivales- sirven para asustar, amenazando con un posible recurso en el caso de perder la plaza. Y también con recurrir una vez más al victimismo y a la existencia de presuntas presiones internas para impedir su regreso a la universidad.
Se trataría de algo paradójico si se piensa, por ejemplo, que Iglesias tiene de su lado a la decana de la Facultad de Políticas, María Esther del Campo, cercana a él tanto en lo personal como en lo político. El problema es que al tratarse de un concurso público esa influencia no puede de por sí resolver el concurso. Y cada departamento lucha por garantizar su independencia.
Ningún entusiasmo en las facultades
La petición de Iglesias, de momento, lo único que está logrando es retrasar el procedimiento de selección. Entre otras cosas porque ninguna de las dos facultades pugna por él. Y cada una está ganando tiempo. Este es otro dato relevante, puesto que ninguna de las facultades involucradas está pujando por tenerle como profesor, tal y como ha podido saber este diario.
Su presencia no despierta el entusiasmo del cuerpo docente, máxime ahora que trascienden estas maniobras para influir en la decisión de las comisiones a través de métodos que algunas fuentes califican de ataque preventivo para que nadie se interponga a su demanda.
De media suelen acudir a los concursos públicos para ser profesor asociado unos cinco opositores. Todo apunta a que también en ese caso sea así. Aunque para averiguarlo Iglesias está intentando acceder a los expedientes de sus rivales. Los tribunales académicos, después de recibir las peticiones, tienen que definir el baremo con los puntos útiles para decretar a los ganadores. Y ese mecanismo es lo que asusta a Iglesias.
En el caso de Políticas, las asignaturas para las que se busca profesor son Teoría y Geografía Políticas. Y en el caso de Ciencias de la Información, la asignatura que queda por asignar es Información en radio y televisión. Las demás plazas convocadas en julio en ambas facultades ya han sido cubiertas e Iglesias no está entre los candidatos.
Presión en las redes sociales
Los mensajes que el político lanzó en las redes sociales en el pasado julio ya no sentaron bien al cuerpo docente. Y el hecho de que ahora busque los expedientes de sus competidores para poder, en el caso de no ganar la plaza, reivindicar o cuestionar el proceso de selección, tampoco es bien visto.
El resultado es que un procedimiento que suele cerrarse en un mes ya está tardando más de lo habitual. Ciencias de la Información y Políticas intentan ganar tiempo, nadie pugna por este fichaje. Y el problema para Iglesias es que aunque acabe ganando una plaza, tendrá difícil convencer a los demás profesores sobre los métodos empleados.
Periodismo y análisis político
El título de profesor asociado representa el primer escalón académico después de las becas doctorales. Su sueldo mensual se mueve entre los 400 y los 800 euros, dependiendo del número de horas lectivas. Las universidades suelen escoger a investigadores jóvenes, para que emprendan una carrera académica y se entrenen en la docencia, o a profesionales con años de experiencia en el sector privado.
El exlíder morado aspira a dar clase de periodismo, a pesar de no haber técnicamente nunca ejercido como tal. Dirigió programas televisivos de debates y estuvo en los platós como tertuliano antes de convertirse en político. Ahora dirige un pódcast en el diario Público, ha vuelto a comentar la actualidad en radio y prensa, pero no tiene experiencia profesional en el ámbito puro de la información.
En cuanto a las plazas de Políticas, Iglesias puede presumir de un doctorado en la materia, una licenciatura en derecho y un máster en Humanidades, pero su producción académica es más bien escasa. Tiene experiencia directa en cargos destacados de Gobierno, y fue investido doctor ‘honoris causa’ por la Universidad Metropolitana de Buenos Aires. Anteriormente ha ejercido como asociado en dicha facultad, y ha publicado libros sobre la relación entre la política y el cine y la eclosión de Podemos. Pero eso no significa que puedan presentarse a la misma plaza otros investigadores con una preparación más idónea.