Exteriores convoca al embajador de Rusia en protesta por la anexión de los nuevos territorios
Varios países de la Unión Europa ya habían llamado durante el fin de semana a los embajadores rusos para trasladar este mismo mensaje
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares. | Europa Press
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación ha convocado este lunes al embajador de Rusia en Madrid, Yuri Korchagin, en protesta por la adhesión de cuatro regiones ucranianas por parte de Moscú, según han informado fuentes diplomáticas a Europa Press.
Desde Exteriores se ha insistido al embajador ruso que España no reconoce esta «farsa» electoral y se ha dejado claro el firme respaldo a la soberanía territorial de Ucrania.
La convocatoria del embajador ruso se ha producido en coordinación con otros socios europeos. Varios países de la Unión Europa ya habían llamado durante el fin de semana a los embajadores rusos para trasladar este mismo mensaje.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, indicó el viernes que España no reconocerá nunca la «anexión ilegal» de cuatro regiones ucranianas anunciada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin, después de la celebración de referéndums por parte de las autoridades de ocupación rusas.
En un mensaje en su cuenta de Twitter, condenó «el atroz ataque contra un convoy humanitario por parte de Rusia en Zaporiyia» en el que murieron más de 20 civiles. Sánchez denunció que esta «nueva masacre» se cometió el mismo día en que el presidente ruso firmó «la anexión ilegal de territorios ucranianos, que España y Europa nunca reconocerán».
Durante un simbólico acto en el Kremlin, y en presencia de las principales autoridades del país y de los líderes prorrusos de las cuatro regiones ucranianas, Putin proclamó la anexión de las regiones ucranianas de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia. «Serán ciudadanos rusos para siempre», señaló.
El Gobierno ya había advertido de que no iba a dar ninguna validez a los referéndums, que tildó de «simulacros ilegales de votación», y también que no daría «ninguna credibilidad ni legitimidad a los resultados ficticios anunciados por las fuerzas de ocupación».
