El exresponsable de Adif retrasa su declaración sobre Angrois para «reponerse» de la agresión
El maquinista del tren siniestrado se ha derrumbado en el juicio y ha vuelto a pedir perdón a las víctimas: «Fue un accidente, no pude evitarlo»
Andrés Cortabitarte, a la izquierda, durante su llegada al juicio. | Álvaro Ballesteros (EP)
Las víctimas del accidente de tren en Angrois tendrán que esperar para escuchar a Andrés Cortabitarte, director de Seguridad de Adif cuando ocurrió el siniestro. Su declaración, prevista para este jueves, ha sido retrasada una semana, hasta el 13 de octubre. La jueza ha comunicado que el exresponsable de la empresa pública tendrá unos días para «reponerse» de la agresión que sufrió en la jornada inicial del juicio. El otro acusado, el maquinista, se ha derrumbado durante la vista, donde ha vuelto a pedir perdón: «Fue un accidente, no pude evitarlo».
El Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago de Compostela dirime desde este miércoles la responsabilidad del maquinista y del director de Seguridad de Adif en el siniestro ocurrido en Angrois en julio de 2013. Les imputan 80 delitos de homicidio y 145 de lesiones por imprudencia grave profesional. La Fiscalía solicita para cada uno de ellos cuatro años de prisión. La defensa pide la libre absolución. Por la vista, que se prolongará hasta febrero, pasarán 522 testigos y 126 peritos.
La jornada inicial del juicio estuvo marcada por el dolor de las víctimas. El maquinista, Francisco José Garzón, llegó minutos antes de las 9.00. Poco después lo hacía Cortabitarte, que entró en las inmediaciones de la Ciudad de la Justicia por una puerta trasera. Las víctimas destacaron lo «simbólico» de este hecho y acusaron al ex alto cargo de Adif de no dar la cara y de gozar de privilegios para no tenerse que cruzar con ellas.
Agresión por Angrois
Lo hizo a la salida, cuatro horas más tarde, Cortabitarte insistió ante los periodistas que no había hablado en una década y que «no voy a hablar nunca». Acto seguido sufrió la agresión del padre de una víctima. El incidente ha servido para incrementar el dispositivo de seguridad y retrasar la declaración del ex responsable de Adif ante la jueza Elena Fernández Currás, que tras finalizar la intervención del maquinista ha manifestado que demoraba su turno hasta el 13 de octubre. Cortabitarte no ha tenido que presentar parte de lesiones porque «la agresión fue pública».
El calendario previsto por el tribunal reservaba tanto el resto de este jueves como el viernes para la comparecencia de Cortabitarte, pero su abogado ha asegurado a la jueza que «todavía sigue afectado por lo que sucedió ayer». La magistrada ha tenido a bien considerar la petición al considerar que su declaración será «notablemente más larga» y que «existen días más que suficientes», como mantiene la defensa. Las víctimas han acogido la noticia con estupor.
«Es una estrategia para ganar tiempo. La declaración del maquinista le ha dejado en mal lugar», afirma Jesús Domínguez, presidente de la Plataforma de Víctimas Alvia 04155. En conversación telefónica con THE OBJECTIVE revela que en la línea había «un agujero de seguridad» que señala a Cortabitarte. El abogado del maquinista, Manuel Prieto, también ha censurado que se posponga su declaración, que es una forma de ganar «tiempo». «He protestado y le he dicho (a la jueza) que si iba a hacer esto y se sabía desde el principio, que se dejasen las dos declaraciones para el próximo día», ha reconocido Prieto.
Quien sí ha declarado este jueves es Francisco José Garzón, maquinista del tren siniestrado, aunque solo ha respondido a las preguntas de su abogado. Lo ha hecho durante una hora exacta. Durante su intervención ha reiterado que no existía ninguna señal en la curva de Angrois, donde descarriló el tren, y que atendió la llamada del interventor por el sistema interno porque estaba obligado a hacerlo. No obstante, reconoce que aquella conversación se produjo en mal momento: «Me desubicó».
Garzón ha relatado el instante en que quedó atrapado en la cabina y su paso por el hospital, ya detenido. Ha explicado que dos días después, con varias costillas rotas, se le trasladó al calabozo «porque venía el ministro del Interior». En su alegato final, con voz rota y visiblemente afectado, ha vuelto a pedir perdón a las víctimas: «Fue un accidente, no pude evitarlo». Lleva años haciéndolo, una posición que contrasta con la de Cortabitarte.
«Una vez más ha pedido perdón. Nosotros somos un colectivo con todo tipo de sensibilidades. Habrá gente que le perdone y habrá gente que no», ha reconocido Domínguez. Sobre las cuestiones técnicas que rodearon el siniestro y que ha explicado Garzón, el presidente de la plataforma de víctimas ha destacado que no existía señalización. Y concluye: «Se demuestra una vez más la prisas que hubo por inaugurar la línea de alta velocidad».
