Alumnos de la Complutense: «Los insultos entre colegios mayores son frecuentes»
Los estudiantes insisten en que las ofensas entre residentes de estos centros son una «tradición» mientras la Fiscalía investiga si hay un delito de odio
Cinco universitarias delante de las vallas del Colegio Mayor Santa Mónica. | Jesús Hellín (EP)
El episodio que ha desatado la polémica en el que residentes del Colegio Mayor Elías Ahúja, en Madrid, profirieron el pasado domingo insultos como «putas» o frases como «salid de vuestras madrigueras como conejas, sois unas putas ninfómanas», asomados desde sus ventanas, a compañeras de otro centro vecino, el Santa Mónica, parece no tratarse de un fenómeno aislado.
Alumnos y exalumnos de la Universidad Complutense de Madrid, que residen o residieron en estos colegios, revelan, en conversación con THE OBJECTIVE, que el intercambio de insultos entre los dos centros «tiene un largo recorrido histórico». Y no solo eso, sino que también es una práctica común entre todas las residencias que hay en la zona del universitario barrio de Moncloa. Tanto es así que, según relatan, cada centro «tiene decenas de canciones diseñadas para insultar a otros colegios».
«Los residentes de los dos colegios mayores siempre han hecho ese tipo de cosas. Además, los insultos no solo se han cruzado entre estos dos centros, sino que es algo histórico entre todos los colegios adscritos a la Universidad Complutense. Comprendo que no se entienda, es complicado, solo se entiende si estás dentro», revela una exestudiante en relación al capítulo protagonizado por los alumnos del Elías Ahúja.
La Fiscalía ya ha abierto una investigación al respecto por un posible delito de odio. Sin embargo, fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid consultadas por este periódico aseguraban este jueves que los jóvenes no habían incurrido en ningún delito.
Expulsiones
Sobre esto último, alumnos y exalumnos insisten en el mismo punto. «Este tipo de episodios nunca han derivado en nada grave. De hecho, la relación entre los residentes de estos colegios mayores es de las mejores que hay allí; siempre han sido buenos amigos». Por ahora, el Colegio Mayor Elías Ahuja ha expulsado del centro a los estudiantes que iniciaron los insultos contra las jóvenes, aunque se esperan más sanciones a otros alumnos que también participaron; y la UCM ha abierto una investigación interna para analizar lo ocurrido y dirimir responsabilidades.
En el vídeo, que se ha compartido en las redes sociales a lo largo de esta semana, se puede ver cómo todas las ventanas del colegio masculino permanecen cerradas salvo una, que se encuentra iluminada y desde la que un joven se dirige a las estudiantes del centro de enfrente. «Putas, salid de vuestras madrigueras como conejas, sois unas putas ninfómanas, os prometo que vais a follar todas en la capea», proclama el protagonista. Acto seguido, se abren todas las ventanas y decenas de compañeros gritan: «¡Vamos Ahúja!».
Días después, no obstante, también ha trascendido otra grabación en la que las alumnas del colegio Santa Mónica contestan a los residentes del otro centro, justo después de haber sido insultadas. Aunque resulta complicado entender qué es lo que profieren contra ellos, las estudiantes lanzan vítores sobre su propio colegio y señalan, después: «No vivo de la hemeroteca, si no se cree que estas to’ buena».
«Una práctica con tradición»
Tras la polémica, de la que se han hecho eco la mayoría de medios de comunicación, y hacerse públicas las expulsiones y los expedientes contra algunos residentes del Elías Ahúja, han sido las alumnas del Santa Mónica quienes han salido a defender a sus compañeros, tras haberles pedido perdón horas antes en otro comunicado. «Nos gustaría expresar nuestro apoyo al Colegio Elías Ahúja ante las declaraciones que se están haciendo», reza la nota que han publicado.
En primer lugar, «queremos que quede constancia nuestra disconformidad ante las palabras recogidas en los videos difundidos, totalmente inadecuadas e irrespetuosas. No obstante, un vídeo viralizado sin entender su contexto es fácil de malinterpretar», continúan. Las alumnas, al igual que otros compañeros, explican que se trata «de una práctica con tradición entre colegios mayores, del que se ha creado una impresión de odio y machismo que no puede estar más lejos de la realidad».
Las alumnas del Santa Elena insisten en que los dos colegios «tienen muy buena relación, comparten amistades con muchos de ellos y conocen de primera mano sus valores y principios». Ninguno de ellos, señalan, «con intención de realizar un discurso misógino ni mucho menos denigrarnos como mujer».
