Las prostitutas denuncian la hipocresía de los abolicionistas: "Son clientes nuestros"
Susana Pastor, líder del colectivo, denuncia que los políticos que plantean la penalización de la actividad sexual retribuida también requieren sus servicios
Susana Pastor es la líder de las prostitutas en la guerra que libran actualmente estas mujeres contra la abolición de la actividad sexual retribuida, que es lo que plantean PSOE y Unidas Podemos, con el apoyo del Partido Popular, en el Congreso de los Diputados. Lugar donde, paradójicamente, se sientan algunos de sus clientes. «No voy a decir nombres porque me llevarían al calabozo, pero son unos hipócritas: los que nos quieren prohibir ejercer en libertad son clientes nuestros», admite la portavoz de Astras (Asociación de Trabajo Sexual) en una conversación con THE OBJECTIVE.
Pastor es la líder indiscutible de las prostitutas, y lo es porque fue ella la impulsora de las manifestaciones que se vieron por toda España el pasado verano al grito de «libertad»; fue ella quien llevó la voz cantante en la concentración frente a la Cámara Baja celebrada en septiembre, cuando se reunieron miles de trabajadoras sexuales; y ahora es ella quien está detrás de la ronda de reuniones del sector de la prostitución con PP, PSOE, PNV… Y hasta con Macarena Olona, mientras que Vox y Unidas Podemos son los únicos partidos que no han atendido a su llamada.
La portavoz de las trabajadoras sexuales -«no me gusta llamarlas prostitutas porque es una palabra muy fea», dice- nos atiende desde Torrente (Valencia), municipio natal del exministro José Luis Ábalos y lugar donde regenta su salón de masajes (sic). Por ahí han pasado, según relata, «políticos, guardias civiles, futbolistas…». Por eso denuncia la hipocresía de la clase política, las «mentiras» sobre las que se cimenta su postura abolicionista y las posibles consecuencias perniciosas que derivarían de la penalización de una actividad que, dice, da de comer a 150.000 familias.
La reunión con el PSOE
Ahí mismo, en Valencia, tuvo lugar esta semana la primera reunión de los socialistas con el sector de la prostitución. Una conversación que la portavoz oficiosa del sector califica como «fluida». «Ya era hora de que el PSOE viniera a conocer las inquietudes de las trabajadoras sexuales», se queja antes de apuntar que «hablaron, las conocieron, y se quedaron sorprendidos porque las mujeres les dijeron que querían seguir trabajando. No se esperaban que su modo de vida fuese así de bueno».
Y es que si algo pretende Pastor con esta ronda de reuniones es romper los prejuicios que existen sobre las prostitutas. «La gente se piensa que las trabajadoras sexuales están encerradas en una sala, que no tienen teléfono móvil, y que no pueden salir ni hacer una vida normal. Las películas han hecho mucho daño. Tienen redes sociales, hacen videollamadas con su familia, se cogen vacaciones… Son libres. Además, he trabajado con una médico, una opositora a juez… Pero nos tratan como si fuéramos tontas o como si fuésemos la escoria de España».
Las cifras sobre prostitución
Muchos de esos prejuicios son consecuencia de la falta de información con respecto al sector. Ese es el motivo por el que el PNV ha pedido en el Congreso de los Diputados que se cree una subcomisión de investigación con el fin de elaborar «un diagnóstico veraz» del tema y así «legislar en consecuencia». Esa es la condición que las prostitutas están poniendo encima de la mesa a sus interlocutores: «Ya sabemos que la ley se va a aprobar, pero al menos que sepan las consecuencias que ésta tendrá».
Lo que pretende esta subcomisión de investigación es poner fin a muchos de los mantras que enarbola el Gobierno de coalición para defender su postura abolicionista: que de las 45.000 prostitutas, según ellos, que ejercen en España, el 90% son víctimas de trata. «Yo llevo más de 12 años trabajando en este sector, he conocido a miles de mujeres, me he recorrido media España, y todas quieren seguir ejerciendo. Están más explotadas laboralmente, con todos mis respetos, las camareras que cobran 1.200 euros por estar 8 o 10 horas de pie que las trabajadoras sexuales que pueden ganar hasta 30.000 euros al mes ejerciendo libremente».
«No hacen nada malo. Ofrecen un servicio porque ellas quieren. Tampoco se puede tratar al cliente de violador. No hay agresión, es un acto pactado. La señora Irene Montero dice que se acuesta con quien quiere, pero nosotras no podemos, que un niño tiene capacidad de decidir, pero una trabajadora sexual, que es mayor de edad, no. ¿Estamos locos? Que escuchen a estas mujeres que sí quieren trabajar y que vayan a por la trata. Como mucho hay un 10% en España», zanja Pastor a este respecto.
La legalización de la prostitución
Carmen Meneses o Mariona Llobet son algunas de las académicas que se han dedicado a desmontar las «falacias» del discurso abolicionista, por cuanto las víctimas de trata en España serían entre un 10% y 12% de las mujeres que ejercen la prostitución. Un discurso contra el que Susana Pastor arremete sin remilgos: «Hay más trata en el campo y más explotación laboral en cualquier otro sector que en el de la prostitución». Pastor considera que el Gobierno no quiere ir a por el explotador, sino impulsar «empresas gestatistas para cobrar subvenciones» sin pensar «en lo que va a pasar en España, que es lo que ya sucede en Francia».
Por todo lo expuesto, las prostitutas, por boca de Susana Pastor, piden al Gobierno que piense en las familias que podrían verse abocadas al paro si se penaliza la prostitución. «Yo dejo este negocio y puedo montarme otro, pero hay quienes no pueden o no quieren. Cuando pase como en Francia, tendré que ir a los políticos con portadas diciendo que las prostitutas están siendo violadas y asesinadas. Estamos a tiempo de impedirlo. Basta ya de hipocresía y pensemos en esas 150.000 personas que trabajan en el sector. Si nos legalizaran y pagáramos impuestos, pagaríamos la deuda de España».