Interior traslada al País Vasco a la exlíder de ETA Iratxe Sorzabal y otros diez terroristas
Entre los acercamientos está también el de Andoni Otegi Eraso, condenado por el atentado de Santa Pola en el que falleció una niña seis años
Nuevo acercamiento de presos de ETA a cárceles del País Vasco propiciado por el Gobierno. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior que dirige Fernando Grande-Marlaska, ha comunicado este lunes el acercamiento a cárceles de la región vasca, que actualmente controla el PNV, de otros once presos de ETA. Entre ellos, se encuentran caras muy conocidas, como la exlíder de la banda Iratxe Sorzabal, entregada por Francia a comienzos de septiembre, y otros antiguos miembros importantes como Andoni Otegi Eraso, condenado por el atentado de Santa Pola en el que falleció la niña Silvia Martínez.
El caso de Sorzabal es particular: este pasado mes de septiembre, la Audiencia Nacional decretó prisión provisional para la exjefa de ETA, entregada por Francia de forma definitiva el pasado 9 de septiembre, por la condena a 24 años y medio de cárcel que le fue impuesta por su participación en un doble atentado el 2 de noviembre de 1996 en Gijón contra una farmacia y el Palacio de
Justicia. Es decir, que a pesar de ser por el momento una presa preventiva con sentencia no firme, Sorzabal esperará juicio en una cárcel del País Vasco y no de Madrid, como suele ser habitual.
Este último punto ha indignado especialmente a la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que a través de un comunicado al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE, asegura que «como no, en este país que tanto se vela por los derechos de los etarras, Sorzabal esperará noticias de la Audiencia Nacional acomodada en una prisión cercana a los suyos».
Eso sí, en general, esta organización es muy crítica con toda la política de acercamiento de presos etarras al País Vasco que está realizando Interior, llegando a afirmar que el Gobierno se preocupa demasiado por el bienestar de los terroristas «mientras las víctimas y las asociaciones, estamos cada vez más avocadas a la extinción, teniendo que soportar ya no sólo que se nos humille y revictimice, sino algo casi mucho peor: la indiferencia de todos». Además, lamentan que los acercamientos se produzcan «sin que muchos de los etarras colaboren con la justicia, sin mostrar un ápice arrepentimiento y, muchos de ellos, con mucha sangre a sus espaldas».
Atentado de Santa Pola
El de Otegi Eraso es, en este sentido, otro acercamiento clave. Y es que este preso suma más de mil años de condena por delitos como el asesinato del concejal de UPN José Javier Múgica Astibia en 2001 y el cometido contra la casa-cuartel de Santa Pola en 2002, que acabo con las vidas de Cecilio Gallego Alaminos y la niña Silvia Martínez Santiago.
El de Santa Pola es uno de los atentados que sigue bajo investigación para identificar a los autores intelectuales. Recientemente un informe de la Guardia Civil señaló a seis exjefes etarras y la Audiencia Nacional impuso medidas cautelares a Mikel Antza y Ramón Sagarzazu, ‘Ramontxo’, por la muerte de este ciudadano de 57 años y de la niña de seis años. La menor, hija de un agente de la Guardia Civil, fue homenajeada a título póstumo el 29 de septiembre con la medalla de la asociación Dignidad y Justicia. Como autor material del coche bomba frente a la casa-cuartel de Santa Pola fue condenado Andoni Otegi Eraso, ‘Iosu’, y su compañero de comando Óscar Celarain Ortiz, ‘Peio’.
Otegi Eraso ingresó en prisión el 17 de octubre de 2008 y cumple una condena acumulada de 30 años por asesinatos, asesinatos en grado de tentativa, estragos, depósito de armas, robo y falsificación. Cumplirá las 3/4 partes de la condena en abril de 2031, según ha informado Instituciones Penitenciarias.
Los otros presos trasladados
Según el organismo dependiente del Ministerio del Interior, otro de los etarras acercados al País Vasco -desde la cárcel de Dueñas- es Martín Sarasola Oyarzabal, condenado por el atentado que costó la vida a los ciudadanos ecuatorianos Diego Armado Estacio y Carlos Alonso Palate por el coche bomba en la T-4 de Madrid-Barajas en 2006.
También figura Harriet Iragui Gurruchaga -actualmente en Logroño-, uno de los terroristas que fue condenado por la secuencia de atentados etarras que mató en Andalucía a José Martín Carpena, Luis Portero García y Antonio Muñoz Cariñanos. Por su parte, Asier Arzalluz Goñi dejará también la prisión de Logroño para ir a otra del País Vasco. Cumple condena por matar a los guardias civiles Irene Fernández Perea y José Ángel de Jesús Encinas, así como por el asesinato de Máximo Casado Carrera y tratar de matar al diputado socialista Eduardo Madina, una acción criminal perpetrada por otro de los etarras beneficiados: Iker Olabarrieta Colorado.
Entre los terroristas acercados consta también Julen Atxurra Egurola, condenado a 32 años por su participación en el secuestro de José Antonio Ortega Lara o matar a un policía en 1986, así como Beñat Aguinagalde Ugartemendía, en su caso por los asesinatos de Isaías Carrasco en 2008 y de Ignacio Uría un año más tarde.
Lo mismo ocurre con Gurutz Aguirresarobe Pagola, autor del atentado que acabó la vida de Joseba Pagazaurtundua en 2003, o Beatriz Etxebarría Caballero, que cumple condena por los atentados contra el brigada Luis Conde de la Cruz y el policía nacional Eduardo Antonio Puelles García.