El CGPJ desoye la hoja de ruta de Lesmes y designa al progresista Mozo presidente interino
La decisión provoca una bifecalia. Un informe establecía que el cargo debía ocuparlo Marín Castán, que ya ejerce como presidente del Tribunal Supremo
La dimisión de Carlos Lesmes ha conseguido lo que parecía imposible: poner de acuerdo al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El órgano ha designado este jueves como «presidente por suplencia» al progresista Rafael Mozo, según ha confirmado THE OBJECTIVE. El Consejo desoye la hoja de ruta que había diseñado Lesmes para su relevo. El informe que encargó establecía que debía sustituirle Francisco Marín Castán, el miembro más antiguo del Tribunal Supremo, aunque no formara parte del CGPJ. Los vocales han decidido promocionar al compañero de más edad. Este movimiento provoca una bicefalia en el Poder Judicial, pues Marín Castán ya ejerce como presidente en funciones del alto tribunal.
Mozo ha sido elegido por 16 votos a favor y uno en contra, explican fuentes del CGPJ. El único que se ha opuesto ha sido el vocal Wenceslao Olea, muy próximo a Lesmes. Ha formulado un voto particular porque «solo puede existir un único presidente» y el Consejo «carece de competencia» para el nombramiento. Otra vocal, Mar Cabrejas, se ha ausentado. En estos momentos, el órgano está formado por 18 miembros, ya que hay dos bajas, una por enfermedad y otra por defunción.
El Pleno extraordinario celebrado en la tarde de este jueves fue convocado por Lesmes. Su objetivo era que los sectores progresista y conservador del CGPJ dieran cuenta del estado de las negociaciones para nombrar a los dos candidatos al Tribunal Constitucional que les corresponde, tras cuatro reuniones infructuosas. No obstante, el cónclave ha estado dominado por la cuestión sucesoria y ha permitido que, por primera vez en mucho tiempo, ambas tendencias se unan en torno a Mozo.
La decisión del CGPJ
La elección de Mozo como presidente interino no cambia nada en el CGPJ. Apenas tendrá funciones y las comisiones mantendrán su actual composición, con excepción de la Comisión de Asuntos Económicos, a la que se incorporará el vocal procedente de la Carrera Judicial de mayor edad que no presida ya otra de las comisiones legales. Además, la política de comunicación será compartida, por lo que las notas de prensa serán consensuadas.
Los vocales del Consejo habían mostrado sus reticencias a que Marín Castán presidiera el órgano. El malestar era evidente, ya que el magistrado al que señaló el informe del gabinete técnico del CGPJ ni siquiera forma parte del órgano de gobierno de los jueces. «No parece ni correcto ni adecuado que un vocal del Consejo que no ha sido nombrado presidente del Supremo pueda presidirlo», alegan los vocales.
El documento establecía que el cargo debía recaer en el vicepresidente del Tribunal Supremo, un puesto que ejerce Marín Castán desde que se jubiló Ángel de Juanes hace tres años. Todavía no ha podido ser sustituido porque el CGPJ sigue en funciones. Lesmes entendía que ese relevo permitiría sortear el veto a realizar nombramientos discrecionales que ata de pies y manos al Consejo desde que una reforma legislativa prohibió estas designaciones mientras su mandato esté caducado. El informe también excluía la doble vía de sustitución, como finalmente ha sucedido.
El nuevo presidente del órgano de gobierno de los jueces llegó a propuesta del PSOE en 2013, aunque ingresó en la carrera judicial en 1985. Tuvo varios destinos hasta que en 1998 aterrizó en la Audiencia Provincial de Madrid. Mozo ejerce desde 2018 como magistrado de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional y es miembro de la asociación Juezas y Jueces para la Democracia.
Las fuentes consultadas por este diario sostienen que Mozo es un hombre de máxima confianza del magistrado del Constitucional Cándido Conde-Pumpido. Explican que su padre fue el preparador de las oposiciones del ahora presidente interino del CGPJ. Hay quien señala el papel como muñidor del que fuese Fiscal General del Estado con el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Recuerdan que Clara Martínez de Careaga, miembro del Consejo, es la esposa de Conde-Pumpido.
Otras fuentes aseguran a THE OBJECTIVE que el consenso en torno a Mozo tiene que ver con las injerencias externas en el órgano de gobierno de los jueces. Entre ellas, la intención de Lesmes de querer dejar atado su relevo. No es la primera vez que un presidente renuncia. Ya lo hizo en junio de 2012 el fallecido Carlos Dívar, al destaparse el escándalo de sus viajes a Marbella no justificados y pagados con dinero público. Le sustituyó Gonzalo Moliner, un magistrado del Tribunal Supremo de tendencia progresista que dedicó buena parte de su carrera a dirimir cuestiones de ámbito social y laboral.
Moliner, como Mozo, era miembro del CGPJ. No obstante, su nombramiento de forma interina generó mayor discrepancia, ya que salió adelante por la mínima, solo 12 votos a favor de los 20 vocales del Consejo que exige la ley, muy lejos de la unanimidad que consiguió Dívar en 2008. Entonces, el mismo magistrado ostentó la presidencia provisional de ambas instituciones. Lo hizo hasta diciembre de 2013, cuando fue elegido el ahora dimitido Carlos Lesmes.