ERC ficha como alto cargo a una exdiputada de la CUP crítica con los pactos con Sánchez
Mireia Boya, nueva directora general de Cambio Climático, acusó de forma reiterada a ERC de «engañar» a los votantes con su giro pragmático
Mireia Boya, exdiputada de la CUP | Europa Press
El gobierno en solitario de ERC ha acentuado la división con la CUP, formación que en los últimos tiempos dejó claro que no iba a dar más apoyo al Govern si no recuperaba el plan secesionista. La decisión del Ejecutivo de Pere Aragonès de fichar como directora general de cambio climático a Mireia Boya, exdiputada de la formación anticapitalista, ha generado un nuevo cisma entre partidos independentistas. La exdirigente cupaire abandonó el partido al alegar «mala gestión» de su entonces partido tras su denuncia de un presunto caso de acoso laboral por parte de un compañero de partido. Y su incorporación en el sottogoverno de la Generalitat ha generado una nueva ola de reproches entre diputados independentistas.
La CUP ha interpretado este fichaje como una «OPA hostil» de los republicanos que, sumado a las incorporaciones de figuras procedentes del entorno de los comuns, como la nueva consejera de Justicia Gemma Ubasart, creen que les sitúa en una posición de debilidad frente a En Comú Podem, un partido con quienes comparten parte de su programa ideológico al tiempo que compiten electoralmente entre los segmentos de votantes más izquierdistas y soberanistas.
Los anticapitalistas, además, consideran que la disposición de Boya de aceptar el cargo, junto al regreso de Anna Gabriel a España desde Suiza para presentarse ante la justicia, afecta a su imagen de partido que aboga por el choque con el Estado y la recuperación de las posiciones más maximalistas para materializar la independencia.
La CUP la ve «vendida» al Govern
La ahora nueva directora general de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalitat mantuvo hasta hace bien poco un discurso público muy crítico con el giro pragmático de ERC. Estos días, perfiles de Twitter cercanos a la CUP y Junts per Catalunya han hecho circular distintos vídeos y comentarios de Boya en las que lamentaba el pacto de los de Oriol Junqueras con PSOE y Unidas Podemos.
«Si miramos hacia delante, el futuro es todavía más recentralizador. ERC tiene que decir basta a PSOE/UP. Nos nos lleva a ningún sitio y es humillante para todos. No nos arrastréis más, por favor», afirmaba en la red social en abril de 2020.
En la misma línea, acusaba a ERC de «engañar a la gente» y «cambiar el relato» en una intervención en TV3 como tertuliana. Ahora, no obstante, y pese a las críticas que ha recibido -como que es una «vendida» a ERC y que solo le interesa «la paguita»- desde estos sectores cercanos a su expartido y a Junts no ha querido pronunciarse al respecto en sus redes sociales.
Boya también se había mostrado en desacuerdo con la consejera de Agricultura, Teresa Jordà, en asuntos que afectan al medio ambiente. También en la candidatura de invierno de los Juegos Olímpicos o el proyecto de ampliación del aeropuerto de Barcelona.
ERC también ha incorporado al exalcalde de Sabadell Maties Serracant, y del entorno de la CUP, en la Generalitat. Serracant será asesor del consejero de Territorio, Juli Fernández. El dirigente del entorno de la izquierda antisistema coincidió en Sabadell con el ahora titular de Territorio. Ambos dirigentes se repartieron la alcaldía entre 2015 y 2019.
ERC entierra los proyectos de Junts
Como informó THE OBJECTIVE, la salida de Junts del Ejecutivo ha propiciado un giro en varios ámbitos políticos. Por un lado, ERC ha enterrado los planes de avanzar hacia una ‘república digital’ al suprimir la Consejería de Políticas Digitales. Asimismo, la nueva consejera de Acción Exterior ha enmendado la línea de su predecesora de abrir relaciones con Israel en detrimento de Palestina.
Otros de los proyectos que pierden posibilidad de prosperar al haber sido defendidos únicamente por sectores de Junts son la ampliación del aeropuerto de Barcelona, la construcción del cuarto cinturón en Barcelona o el proyecto turístico de Hard Rock en Salou (Tarragona).
En sentido opuesto, los 33 diputados con los que cuenta ERC en el Parlament sumen el gobierno en una posición de debilidad y, como se observó con la votación de la Ley de Estadística, elaborada por el exconsejero Jaume Giró (Junts), no prosperó por la abstención de Junts y la CUP y el voto en contra de PSC, comuns, Cs, Vox y PP. Fue la primera norma que el gobierno en solitario de ERC llevó al pleno y no logró el apoyo de la Cámara.
