Junqueras solo podrá ser candidato en 2023 si el Gobierno rebaja también la malversación
A diferencia del resto de líderes del ‘procés’, Junqueras fue condenado por malversación agravada, delito penado con una inhabilitación mínima de diez años
El líder de ERC, Oriol Junqueras. | Europa Press
A pesar de la derogación del delito de sedición, Oriol Junqueras no tiene garantizado poder concurrir a las elecciones de 2023. Ni a las generales, ni a las municipales. A no ser que también se rebajen las penas de inhabilitación para el delito de malversación agravada, según advierten fuentes jurídicas consultadas por THE OBJECTIVE. Después de que el Congreso de los Diputados apruebe la proposición de ley registrada por PSOE y Unidas Podemos para reformar la sedición, el Tribunal Supremo tendrá que revisar la inhabilitación a trece años que impuso al líder de ERC y al resto de condenados por el ‘procés’ por un delito de sedición en concurso medial con otro de malversación.
El concurso medial, según el artículo 77.3 del Código Penal, se castiga con la pena superior a la que habría correspondido por la infracción más grave. Al ser derogado el delito de sedición y ser sustituido por uno de desórdenes públicos, con una pena de inhabilitación de seis a ocho años, el Alto Tribunal debería revisar las penas y aplicar la inhabilitación correspondiente al delito de malversación por ser el más grave de los dos impuestos, según explican expertos en derecho penal.
El artículo 432 del Código Penal establece una inhabilitación especial para cargo o empleo público por tiempo de seis a diez años por malversación. Ese sería el plazo de inhabilitación que podría imponer el Supremo a los otros nueve líderes del ‘procés’ condenados. Sin embargo, el caso de Junqueras es distinto. A diferencia del resto de independentistas condenados, el Alto Tribunal sentenció a Junqueras por malversación agravada, delito por el cual la inhabilitación se eleva a un periodo de mínimo de diez años y un máximo de veinte. No podría ejercer ningún cargo público hasta el año 2028, mientras el resto de condenados por el ‘procés’ podrían ver levantada su inhabilitación antes.
La inhabilitación de Junqueras
En un auto dictado tras el indulto parcial del Gobierno, el Alto Tribunal fijó el 5 de julio de 2031 como la fecha en la que concluirían los 13 años de inhabilitación del líder de ERC. Incluso en el caso de que se obviara el agravante por la cuantía malversada, el propio Junqueras estaría en manos del Tribunal Supremo para poder presentarse a las elecciones de 2023. Si se redujese su inhabilitación a seis o siete años (por ser el tipo más bajo de la malversación), previsiblemente no podría optar a cargo público hasta julio de 2024 o 2025.
«Una vez aprobada la ley en el Congreso, la reducción de penas no es automática. El tribunal sentenciador, el Supremo, tiene que revisar la condena y decidir cuál es la pena específica. En el caso de la malversación, el grado mínimo para inhabilitación es de seis a ocho años. Perfectamente le podrían imponer siete u ocho años, y no seis», indica uno de los penalistas consultados.
Podemos plantea rebajar la malversación
Así las cosas, la rebaja de la inhabilitación contemplada en la iniciativa registrada por PSOE y Unidas Podemos no permitiría a Junqueras presentarse a ninguno de los procesos electorales que se celebrarán durante el año 2023: municipales y generales. De ahí que el único clavo al que se puede agarrar el socio preferente de Pedro Sánchez y su Gobierno en Cataluña, depende de una reforma también del delito de malversación como la que este viernes planteó el presidente de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Jaume Asens.
El hombre fuerte de Ada Colau en Madrid, en referencia a la derogación del delito de sedición, apuntaba a que la «desjudicialización» del «conflicto catalán» podría tener continuidad con una reforma del delito de malversación más adelante. Asens lo ha defendido como una posible «pista de aterrizaje» para la vuelta del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.
Sin embargo, el principal y más inmediato beneficiario de una rebaja de las penas e inhabilitación por el delito de malversación, especialmente en su tipo agravado, parece ser el principal rival de ese último en el seno del independentismo. La posible participación de Junqueras en las elecciones de 2023, depende de ello.
