Montero reinvidica a las ministras de Zapatero y defiende la «solidez» del 'solo sí es sí'
En su intervención, en la que se ha emocionado, ha nombrado de forma específica Bibiana Aído, Leyre Pajín, y María Teresa Fernández de la Vega
La magistrada y ex vicepresidenta del Consejo de Estado, María Teresa Fernández de la Vega, recibe el galardón en la categoría compromiso feminista en las instituciones de manos de la ministra de Igualdad, Irene Montero. | Eduardo Parra (EP)
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha recordado durante el acto institucional por el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia de Género, la «violencia política» que, a su juicio, se ejerció contra las ministras del Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, por su trabajo «desde las instituciones por los derechos humanos y los derechos de las mujeres». Y también ha aprovechado para para reivindicar la ley del solo sí es sí como una norma «de todas las mujeres» y «víctimas de violencias sexuales» frente a la «violencia política».
En este sentido, Montero ha agradecido, además, a las «madres» de este último texto, entre las que ha nombrado a las víctimas, las activistas feministas o juristas, porque en «estos días de desinformación y alarma» han «alzado la voz» para señalar la «solidez de esta ley» y poner el foco en su «integralidad».
En su intervención, en la que se ha emocionado, ha nombrado de forma específica a la exministra de Igualdad Bibiana Aído, la exministra de Sanidad Leyre Pajín, y a la exvicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega, que se encontraba junto a ella, ya que ha sido una de las premiadas en esta edición. De hecho, antes de la intervención de la ministra, Fernández de la Vega ha pedido la palabra para denunciar la situación vivida esta semana por la propia Montero, cuando una diputada de Vox realizó comentarios machistas hacia ella desde la tribuna del Congreso.
La exdirigente socialista ha lamentado que estas situaciones se sigan reproduciendo como, según ha indicado, se producían en la época en la que ella era ministra citando explícitamente a las exministras de Igualdad y Sanidad, Bibiana Aído y Leyre Pajín. «Es violencia política contra las mujeres. Tenemos que ir contra ella», ha apuntado Fernández de la Vega, antes de señalar que las mujeres van a «seguir ejerciendo la política democrática como quieran». «Sin que nos machaquen, sin que nos insulten, sin que nos violen, sin que nos dejen sin espacio», ha declarado. «Vamos a recuperar el espacio de la violencia política que nos quieres arrebatar», ha añadido.
También ha este episodio se ha referido Montero, aunque, en su caso, ha puesto el foco en el «poderoso momento de encuentro» que se produjo tras las palabras de la diputada de Vox entre «los y las feministas del Congreso» cuando «emocionados y en pie» se juntaron para decir «somos más».
Defensa de la polémica norma
Y, en este sentido, la titular de Igualdad se ha referido a la «capacidad del feminismo» para «avanzar a pesar de la resistencias, de la violencia y del descrédito» porque, según ha indicado, esto ya ha ocurrido con antelación con leyes como la de Igualdad, la del Aborto o con la Ley de Garantías de la Libertad Sexual.
En su discurso, que ha cerrado el acto, la ministra también ha hecho un llamamiento a la unidad y a las responsabilidades del Estado en materia de violencia contra las mujeres y se ha dirigido a los hombres para pedirles que se «impliquen» en esta lucha para «dejar de normalizar determinadas violencias» o para advertir a los agresores. Montero ha apuntado que, sin una implicación de los hombres en este tema, no se podrá construir una «sociedad de buenos tratos».
En esta XIX edición de la entrega de reconocimientos por el 25N, que ha estado dirigida por la periodista Carme Chaparro, se han entregado trece premios en diferentes categorías. Las más aplaudidas han sido las juezas afganas, reconocidas en la categoría de ‘Resiliencia’ y cuya portavoz, Friba Quraishi, ha lamentado que en la actualidad esto no sea así y ha hecho un llamamiento a las organizaciones a defender la violencia que están sufriendo las mujeres afganas, tanto física, como psicológica, como «arrestos ilegales», «asesinatos misteriosos», «privación de derechos sociales, económicas, culturales y políticas».
