Guerra judicial en Carrefour: unos franquiciados acusan de competencia desleal a la empresa
Los afectados denuncian «el abandono» de la multinacional, que incluso deja de suministrarles mercancías. Su intención es solicitar indemnizaciones
Los franquiciados de Carrefour están en pie de guerra con la empresa. Se quejan de que los contratos que firman incluyen condiciones abusivas, que la multinacional no cumple con su parte y que deja de suministrarles mercancías, lo que les ocasiona una importante merma económica. Además, revelan que les hace competencia desleal al montar otros negocios con su marca a escasa distancia de sus locales. Hay un procedimiento judicial abierto y otros tres en marcha. THE OBJECTIVE ha tratado sin éxito conocer la versión de la compañía.
Las reclamaciones se suceden por toda España. Uno de los casos se encuentra ya en vía judicial. Otros tres franquiciados seguirán sus pasos después de que Carrefour haya rehusado escuchar sus demandas. Todas las lleva la abogada Andrea García, de García-Lázaro Abogados. La letrada descarta una demanda conjunta porque cada perjudicado tiene unas circunstancias concretas y esa fórmula «no suele ser efectiva; incluso existen sobreseimientos por ese motivo».
«Existen más quejas, pero muchos perjudicados se echan atrás porque el negocio les ha dejado arruinados y no pueden destinar los fondos necesarios a abogados, peritos y procuradores», insiste García. Una franquiciada desde 2017 en la zona norte (pide mantener en el anonimato su identidad y la localidad concreta) afirma que realizó una inversión de 400.000 euros, pero ahora está arrepentida.
Carrefour abre otros locales
Los problemas con Carrefour comenzaron antes de la apertura. «Ellos deciden todo: la subcontrata que hace la obra, la maquinaria que se emplea, los bancos con los que hay que trabajar y los empleados que debes tener». La mujer asegura que el plan de viabilidad que les presentan no es realista y que, tras comenzar a operar, la multinacional se desentiende de todo.
«He sufrido problemas graves desde la apertura que me han supuesto más de 90.000 euros en pérdidas. La culpa siempre es del franquiciado, para lo que hacen informes constantes sobre el mal funcionamiento del local. Utilizan los mismos para todos». Ella firmó mantener la franquicia durante cinco años, plazo que se cumple el próximo mes de diciembre. Carrefour ya le ha anunciado su intención de no renovar la concesión, aunque la perjudicada tampoco está dispuesta.
Hace un mes, la multinacional le ofreció 100.000 euros por el traspaso, pero la franquiciada se negó. El contrato que les vincula finaliza en unas semanas, pero el alquiler del local lo realizó la propia perjudicada por su cuenta, así que tendría que seguir pagándolo. Un problema añadido. La mujer lamenta los problemas permanentes con la empresa y sus incumplimientos. «Carrefour impone el cierre cuando lo estima oportuno», denuncia la abogada Andrea García.
La afectada revela que le mandan mercancía que no pide, pero que no le envían la que solicita, lo que genera desprovisión. «Carrefour les exige adquirir su género, pero cuando le parece deja de servírselo. De esa forma genera un círculo vicioso, ya que el franquiciado se va empobreciendo cada vez más», insiste la letrada.
Otra tienda a cinco minutos
«Se está devaluando el stock del establecimiento que permanece en tienda, así como la economía de la mercantil que cada día verá su tesorería completamente mermada por causa de este franquiciador (…), lo que derivará en una liquidación que no se corresponderá con la solvencia que la tienda ha venido gozando hasta la fecha», sostiene la abogada en las reclamaciones que realizó a Carrefour. De momento no ha tenido respuesta. Tampoco la ha conseguido este diario.
A esta situación se añade que la multinacional va a abrir otro local sin franquiciar a solo cinco minutos del supermercado de la perjudicada. No es un caso aislado. «Supone una competencia desleal. Carrefour ha comprado marcas en diversos lugares y en ellos abre Carrefour Market, que vende productos muy variados y de primera necesidad. Están próximos a las franquicias Express, que ofrece productos más escasos, lo que genera un detrimento del franquiciado», explica García.
Es justamente lo que le sucedió al franquiciado que llevó el caso a los tribunales. O lo que le pasa a otra afectada en una localidad de Málaga. El caso de otra perjudicada en un municipio de Huelva es diferente. Abrió el local a principios de 2o19 y a finales de año trató de cerrar. Unos «consejeros» de Carrefour realizaron unos cambios en la tienda para reflotarla, pero tampoco sirvió. Acabó clausurándola en agosto de 2020. Se queja de que las condiciones que firmó eran «inasumibles».
«En mi opinión, los franquiciados se encuentran totalmente desprotegidos mediante el contrato que han firmado. Carrefour impone sus reglas y ellos realmente no conocen el alcance de las mismas hasta el momento de la firma. En la práctica se dan cuenta de que el negocio no resulta viable», insiste García. La abogada solicitará indemnizaciones para sus clientes.