Sánchez dice que cambiará la malversación sin «rebajar las penas por corrupción»
El presidente vuelve a esgrimir la necesidad de homologar el Código Penal a otros países para justificar el cambio en el delito de malversación que le pide ERC
A tres días de que expire el plazo para la presentación de enmiendas al articulado de la reforma del Código Penal, el Gobierno ha desvelado sus cartas y ha admitido implícitamente que sí ha habido conversaciones con ERC sobre la reforma del delito de malversación que habían negado reiteradamente fuentes del Ejecutivo. En conversación informal con periodistas en el aniversario de la Constitución, celebrado este martes en el Congreso, el presidente, Pedro Sánchez, ha confirmado su intención de consolidar una «operación de estabilización de Cataluña» y ha apelado al «derecho comparado» para homologar el delito con otros tipos penales europeos.
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo ha prometido que esto «no conllevará en ningún caso una rebaja de las penas de malversación ni un retroceso en la lucha contra la corrupción política». Sánchez ha pedido «esperar al viernes» hasta conocer el contenido de la enmienda que presentará ERC y de la que el Gobierno está plenamente informado. Preguntado en reiteradas ocasiones por los supuestos en que cabría una reforma sin afectar a casos de corrupción política, el presidente se mostró críptico: «Lo veréis, lo veréis… el viernes. Hay que mirar el derecho comparado».
Una confirmación que también ha deslizado el ministro de presidencia, Félix Bolaños, quien ha instado a los periodistas a mirar los códigos penales de Francia, Italia y Portugal, que recogen algunos matices que no contempla el Código Penal español, más «genérico». Una apelación al derecho comparado que permite al Gobierno cumplir con la exigencia de ERC de modificar el delito de malversación como gesto a los condenados del 1-O, aunque no concreta en que supuestos.
Bolaños sólo ha puesto un ejemplo de lo que podría ser malversación sin corrupción, caso que sí verá una rebaja de las penas: «Un alcalde que destina fondos europeos a pagar las nóminas de funcionarios porque está canino. No es corrupción, pero sí malversación. ¿Tiene sentido penar a Bárcenas lo mismo que a ese alcalde?». Una clave, por tanto, sería el enriquecimiento personal, pero no la única, también el lucro. El ministro de Presidencia ha prometido que «no va a ser un coladero» y que «no afectaría al caso de Griñán» que se contempla en «otra parte del Código Penal que no le afecta».
Sánchez, abierto al acuerdo con ERC
Así las cosas, el Gobierno ha confirmado por primera vez que se abre a una reforma de la malversación y admite implícitamente que ha habido negociación con ERC. La única línea roja es que no afecte a los casos de corrupción, pero sí se contempla la posibilidad de aplicación de un gesto que permita seguir avanzando y consolidando a Cataluña como «uno de los principales activos electorales» del Gobierno.
Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado este martes que el Gobierno «depende de partidos que se quieren ir de España» y, por lo tanto, hay «un antes y un después en el consenso constitucional» que inspiró la Carta Magna en 1978. Dicho esto, ha avisado que, aunque el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se «somete» a ERC y Bildu, los votantes socialistas no le seguirán en ese camino.
«Soy optimista porque el PSOE se ha sometido a esos partidos, pero millones de votantes socialistas no se van a someter a estas decisiones y esos millones de votantes del PSOE y millones de votantes del PP nos vamos a dar la mano en las urnas», ha declarado Feijóo a los medios de comunicación, antes de participar en el acto de homenaje a la Constitución que se ha celebrado en el Congreso.
Tras definir la Constitución como la «herramienta más útil de concordia y libertad», Feijóo ha afirmado que siempre ha habido partidos contra la Carta Magna pero ha resaltado que lo «preocupante, sorprendente y novedoso» es que esos partidos son hoy «los aliados del Gobierno de España» y los que marcan la agenda política.
«Eso es muy preocupante y la amenaza de los partidos anticonstitucionalistas es una amenaza real y lo estamos viendo en decisiones del Gobierno muy sorprendentes que están bordeando la Constitución y están llenando de dudas, recelos y preocupaciones a muchos ciudadanos españoles», ha proclamado.